Joe Biden, presidente de Estados Unidos, promulgó una ley que obliga a la empresa china ByteDance a ser vendida o de lo contrario ser vetada de su país.
El senado aprobó con una mayoría que argumenta que la plataforma representa un peligro para su seguridad nacional.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos, promulgó una ley que obliga a la empresa china ByteDance a ser vendida o de lo contrario ser vetada de su país.
Aprobada en el Senado estadounidense con 69 votos a favor, la red social de aproximadamente 170 millones de usuarios se encuentra en una de las peores situaciones desde su creación en 2016.
Desde Estados Unidos se argumenta que la presencia de TikTok representa un peligro para su seguridad nacional.
Uno de los episodios más relevantes del proceso se dio en febrero de este año, cuando Shou Zi Chew, CEO de TikTok, declaró frente al Congreso de Estados Unidos. Allí, fue consultado sobre presuntas vinculaciones con el Partido Comunista Chino y el director ejecutivo, entre una serie de respuestas, argumentó: “Soy singapurense”.
TikTok respondió que la legislación que obliga a cambiar de dueño si quiere seguir en Estados Unidos, con un plazo de nueve meses, es “inconstitucional” y, por tanto, irá a tribunales para defenderse.
Hace unos días, ByteDance, la compañía matriz de TikTok indicó que si se prohíbe en Estados Unidos no solo se habrá “pisoteado” el derecho a la libertad de expresión de 170 millones de estadounidenses, sino que la plataforma dejará de aportar 24,000 millones de dólares al año a la economía del país norteamericano.
Sobre el punto de la “libertad”, el hombre más rico del mundo y dueño de X (ex Twitter), Elon Musk, se manifestó en contra de la prohibición de la red social por atentar contra este derecho.
ByteDance también alegó que no es una compañía china, pues un 60% de su capital está en manos de firmas de inversión internacionales, y negó que TikTok sea “un agente de China o de otros países” en Estados Unidos, como afirmaron los promotores del proyecto de ley, quienes consideran un riesgo para la seguridad nacional que los datos de los millones de usuarios estadounidenses caigan en manos chinas.
La rúbrica de Biden se da en simultáneo con la aprobación de un paquete de asistencia militar para Ucrania, Israel y Taiwán. El último de estos con implicancia directa en la lucha económica contra el gigante asiático.