En la central nuclear japonesa de Fukushima Daiichi, dañada por el terremoto de magnitud 8,9 en la escala Richter del viernes, se produjo una explosión que dejó varios heridos, según informó la radio japonesa NHK.
Parte de la cubierta del edificio que alberga el reactor nuclear de la central conocida como Fukushima Daiichi (Fukushima I) se vino abajo, según mostraron imágenes de televisión japonesa NHK.
Escombros fueron proyectados al aire y la televisión mostró cómo se elevaban nubes de humo. Por el momento no hay datos oficiales sobre la dimensión de la destrucción ni tampoco está claro si está relacionada con una fusión del núcleo del reactor con la que se había especulado anteriormente, tras hallar una fuga de cesio radioactivo.
Un portavoz del gobierno nipón llamó a la calma a la población. Sin embargo, reconoció que se trata de una "situación probablemente muy grave", según la televisión NHK.
El experto nuclear de la organización Greenpeace Christoph von Lieven señaló que en la zona soplan vientos moderados en dirección al mar.
Antes de la explosión se había producido una fuerte sacudida, según la agencia de noticias Kyodo.
La empresa operadora, Tokyo Elecytric Power Co, señaló que hay cuatro heridos, pero sus vidas no corren peligro.
Los técnicos trabajaban en la liberación de presión de los reactores de la planta para evitar una fusión en los reactores, después de que la situación se agravara por el fallo de los sistemas de refrigeración del reactor.
Cerca de la central se detectó además cesio radioactivo, según la comisión de seguridad atómica citado por la agencia Kyodo, que señalaron la posibilidad de que tenga lugar una fusión nuclear en el reactor.
Un aumento del nivel radiactivo fue detectado en el área tras el sismo del viernes.
El secretario jefe del Ejecutivo japonés, Yukio Edano, informó que el Gobierno está examinando el incremento en los niveles de radiación que pudo haber sido liberada.
Al respecto, la cadena de televisión japonesa NHK informó que “en una sola hora“ se pudo haber emitido -debido a la explosión- “el equivalente al límite de radiactividad que un ser humano podría soportar en un año“.
Integrantes de la comisión de seguridad atómica, citados por la agencia Kyodo, señalaron la posibilidad de que se haya provocado una fusión nuclear en el reactor porque cerca de la central se detectó un aumento del nivel radiactivo.
La detonación obligó a la evacuación inmediata de todos los residentes en un radio de 20 kilómetros frente a los 3 kilómetros establecidos previamente, consignó la agencia Europapress.
"Creemos que es un radio apropiado de evacuación", señaló Edano.
El Departamento de Bomberos de Tokio, por su parte, ordenó el desplazamiento al lugar de un contingente para contribuir en las tareas de rescate.
Edano llamó a la calma a la ciudadanía e informó que los servicios médicos están almacenando grandes cantidades de yodo para tratar cualquier caso de contaminación radiactiva.
La explosión hizo colapsar el techo del reactor, pero el alcance real de los daños materiales todavía está siendo investigado, informó un responsable de la agencia nuclear japonesa.
La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), ya tiene constancia de la explosión y solicitó información “urgente“ a las autoridades niponas.
El cesio radioactivo
El cesio natural 133 es un metal muy blando que brilla como el oro y que se encuentra en cantidades muy pequeñas en las rocas de la corteza terrestre.
Su uso radioactivo, el peligroso cesio 137, se forma mediante fisión nuclear. En la catástrofe radioactiva de Chernóbil, en Ucrania, en 1986, se liberaron grandes cantidades de ese material.
El cesio puede filtrarse al exterior por el aire de escape o las aguas residuales de las instalaciones atómicas y puede ser absorbido directamente por las raíces de las plantas, llegando también a contaminar alimentos como la leche, la carne o el pescado.
Los hongos resultaron especialmente afectados tras la catástrofe de Chernóbil.
Una alta concentración de cesio puede dañar el tejido muscular y los riñones de las personas. Se reparte de forma equilibrada por todo el cuerpo, de forma que la radiación afecta a todo el organismo.
El cesio 137 se utiliza sin embargo también en la radioterapia para tratar el cáncer, para analizar materiales o en los relojes nucleares.
Se descompone en una media de 30 años, cuando se pierde la mitad de su radioactividad.
Telam / DPA