Simpatizantes del gobierno del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, desalojaron el martes por la noche la Catedral Metropolitana de Managua que mantuvieron ocupada por 24 horas y en donde golpearon a un sacerdote y a una monja.
Simpatizantes del gobierno del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, desalojaron el martes por la noche la Catedral Metropolitana de Managua que mantuvieron ocupada por 24 horas y en donde golpearon a un sacerdote y a una monja.
"El grupo de personas que habían tomado la Catedral de Managua entregó el templo a monseñor Andrea Piccioni, secretario de la Nunciatura Apostólica, y al padre Boanerges Carballo, delegado del cardenal Leopoldo Brenes", indicó la Arquidiócesis de la capital nicaragüense en una declaración.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua había pedido al gobierno poner fin al asedio a sus parroquias y expresado su preocupación por las agresiones físicas sufridas por el sacerdote Rodolfo López y sor Arelys Guzmán en la Catedral de Managua.
Los sandinistas, que se denominaron "católicos revolucionarios", ingresaron el lunes y tomaron el control de la catedral, donde al menos nueve madres habían iniciado una huelga de hambre por la liberación de sus hijos.
La Arquidiócesis de Managua confirmó que las madres y personas que habían iniciado esa huelga de hambre en las instalaciones del templo evacuaron anoche el lugar en un vehículo de la Cruz Roja local, acompañadas por el padre Luis Herrera, rector de la catedral.
La diócesis anunció que reanudará sus actividades de culto y vida pastoral mañana al mediodía y también agradeció a los fieles que se unen y acompañan con su oración a los obispos y a la iglesia Católica nicaragüense, citaron medios locales y la agencia de noticias EFE.
Desde abril de 2018, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que dejó al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 651 y el gobierno solo reconoce 200 y denuncia intentos golpistas.
Con información de Télam