Pablo Rodríguez
En días previos a las elecciones generales en Santa Fe, una candidata a renovar su banca en el Concejo de Venado Tuerto por el PRO, decía que “en 20 días, comienza la obra de la autopista Rufino - Rosario”. Pasaron dos meses de ese anuncio y hoy la realidad muestra otra cosa: la plata nunca llegó y el obrador central -montado por la empresa Helport SA- comienza a quedar solo.
Pablo Rodríguez
La crisis económica que atraviesa el país y la falta de respuestas oficiales, ratifican lo que siempre se temió: la autopista que une a la ciudad de Rufino con Rosario, por ahora, no se hace. Así lo dio a entender el secretario de Obras Públicas de Venado Tuerto, Pablo Rada, al aire de LT 29: “Las máquinas que son específicas para la obra de la Autopista fueron retiradas por una cuestión lógica. Porque si la obra no arranca, tener equipo de esa característica y tamaño de manera ociosa, para cualquier empresa es complicado”.
El funcionario dijo que recibieron el comentario de que estaban desmantelando el obrador y por eso se contactó con gente de la empresa: “Me confirmaron que gran parte de los equipos que estaban asignados al comienzo de los movimientos de suelos y de la pavimentación de la autopista de la 33, al no llegar los fondos, se trasladaron a obras que están en funcionamiento”.
Debe recordarse que Helport SA tiene actualmente su base operativa en el kilómetro 373 de la Ruta Nacional N° 8, en las afueras de Venado Tuerto. De hecho, en abril de este año, desde este medio dábamos cuenta de la preparación de un predio y la llegada de equipos especiales, que hasta el momento, solo se ocuparon del mantenimiento de las banquinas de la actual traza de la Ruta 33.
Lo cierto es que el traslado de maquinarias afirma lo que se viene temiendo hace tiempo y es la postergación sin fecha para el comienzo de la esperada obra: “Lamentablemente, el dinero no llegó y por lo tanto la obra no va a comenzar. Así el obrador está, pero las maquinarias no”, insistió Rada.
“Hoy la que tiene la pelota no es la empresa, sino Vialidad Nacional que debe hacer el desembolso correspondiente para que se inicien los trabajos. Lo que tiene que quedar en claro es que Helport no se va de la ciudad y lo que se llevaron son algunas máquinas que estaban afectadas directamente a la construcción de la primera etapa de la autopista”.
“La autopista sigue estando vigente -continuó- y en lo que tenemos que seguir insistiendo es en que el Estado haga lo que tiene que hacer, que es traer los fondos correspondientes para esta ruta que es la principal arteria para trasladar el cereal y le aporta mucho dinero al Estado Nacional”, remarcó.
Las promesas no son de ahora
Es para recordar que fueron varios los anuncios que se realizaron en los últimos meses informando que los trabajos de estos primeros 18 kilómetros iban a comenzar en junio último. De hecho, el 11 de abril pasado se realizó en la Sociedad Rural una convocatoria abierta para socialización de medidas de manejo ambiental y social para la primera etapa de la autopista.
Allí el gerente ejecutivo de Asuntos Jurídicos de Vialidad Nacional, Ricardo Stoddar, le contó a la nutrida concurrencia que se esperaba que en mayo el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobará un financiamiento que permitiría comenzar los trabajos. Posteriormente fue la concejala de Cambiemos, Viviana Downes, quien ya en épocas de elecciones en Santa Fe, aseguró que era inminente el inicio de los trabajos de construcción de la autopista Rufino-Rosario, de acuerdo a lo comunicado por la concesionaria Corredor Panamericano.
En tanto, el 10 de julio fue el presidente de la Comisión Plan Autopista, Ovidio Butani, quién citado por los legisladores venadenses culminó aceptando que existe incertidumbre sobre el tema y resumió: “Se está esperando una partida de dinero del gobierno para iniciar las obras. Es decir, la traza desde el kilómetro 609 (acceso a San Eduardo) al 627 (en cercanías del cruce con la ruta 8). Nosotros seguimos gestionando como siempre porque la necesidad es muy grande”.
Y a la vez aceptó que el contexto electoral parecía favorecer el comienzo de los trabajos, pero que “la incertidumbre se mantiene en el tiempo, la combinación de la causa de los cuadernos y la devaluación resultó explosiva”.
Lo que siempre se dijo
La obra de la autopista por sistema PPP fue adjudicada a la Corporación América, UTE conformada por Helport en sociedad con Panedile, Eleprint y Copasa, por un monto de 722 millones de dólares. En teoría, el avance sería de 18 kilómetros en una primera instancia.
Estos 18 kilómetros aprovecharían la traza existente de la 33, que sería repavimentada. Luego, a partir del kilómetro 627 la traza cambiaría la orientación hacia el noroeste de la trama urbana venadense, por detrás del aeródromo, a unos tres kilómetros, donde se desplazaría en forma paralela a la 33 hasta Murphy, cubriendo un segundo segmento de 20 kilómetros. Finalmente llegaría hasta el kilómetro 670 en cercanías del acceso a Chovet.
El actual diseño de la 33 se mantendría tal cual. Habría 23,3 metros de cantero central y luego la otra cinta asfáltica de 7,3 metros de ancho. A eso hay que sumar las banquinas externas pavimentadas de 2,5 metros y las internas de 0,50. El diseño podría ser similar a la autopista que une Santa Fe con Rosario.
Debe recordarse que Helport SA tiene actualmente su base operativa en el kilómetro 373 de la Ruta Nacional N° 8, en las afueras de Venado Tuerto.
El traslado de maquinarias afirma lo que se viene temiendo hace tiempo y es la postergación sin fecha para el comienzo de la esperada obra: “Lamentablemente, el dinero no llegó y por lo tanto la obra no va a comenzar. Así el obrador está, pero las maquinarias no”, insistió Pablo Rada, secretario de Obras Públicas de Venado Tuerto.