Las autoridades bielorrusas anunciaron la llegada de los primeros soldados rusos de la nueva fuerza militar conjunta, anunciada esta semana y que provocó temores sobre un nuevo país involucrado en la guerra en Ucrania.
Esta fuerza sería únicamente defensiva para garantizar la seguridad de su frontera, pero en momentos en que Minsk acusa a Kiev de preparar una ofensiva, hace temer su intervención directa en el conflicto en Ucrania.
Las autoridades bielorrusas anunciaron la llegada de los primeros soldados rusos de la nueva fuerza militar conjunta, anunciada esta semana y que provocó temores sobre un nuevo país involucrado en la guerra en Ucrania.
A través de un comunicado, el Ministerio de Defensa señaló que "los primeros trenes con soldados rusos que forman la fuerza militar regional llegaron a Bielorrusia", sin precisar el número de militares desplegados por Rusia a tal efecto.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, acusó el lunes pasado a Polonia, Lituania y Ucrania de preparar ataques "terroristas" y un "levantamiento" en Bielorrusia, y anunció el despliegue de esta fuerza militar regional.
El país, un aliado incondicional del Kremlin, asegura que esta fuerza es únicamente defensiva y busca garantizar la seguridad de su frontera, en momentos en que Minsk acusa a Kiev de preparar una ofensiva, lo que hace temer su intervención directa en el conflicto en Ucrania.
El representante del Estado Mayor del Ejército bielorruso, Víctor Tumar, había anunciado la llegada de los militares rusos, una decisión tomada por ambos países ante el incremento del potencial de la OTAN en las fronteras con Bielorrusia, el rearme de Polonia y los países bálticos. "La agrupación militar regional de la Unión Estatal es un proyecto estrictamente defensivo", resaltó Tumar.
Ante esta noticia, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó a Rusia de querer "arrastrar a Bielorrusia a la guerra" y reclamó ante el G7 una misión de observación internacional en la frontera entre su país y su vecino del norte.
Bielorrusia ya prestó su territorio al ejército ruso para el inicio de su ofensiva en febrero, aunque las fuerzas bielorrusas no participaron hasta el momento en los combates en Ucrania.