Luciano Grasso: "El suicidio es un problema cada vez más grande de salud pública"
Ese fue el eje de una capacitación a equipos de salud de toda la provincia de Santa Fe. La importancia de la prevención y la posvención, la complejidad de los padecimientos, efectos post pandemia y por qué es necesario que se hable de un tema que preocupa, pero sigue rodeado de mitos.
Luciano Grasso: "El suicidio es un problema cada vez más grande de salud pública"
Equipos de toda la provincia participaron esta semana de una capacitación sobre el "abordaje integral del suicidio", una de las problemáticas que preocupa a profesionales de salud mental de la provincia, del país y el continente. Así lo confirmará, en el transcurso del diálogo con El Litoral, Luciano Grasso, quien, junto con Cristina Gentile. tuvo a su cargo la actividad organizada por la Subsecretaría de Salud Mental de la provincia. El seminario se dictó de manera presencial y virtual, y tuvo alcance para todo el territorio. Como se verá más adelante, no es casual ese término "integral" incluido en el título de la presentación.
- ¿Con qué expectativas y necesidades de las y los profesionales de salud te encontraste en la capacitación?
- Me encontré con cuestiones que forman parte del diagnóstico situacional del país, que es la preocupación general por el incremento de los problemas de salud mental y la complejidad de los padecimientos porque se agrega la dificultad de reconocer nuestros propios malestares para expresarle a alguien lo que nos pasa. Hay razones que hacen que este incremento de problemas en salud mental sea preocupante para todas las comunidades.
Tuve contacto con funcionarios y profesionales de salud que ven este problema con preocupación, con la sensación de que no alcanzan las respuestas ya definidas para sobrellevar la situación. A pesar de ello encuentro, en términos comparativos con otras provincias, un sistema de salud ordenado y organizado, con el objetivo de planificar estrategias para abordar la problemática desde las respuestas recomendadas: trabajar más en el territorio, con la comunidad y en el primer nivel de atención, de manera que a especialistas en salud mental lleguen los casos más complejos.
Este problema general se profundiza en el interior de cada provincia, porque los recursos están concentrados en las capitales y en las ciudades grandes. Si bien la ciudad de Reconquista tiene un hospital hermoso con internación para salud mental, la mayoría de los hospitales generales del país no cuenta con ese servicio. Esto hace más compleja la atención, sobre todo en conductas suicidas, cuando es necesario contar con un espacio de atención y acompañamiento en la situación aguda.
- ¿Por qué se decidió abordar la problemática del suicidio?
- Porque es un problema cada vez más grande de salud pública y un problema social en todos los niveles: en la ciudad de Reconquista, en la zona norte de la provincia, en toda la provincia, en el país y en el continente.
Si bien hay emergentes culturales que aparecen cuando se incrementan las conductas suicidas en determinado período o lugar, la verdad es que nos encontramos con un incremento de las conductas suicidas: el americano es el único continente en donde la tasa de suicidios aumentó a nivel mundial. No es una problemática de ahora pero encontramos que se complejiza, se agudiza y entendemos que es necesario abordarlo desde una integralidad, que hasta ahora no se había logrado, para entender que hay que tomar medidas y avanzar en acciones en distintos ejes.
"Todavía está el falso mito de que no hay que hablar de suicidio porque, si lo hacemos, vamos a promover esa conducta", advierte Luciano Grasso, para quien la información compartida por la comunidad y la comunicación responsable son fundamentales. Crédito: Flavio Raina
Un eje es la atención de la urgencia: cuando una persona tiene un intento de suicidio y llega a la guardia tiene que haber profesionales especializados, protocolos y camas por si es necesaria la internación. Pero eso no es suficiente: también es necesario trabajar en la prevención que, en las conductas suicidas, involucra poner sobre la mesa la problemática a nivel comunidad. Porque todavía está el falso mito de que no hay que hablar de suicidio porque, si lo hacemos, vamos a promover esa conducta.
El suicidio es potencialmente prevenible y hacerlo implica derribar el mito de que la conducta suicida se da de manera situada y sin que la persona dé aviso. Esto es falso: hay conductas suicidas que no se pueden evitar, pero está probado que si la comunidad está informada sobre los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que una persona tenga una conducta suicida y transmitimos información respecto de las señales de advertencia, se puede prevenir.
Cuando una persona está ingresando al proceso que culmina en la conducta suicida, comienza a dar algunas señales verbales o no verbales. Si esta información llega a la comunidad y, además, capacitamos y educamos respecto de los factores protectores, es decir, de qué manera podemos trabajar en hábitos saludables, en competencias para afrontar la vida, podemos actuar en prevención.
Es importante avanzar de manera sistematizada en transmitir esta información a la comunidad y en particular a quienes trabajan en lo cotidiano con grupos de riesgo de conductas suicidas que son adolescentes, jóvenes y adultos mayores.
Si se trabajara en esta línea, se lograría a mediano y largo plazo disminuir la tasa de suicidios.
- Para conocer cuáles son los factores de riesgo y de protección, primero es necesario hablar del tema. ¿Dónde obtenemos esa información?
- Hay información disponible por parte de organismos oficiales. Hay una estrategia para la prevención y la posvención de los suicidios que es la colaboración multisectorial para entender que esto no es solo un problema de salud. Esas dos etapas se tienen que hacer en los distintos hábitos de la vida cotidiana de las personas, no es solo una responsabilidad del sistema de salud sino también del sistema educativo, las iglesias, los clubes. Y en ese espacio los medios de comunicación tienen un rol importante, pero en muchas situaciones sigue sucediendo que comunican de una manera inadecuada y por lo tanto hay que trabajar en sensibilizar y capacitar con información proveniente de organismos oficiales como la OMS, la OPS, Ministerio de Salud.
