Martes 8.2.2022
/Última actualización 0:41
Estados Unidos incluyó al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, que dejó el cargo hace apenas semanas, en su lista de "actores corruptos y antidemocráticos", básicamente por los señalamientos de la Justicia sobre sus relaciones con el narcotráfico.
La entrada de Hernández a esa nómina se dio el 1 de julio del año pasado, reveló el secretario del Departamento de Estado, Antony Blinken.
La lista incluye a personas acusadas de corrupción o de socavar la democracia en El Salvador, Guatemala y Honduras, que por ley el Departamento de Estado debe reportar al Congreso, y que generalmente los vuelve no elegibles para admisión en Estados Unidos.
"Estados Unidos está promoviendo la transparencia y la rendición de cuentas en Centroamérica al hacer públicas las restricciones de visa contra el expresidente Juan Orlando Hernández, debido a actos corruptos", tuiteó Blinken, según la agencia AFP. El funcionario estadounidense agregó que “nadie está por encima de la ley".
Hernández, que dejó la presidencia de Honduras el 27 de enero tras ocho años en el cargo, fue implicado por fiscales de Nueva York en una causa por conexiones con el narcotráfico. Su hermano, el exdiputado "Tony" Hernández, fue condenado en marzo de 2021 a cadena perpetua en Estados Unidos por ese delito.
En un comunicado, Blinken apuntó que "según múltiples informes creíbles de los medios", Hernández "se ha involucrado en corrupción significativa al cometer o facilitar actos de corrupción y narcotráfico, y al utilizar las ganancias de actividades ilícitas para campañas políticas". "Además, Hernández fue identificado por su nombre en el testimonio de un testigo bajo declaración jurada en un proceso penal federal de Estados Unidos por haber recibido ganancias del narcotráfico como parte de la financiación de su campaña", agregó.
Fiscales estadounidenses hablan del exmandatario como "coconspirador", aunque no existe una acusación formal en su contra. El expresidente siempre negó esas acusaciones, que atribuyó una venganza, aunque nunca explicó de parte de quienes.
Es un "tsunami" de "mentiras", dijo en noviembre al presentar un libro sobre su gestión en Washington. Tras entregar el poder a Xiomara Castro, Hernández juró como diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), un beneficio al que acceden los expresidentes de la región al dejar el cargo, lo que le otorga derecho a inmunidad.