Brasil: Lula da Silva da a su esposa Rosangela protagonismo en la transición presidencial
“Soy propositiva, no soy de esas personas que se quedan sentadas. Soy de las que va y hace”, explicó la futura primera dama brasileña.
Brasil: Lula da Silva da a su esposa Rosangela protagonismo en la transición presidencial
Domingo 4.12.2022
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Última actualización 18:06
Ella es una socióloga con carné del Partido de los Trabajadores desde adolescente a la que llaman Janja.Se fueron a vivir juntos, adoptaron un perro, se casaron y ella se jubiló para estar a su lado. Durante la campaña su implicación fue enorme. Y ahora, ganadas las elecciones, Lula, de 77 años, ha otorgado a su esposa, de 56, un papel oficial en la transición y ella incluso ha participado de alguna reunión política. También lo acompañó en el reciente viaje a la cumbre del clima en Egipto, y allí se reunió con una gobernadora brasileña y activistas medioambientales.
Para su primera y, por ahora única, entrevista, Janja eligió uno de los programas de televisión más vistos de Brasil. Reveló que Evita Perón y Michelle Obama son sus modelos para esta nueva fase de su vida. “Soy propositiva, no soy de esas personas que se quedan sentadas. Soy de las que va y hace”, explicó. Un reputado analista político ha escrito que será “una ministra sin cartera”.
Nada más comenzar el traspaso de poderes, fue nombrada por Lula responsable de organizar la ceremonia de la toma de posesión, el 1 de enero, en la que se espera una nutrida presencia de dignatarios extranjeros y un público multitudinario. Pero la próxima primera dama también participó este martes en Brasilia en una reunión de uno de los múltiples grupos temáticos que trabajan en el traspaso de poderes con el Gobierno de Jair Bolsonaro, el dedicado a los asuntos que atañen a las mujeres.
Janja acudió en su calidad de futura primera dama. No ostenta ningún cargo electo y en el Partido de los Trabajadores es una militante de base —afiliada desde 1983 al calor del movimiento para pedir elecciones directas después de la dictadura—. Durante buena parte de su carrera profesional se encargó del área de responsabilidad social de una empresa pública, la hidroeléctrica de Itaipú. Ahora es una feminista de a pie con influencia en el próximo presidente de Brasil. A ella se le atribuye la actualización del discurso de Lula en asuntos candentes como el feminismo, el racismo o los derechos indígenas.
En la reunión de esta semana con las parlamentarias electas, representantes del PT y activistas, la socióloga afirmó que “sin lugar a dudas” en el próximo Gobierno habrá un Ministerio de Mujeres (ya los hubo en anteriores Ejecutivos del PT), recalcó que las mujeres tendrán una participación importante en el Ejecutivo y puso en valor lo importante que fue el voto femenino para la victoria de Lula. “Si hoy estamos aquí, y siempre lo dije y lo repito, y lo dije en Portugal (donde estuvo de viaje con él), es por lo que debemos a las mujeres. A las mujeres negras, de periferia”, afirmó, según el comunicado difundido por el partido. En la reunión le contaron que existe el riesgo de que el teléfono 180 para las víctimas de violencia machista deba cerrar por falta de fondos y que el Gobierno Bolsonaro ha dejado el presupuesto para políticas de mujeres en el 10% de lo que era en el último Gabinete del PT.