Es necesaria la información sobre factores de riesgo, dónde acercarse cuando alguien tiene un malestar psíquico y siente la necesidad de recibir ayuda, haya pensado o no en la posibilidad de quitarse la vida. O cuando vemos que alguien que conocemos, un compañero de trabajo, de estudio, un amigo o familiar está empezando a dar esas señales de advertencia, las vamos a reconocer si antes se difundieron. Por ejemplo, si cambió repentinamente la conducta, está ensimismado, está triste, empezó a faltar al trabajo y dijo tal o cual frase que nos llama la atención.
Todo eso tiene que formar parte de una estrategia intersectorial liderada por el Ministerio de Salud y en esa línea se trabajó en la capacitación.
- ¿Todavía se ve el impacto de la pandemia en la salud mental?
- La pandemia no inventó problemas sino que, en todo caso, los agudizó. No podemos decir que hay patologías propias de la pandemia sino que venían incrementándose previo a la crisis sanitaria por Covid. Los factores de riesgo para la salud mental sucedieron durante la pandemia: el encierro, el aislamiento, la pérdida de seres queridos, las dificultades económicas, consumos problemáticos, violencia intrafamiliar. Y por otro lado, puestos a hacer un análisis del siquismo, se vivieron escenas que para muchas personas han sido traumáticas. Y los tiempos el siquismo no son los cronológicos. En aquel momento decíamos que se estaba viendo un incremento de la sintomatología clínica (ansiedad, depresión, consumos problemáticos), que no todas las personas con estos malestares iban a pedir ayuda y no todos lo iban a hacer en el mismo momento. Porque puede ser que el efecto de lo traumático se evidencie en algún síntoma más adelante o más pronto, pero que esa persona no se decida a pedir ayuda y lo haga cuando suceda otro evento.
"Es fundamental transmitir información certera a la comunidad y en particular a quienes trabajan en lo cotidiano con grupos de riesgo de conductas suicidas que son adolescentes, jóvenes y adultos mayores", opina el psicólogo Luciano Grasso
Los problemas de salud mental van a demandar atención en los próximos años y el sistema de salud va a tener que estar preparado. Lo estamos viviendo: se siguen incrementando las atenciones en las guardias y la demanda en consultorios externos, y muchas de estas demandas tienen que ver con síntomas que comenzaron o se agudizaron en la pandemia.
Sin dudas la pandemia incrementó los padecimientos. Los sistemas de salud tienen que aumentar la capacidad de respuesta: hay que contratar más profesionales, tienen que tener los medicamentos que se necesiten en las farmacias de los hospitales, tiene que haber camas de internación, centros de día, dispositivos que aún son deficitarios en el país. Pero esa no es toda la solución del problema: tenemos que prevenir, asumir mayores compromisos a nivel comunitario empezando por nuestra propia salud mental, con hábitos de vida que promuevan el bienestar emocional y la capacidad de afrontar nuestros malestares para que puedan tener una canalización que nos genere alivio.
Eso va más allá del sistema de salud: implica a todos los niveles educativos, al ámbito laboral, ser empáticos con los otros. Es un cambio cultural para ser, cada uno de nosotros, promotores de nuestra salud mental y de la salud mental de quien tenemos al lado.
Perfil
Luciano Grasso es Licenciado en Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata - Argentina, Op. en Psicología Social y Maestrando en Salud Mental Comunitaria. Docente universitario, fue Director Nacional de Salud Mental (2018-2019), consultor internacional de la OPS/OMS en prevención del suicidio para América Latina y en políticas de desinstitucionalización en Chile, entre otros espacios destacados.
Dónde acudir
Desde el Ministerio de Salud de la provincia, para consultas de Salud Mental, se sugiere:
Acercarse al Centro de Salud más cercano al domicilio para recibir atención y asesoramiento si requiere derivación a otro efector.
En una situación crítica se puede acudir a la Guardia General de un Hospital, o llamar a la línea 107, que depende de la Secretaría de Logística Integrada y Articulación de Redes (SeLIAR).
0800-999-0091 es la línea de Nación, gratuita y de 24 horas, para orientación y apoyo en la urgencia de salud mental.
Gonzalo Chiesa, secretario de Gestión y Fortalecimiento Institucional de la provincia profundizó, en diálogo con El Litoral, en ese concepto de "integralidad" que se propone para el abordaje del suicidio pero también de otras problemáticas que tienen su anclaje en el sistema de salud pero trascienden esa área.
Además de destacar la jerarquización de Salud Mental que desde diciembre pasó a ser subsecretaría, evaluó que "la interdisciplina tiene que ser un eje de trabajo, al igual que lo interministerial.
Precisamente, "en un contexto social difícil, luego de atravesada una pandemia, la línea de trabajo que se busca desarrollar está dentro de la mayor integralidad posible".
En el caso concreto de la problemática del suicidio, esta premisa sigue presente. Si bien está prevista en el Plan Provincial de Salud Mental la construcción de una epidemiología sobre este tema, el abordaje "no puede quedar solo en los números: necesitamos pensar la integralidad de los procesos, no solo enmarcados en la cuestión sanitaria sino también desde una perspectiva intersectorial e interministerial", consideró.