El Reino Unido acordó reconocer la soberanía del archipiélago de Chagos a la isla africana Mauricio, devolviéndole estos territorios a la pequeña nación del océano Índico.
A cambio, los británicos mantendrán la base militar conjunta con Estados Unidos en la isla Diego García, cerca de la de China en Maldivas.
El Reino Unido acordó reconocer la soberanía del archipiélago de Chagos a la isla africana Mauricio, devolviéndole estos territorios a la pequeña nación del océano Índico.
Se trata de un histórico paso al frente tras dos años de negociaciones cercanas entre ambos países y seis décadas de reclamo oficial, en el cual los británicos sostienen un punto a favor a pesar de la cesión del atolón que incluye un total de 55 islas.
La rúbrica incluye mantener la base militar secreta para el Reino Unido, que se posee en conjunto con Estados Unidos en la isla Diego García.
Su ubicación y el acuerdo en concreto no son casuales. En primer lugar, este sector administrado desde Londres dentro del Territorio Británico del Océano Índico posee un acuerdo desde 1966 y por un periodo de 50 años para el establecimiento de fuerzas estadounidenses. El mismo sólo posee 20 años de prórroga, los cuales se aplicaron en 2016, por lo que para antes de 2036 debía establecerse un nuevo punto de encuentro.
La isla Diego García, cercana a Maldivas
Para cerciorar la continuidad del control, el acercamiento agrega 99 años de periodo inicial en el que Reino Unido podrá ejercer los derechos soberanos específicamente sobre Diego García. Argumentan que son “necesarios para garantizar el funcionamiento continuo de la base hasta bien entrado el próximo siglo".
El interés por esta base crece actualmente al observar que a menos de 800 kilómetros se encuentra el archipiélago de Maldivas, que tras las elecciones presidenciales de 2023 firmó un acuerdo de seguridad con China. Casualmente, uno de los países intermediarios entre Mauricio y Reino Unido fue India, vecino más cercano de los maldivos y bajo tensión militar con Beijing.
La administración y la soberanía pasaban por la corona británica, pero el brazo militar se sostiene desde Washington.
En paralelo, desde 1968 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera la ocupación británica del archipiélago de Chagos como “ilegal”. En su momento, Londres interpretaba los fallos de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) como opinión consultiva.
Los más recientes diálogos entre el flamante primer ministro británico, Keir Starmer, y su par mauriciano, Pravind Kumar Jugnauth, parecen haber saldado las diferencias y llegado a un acuerdo en común para la que fue la última colonia británica de África.
“El funcionamiento seguro, eficaz y a largo plazo de la base existente en Diego García, que desempeña un papel vital en la seguridad regional y mundial”, afirmó el comunicado conjunto y agregó que las negociaciones se llevaron a cabo “con la intención de resolver todas las cuestiones pendientes entre el Reino Unido y Mauricio relativas al archipiélago de Chagos y sus antiguos habitantes”.
El nombre de la isla Diego García tomó conocimiento popular tras el accidente del vuelo 17 de Malaysia Airlines. En el sinfín de teorías, se especuló que el avión había descendido o fue derribado en cercanías de la base estadounidense.
Este punto hace alusión a la expulsión de los habitantes chagosianos durante los años 1960 y 1970, calificado en la ONU como crimen contra la humanidad.
El texto oficial aseguró que habrá un aporte económico de Reino Unido para el atolón mediante un fondo fiduciario: “Mauricio tendrá ahora libertad para aplicar un programa de reasentamiento en las islas del archipiélago de Chagos, al margen de Diego García”.
La migración es justamente uno de los principales dramas de esta región. En 2021 se llegó a establecer un campamento de migrantes provenientes de Sri Lanka con un total de 60 personas.