El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, volvió a llamar la atención tanto en América como en el resto del mundo con una nueva iniciativa: la reducción drástica del número de municipios en el país.
Tras la propuesta del mandatario, el país redujo los municipios del país de 262 a 44.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, volvió a llamar la atención tanto en América como en el resto del mundo con una nueva iniciativa: la reducción drástica del número de municipios en el país.
Además, implementó un régimen de excepción que logró reducir los históricos niveles de homicidios y resultó en el encarcelamiento de miles de personas acusadas de pertenecer a pandillas, muchas de las cuales murieron bajo custodia estatal.
Recientemente, con el respaldo de sus aliados, Bukele también logró modificar la división político-administrativa del país.
El 1 de junio de 2023, anunció ante la Asamblea Legislativa su propuesta de reducir la cantidad de municipios, y tan solo 12 días después, el Parlamento, mayoritariamente oficialista, aprobó la Ley Especial para la Reestructuración Municipal.
Con este cambio, El Salvador pasó de tener 262 municipios a contar con distritos "agrupados por regiones en cada uno de los 14 departamentos, basados en los puntos cardinales: norte, sur, este y oeste", según explicó el Congreso.
Se argumenta que esta reestructuración permitirá reducir la burocracia, ahorrar gastos estatales, mejorar la atención ciudadana y fomentar la transparencia y rendición de cuentas.
Bukele, líder del partido "Nuevas Ideas", celebró el "voto democrático y abrumador de la Asamblea Legislativa" y anunció en redes sociales que ya había sancionado la ley.
Ante los nuevos cambios, críticos como Eduardo Escobar, director ejecutivo de Acción Ciudadana, expresaron su preocupación por el proceso. "El problema no es que se redistribuyan los municipios. El problema es que se hace a pocos meses de la elección, sin participación ciudadana y sin intenciones de fortalecer la democracia".
Además, advirtió que este cambio conlleva la concentración de poder en el partido oficial, limita el ejercicio del sufragio ciudadano al no poder elegir a todos los funcionarios municipales y aleja al gobierno municipal de la población. Según Escobar, esto otorga aún más poder al presidente en los territorios.
Por último, señaló la temporalidad del cambio, ya que se realiza a tan solo siete meses de las elecciones generales de 2024, y agregó: "¿Por qué el cambio? Para asegurarse la victoria electoral mediante la reestructuración de las circunscripciones municipales".