Martes 23.3.2021
/Última actualización 12:02
Esta vacuna, además, podría situarse como una de las mejores del mercado e impulsar así de manera importante el proceso de inmunización de la sociedad. No obstante, todavía habrá que esperar. Por lo menos un año, según han anunciado los investigadores, que recuerdan que, aunque la urgencia de la situación haya acelerado el proceso, este tipo de estudios requieren de un plazo. "Saldremos más tarde, pero con todo actualizado", asegura uno de los investigadores principales, el virólogo Luis Enjuanes, en una entrevista difundida por el CSIC.
Y es que, en los ensayos, han incorporado las mutaciones de las variantes británica, sudafricana y brasileña, para hacer de su prototipo una vacuna resistente frente a posibles cepas. Ahora todavía queda seguir investigando para probar su efectividad, pero los hallazgos que han ido descubriendo en los últimos meses los animan a señalar que "podría ser una de las mejores vacunas contra el SARS-CoV-2". ¿Qué particularidades tiene este prototipo que la hacen tan especial? ¿qué mecanismos usa para protegernos del virus? ¿cuándo estará lista?
Gentileza¿Por qué podría ser "una de las mejores"?
Una de las principales particularidades que la diferencian de otras, como la de Moderna o Pfizer, es que tiene la capacidad de autoamplificarse. Es decir, que la dosis de ARN que se inyecta podría multiplicarse hasta 5.000 veces dentro del organismo. "Nuestra vacuna incluye un ARN muy grande que lleva el 'motor' para autoamplificarse: si damos 1 microgramo, una vez que entra en las células del cuerpo humano, puede 'fabricar' entre 1.000 y 5.000", explica Enjuanes.
La segunda característica importante es que genera una "inmunidad esterelizante". Es decir, que las personas inyectadas con esta vacuna no se enfermarán por coronavirus, pero tampoco podrán transmitir la enfermedad. "Cuando inmunizamos a ratones humanizados -modificados genéticamente- y tratamos de infectarlos tres semanas después, el virus no podía entrar porque estaban muy bien protegidos", detalla el virólogo del CSIC.
Por último, una cualidad que la hace también especial es su forma de administración, que podría ser a través de un spray. A diferencia de las autorizadas hasta ahora, que se inoculan por vía intramuscular, la administración de esta vacuna podría ser intranasal, lo que, según destacan, da mayor protección en las vías respiratorias, puerta de entrada principal del coronavirus. "Este virus entra prioritariamente en nuestro organismo a través de las vías respiratorias, por eso si administras la vacuna intranasalmente, inmunizas esa zona y la protección es mayor", afirma Enjuanes. Aun así, su vacuna podrá administrarse también inyectándose en el brazo, pues aseguran que "las agencias que controlan la seguridad de los medicamentos prefieren la intramuscular, que se ha usado más y es segura".
Se trata de una vacuna basada en replicones no infectivos. Es decir, que se genera el virus SARS-CoV-2 en el laboratorio -mediante el ensamblaje de fragmentos de ADN sintético- para eliminar del genoma los genes responsables de la virulencia. Mediante técnicas de genética inversa, introducen mutaciones atenuantes para poder obtener así derivados no infectivos y "altamente inmunogénicos" que sirvan como vacunas contra el virus.
Según explica el virólogo, actualmente tienen dos versiones, "y ambas se basan en el mismo replicón, derivado del genoma del virus, al que hemos quitado una colección de genes". Básicamente, lo que hace esta vacuna es eliminar la condición de virus al SARS-CoV-2, pues ya no se puede propagar ni tampoco infectar a otras personas o animales. "Eso nos da la seguridad de que no va a revertir a una entidad virulenta. Llevamos muchos años trabajando en vacunas y sabemos que hay muchas basadas en virus vivos atenuados que funcionan muy bien. Pero como los virus se reproducen a una gran velocidad, existe la posibilidad de que alguno logre hacerse virulento", afirma.
GentilezaEl principal investigador del estudio fija en un año el plazo que necesitarán para terminar de concluir su prototipo de vacuna. "Creo que estará lista en el primer trimestre de 2022, entonces habremos obtenido datos de ensayos clínicos para probar la seguridad de la vacuna y poder administrarla entre la población. Nos gustaría ir más deprisa, pero es un modelo nuevo y requiere tiempo", explica el virólogo.
El investigador destaca que, a diferencia de otras vacunas que se han basado en vectores ya conocidos (lo que les permite "correr más"), su investigación es más compleja.
Próximos pasos: definir la tecnología y ensayos con roedores
Tras haber definido el mecanismo de una vacuna que, aseguran, es "original" porque "no se ha hecho ninguna de este tipo", el siguiente paso es hacerse con "tecnologías complementarias" para la administración de la vacuna y comprobar que funciona y que, efectivamente, es estable y segura. "De aquí al verano realizaremos los ensayos con ratones y hámster. Si todo va bien, haremos lo mismo con macacos", avanza Enjuanes.
GentilezaEn otras palabras, los virólogos ya han conseguido diseñar la vacuna a partir de la ingeniería genética, pero faltaría definir la tecnología que se usará para su administración, que se hará cubriendo el ARN para que no se degrade y pueda penetrar en las células.
"Esos recubrimientos pueden ser de distinta naturaleza y ya están fabricados, pero hay que combinarlos con el corazón de la vacuna, lo que lleva la maquinaria de amplificación del ARN que provoca la expresión de proteínas que inducen protección. Al combinarlos, queremos ver cuál es el método más efectivo", detalla el investigador, destacando que no solo están haciendo una vacuna "sino casi 30 variantes para seleccionar el prototipo más seguro y eficaz".
¿Es resistente a variantes?
Según indica Luis Enjuanes, al basarse en un ARN autorreplicante, el nivel de inmunidad no es solo alto, sino que también muy duradero. "En principio, nuestra vacuna debería ser más inmunogénica que las que se están suministrando ahora, porque además incluye varias proteínas del virus", asegura. Eso sí, el investigador recuerda que, para cualquier vacuna que induzca inmunidad en las mucosas respiratorias, puede durar, como mucho, tres años; un periodo que habrá que actualizar, igual que las propias vacunas, cada año -como sucede con el virus de la gripe-, en función de las variantes que surjan.
Pero por ahora se atreve a vaticinar que su prototipo será efectivo con las variantes que han ido surgiendo. "La versión en la que nos estamos centrando incluye las mutaciones de los virus del Reino Unido, Sudáfrica y Brasil, y seguramente también de alguna variante de EE UU que ha aparecido en California y Nueva York", explica.