En las localidades con menos habitantes los detalles definen elecciones. Suele saberse de ellos por curiosos, escandalosos o tener algún costado digno de ser noticia. De lo contrario quedan entre vecinos.
La política y las matemáticas no son asimilables. Los comicios generales entre candidatos pueden dar números distintos a los que indican las recientes Paso. Mientras, se especula sobre quién tendrá la mayoría en la Cámara alta de la Legislatura santafesina. Suelen imponerse las realidades de cada departamento por sobre lo provincial.
En las localidades con menos habitantes los detalles definen elecciones. Suele saberse de ellos por curiosos, escandalosos o tener algún costado digno de ser noticia. De lo contrario quedan entre vecinos.
En departamentos con poca población estará probablemente la definición de la mayoría del Senado. Es habitual que cambien de color político Rosario o La Capital y esta vez puede suceder. Pero serán padrones menos numerosos los que darán la famosa mitad más uno.
En San Javier la aparición de un "clon" del senador José Ramón Baucero no pasó de lo anecdótico. A Ramón Antonio Baucero lo propuso el Movimiento Evita y contó apenas 231 votos.
Lo que ocurra en cambio con el histórico legislador "Pepe" Baucero (5.081) tendrá más que ver con los 1.800 de sus rivales internos y con otros espacios.
Esta vez quedó segundo, tras el joven presidente comunal de Alejandra, Oscar Dolzani (6.588) y el dato es que la oposición sumada le lleva 3.777 marcas. Pero son solo cuentas en el aire. No se sabe qué harán quienes no optaron por el más votado Dolzani o por la continuidad del senador justicialista. La participación electoral (70%) y el voto en blanco dan poco margen.
Hay más: sobre 18.749 votos válidos emitidos hubo 10.617 para alguno de los candidatos a gobernador opositores. Y una cifra muy parecida para la suma de los precandidatos a senador de ese espacio (10.647).
Esa coincidencia haría pensar que se han fidelizado los votos entre las distintas categorías electorales en Unidos, pero la buena elección de Omar Perotti, para diputados entre los sanjavierinos lo desmiente. Otra vez, las cuentas no dan certezas, solo proyecciones.
Es imposible pronosticar además si alguno de los dirigentes costeros relevantes que quedaron en el camino en las Paso van a jugar fuera de sus espacios, si harán alguna picardía extrapartidaria para perjudicar a su rival interno y que de una traición interna salga ganando Baucero. Esas cosas existen en las disputas por los liderazgos partidarios.
Especulaciones al respecto hay en San Javier, pero también (con otros protagonistas y condimentos locales) en 9 de Julio, Belgrano y San Martín, todos hoy del PJ. Quienes buscan su reelección han ganado por un estrecho margen o quedan debajo ante la suma de los opositores. Los rumores están en todos los frentes.
Otro caso: cuesta creer que en San Lorenzo, donde el padrón es bastante mayor, pueda tener algún efecto colateral la pública decisión del Frente Amplio por la Soberanía de bajar a su candidato a intendente para esa ciudad y así beneficiar al del perottismo, desde un espacio de izquierda.
Es contra la reelección del jefe municipal radical y el motivo declamado es: "Leonardo Raimundo y Armando Traferri son las dos caras de una misma moneda", dijo Carlos del Frade que de paso atribuyó la decisión a las huestes locales. Si es así, ¿harán lo mismo con los 3.226 que votaron en las Paso de senador?
El jefe del bloque Juan Domingo Perón tiene 25 mil votos propios con una lista diferente a la del perottismo, "Somos San Lorenzo". El justicialismo reunió 32.318 cruces y los seis opositores de Unidos llegan a 34.676, pero entre cuatro candidatos hay 31.712 votos muy dispersos: al que mejor le fue, Ivan Ludueña, lo apoyaron 9.039 sanlorencinos.
Fenómenos de ese tipo se repiten con los demás departamentos mencionados, menos San Javier. Nunca fue posible comprender la realidad política con una planilla de excel. En las Paso además de ganar la interna o de alcanzar el piso que exige la ley electoral para llegar a las elecciones generales, hay que demostrar que se puede ganar o al menos ser competitivo para las generales.