Economía democrática
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Economía democrática
MARIO PILO
"Desde los reinicios de la democracia, en 1984, venimos oyendo a economistas de todos los signos y que de alguna u otra forma han participado de todos los gobiernos: UCR, peronismo, de derecha o izquierda, inclusive con el liberalismo con Milei y Espert, dando sus 'sabias recetas', todas fracasadas. La crisis es terminal por supuesto, hoy. Por ello, nuestra asociación insiste: mientras la República no rehúya de la grieta de un siglo entre el populismo peronista y la república que sostiene la oposición racional (obviamente no las izquierdas nacionales obsoletas y retrógradas), la Argentina no será viable. Los jóvenes lo intuyen y huyen si pueden. Los adultos mayores despotricamos en vano. Los adultos medios, solo pueden pensar en sobrevivir y no pueden renunciar al mesianismo peronizante. Hemos perdido 70 años de lastimosa historia. Y la historia no vuelve atrás. Se supera o se estanca y castiga. Solo aniquilando al populismo habrá opciones a largo tiempo. Podemos optar más rápido pasando a ser Venezuela, Cuba, Nicaragua o Uganda. Ni siquiera Rusia o China. Pero a los K eso les encanta".
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Fe de erratas
ENRIQUE AGUSTÍN ESCOBAR CELLO
En el título del artículo "Cansancio moral", que este rotativo tuvo la generosidad de publicar en la edición del pasado domingo, puse un asterisco de llamada en para aclarar el origen del mismo. De cara a mis omisiones en esa aclaración final, me permito hacerlo de inmediato con el propósito de enmendar mi falta.
El doctor Alfredo Orgaz fue un distinguido jurisconsulto que ocupó el cargo de Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación designado por el general Lonardi, por entonces presidente provisional de la Nación. En 1958, al asumir el doctor Arturo Frondizi la presidencia, el doctor Orgaz puso a disposición del Poder Ejecutivo su renuncia, el presidente Frondizi lo convenció de seguir en el cargo hasta que, en 1960, el doctor Orgaz volvió a presentar su renuncia, alegando "cansancio moral". La renuncia fue aceptada.
En la espera de saldar así mi anterior omisión, me despido atentamente.
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Llegan cartas
Conversaciones con una amiga
MARILÉN
Qué importante es la amistad. Esa verdadera, que te soporta, te acompaña, que te dice: hablemos, te va a hacer bien, no te guardes las cosas, es liberador hablar, sacar eso que a uno lo angustia y perturba.
Hace unos días, a una de mis amigas, la más consejera, sabia, noble, generosa, etc., le escribí por whatsapp: "Estoy entrando nuevamente en un estado depresivo... orá por mí". Entonces me llamó, y me dijo: "¿Querés que nos juntemos a conversar en algún lugar?, o bien haceme un audio, como vos lo prefieras. No sé cómo ayudarte. Uno a veces lee cosas, tips, pero me parece que lo más importante es que uno pueda hablar, compartir lo que siente, hasta donde uno mismo puede llegar a entender, porque hay cosas que no tienen explicación. Poner en palabras lo que uno siente es importante, sanador, sobre todo si uno lo pone en los pies del Señor, con alguien que acompañe en oración. A veces son situaciones cíclicas, que vienen y se van, pero es importante que te vayas dando cuenta. Y cuanto antes se tomen las cosas, más fácilmente se pueden solucionar. Cuando uno habla hace como un desahogo, como se hace con los psicólogos; lo que pasa es que ellos tienen herramientas que enseñan, para darnos ideas, tareas, que nos ayuden a mejorar. También es importante salir, tomar aire puro, sol, y estar en contacto con otras personas, más allá del círculo familiar. El tema que la persona con depresión no tiene ganas, no tiene de dónde sacar voluntad para hacerlo, les requiere un esfuerzo enorme. Estoy a tu disposición".
Y así hice y le comenté más o menos, en un audio, lo que estaba experimentando, que aun me sentía una carga para mí misma, para mi familia y también para mis amigas. Entonces ella me contestó: "Si bien es necesario consultar con un psiquiatra, a veces hay que recurrir a médicos que hacen una medicina más natural, porque a veces a uno le faltan vitaminas, aun funciones químicas del cerebro las necesitan, aunque también esté el factor emocional. Es necesario tener su tiempo, darse ese tiempo para uno, inclusive para hablar con su médico de todo lo que le pasa, juntamente con análisis, etc. Las carencias de vitaminas dan síntomas y empezar a consumirlas, te cambia todo. Es algo integral. Y como amigas, nos necesitamos todas, cada una tiene su necesidad. Y tenés que pensar de vos y tratarte y considerarte como si fueras tu mejor amiga. Si tu mejor amiga te dice: orá por mí, porque estoy enferma, ¿vos qué le dirías, qué harías, qué sentirías por tu amiga? Bueno, eso pensá para vos también. Merecés la misma consideración de vos misma. No sentir culpa o que sos una carga. Pensá que tu mejor amiga te escribe para decirte eso: estoy entrando en un estado de depresión y necesito que me ayudes a orar. ¿Qué le dirías o harías? Eso mismo tenés que hacer y decirte a vos misma. O si eso le pasara a un familiar: esos mismos sentimientos tenés que tener hacia vos. A veces atravesamos realidades que no quisiéramos, entonces necesitamos de nuestra propia compasión, consideración. Es importante que los que te queremos te podamos acompañar; pero vos también tenés que acompañarte pensando bien de vos, deseándote el bien y sintiendo que no sos una carga para los demás, vos también la estás llevando, sos la primera en eso. Y no despreciarte a tí misma, ni subestimar nuestras necesidades y de necesitar al otro. Tratate bien, como si fuera una amiga que está en esa situación, desearte lo mejor y estar receptiva a todos los buenos deseos de los demás, pero también de los tuyos. El Señor nos ve como hijas amadas, como princesas de Él, así que tenemos que querernos y tratarnos bien".
Comparto parte de esa charla tan profunda con mi amiga, que me llenó de ánimo, me acarició el alma y porque creo que muchas personas necesitamos palabras como esas: el de quererse, considerarse el mejor amigo y actuar en consecuencia.
Gracias a El Litoral por permitirme compartir esta hermosa experiencia.