Martes 6.6.2023
/Última actualización 13:14
Marcelo Chapot y Haydee Minutti, miembros de la Asociación Civil Colonia Francesa, ha revelado que, gracias a la iniciativa de esta entidad, la familia compuesta por José Walter y Gabriela Uviedo, padres de cuatro hijas, pronto disfrutarán de electricidad en su hogar por primera vez. Una de las hijas cursa la escuela secundaria en la Escuela Agrotécnica de Colonia Mascías, mientras que las otras tres asisten a la escuela primaria N° 435 en San Javier.
Tras las gestiones realizadas por la entidad y especialmente por Elena Wouilloz, otra integrante de la Asociación, ante la Empresa Provincial de la Energía (EPE) y la Municipalidad de San Javier, se logró conseguir el tendido eléctrico, incluyendo postes y cableado, que abarcará aproximadamente 500 metros. Los integrantes de la asociación civil, la familia beneficiada y algunos familiares de ellos se encargaron de llevar a cabo la mano de obra. Además, parte de los gastos fueron cubiertos con fondos de la asociación y de la propia familia.
Recientemente, se recibió la confirmación de que se han obtenido los últimos metros de cables necesarios para concluir la obra, según señaló Chapot. La asociación civil expresó su agradecimiento a la Municipalidad y a la EPE de San Javier por su colaboración y asesoramiento en este proceso.
Gabriela Uviedo, por su parte, compartió que antes de habitar su casa en Colonia Francesa, residían en una isla y que llevan alrededor de 10 años viviendo allí. En el pasado, otros familiares vivieron en la misma casa durante aproximadamente 20 años, y nunca tuvieron acceso a electricidad.
Cuando se le preguntó cómo se las arreglaron durante todos estos años, Uviedo respondió que se habían acostumbrado a vivir sin electricidad. Pasaron veranos e inviernos sin este servicio básico y, recientemente, instalaron paneles solares que en algunas ocasiones solo alcanzan para cargar el celular.
Durante la pandemia, las hijas de la familia realizaron sus tareas escolares y la catequesis familiar con un gran esfuerzo. Además, la falta de electricidad les dificultaba la conservación de alimentos, ya que no tenían un lugar donde refrigerarlos. Durante el verano, se veían obligados a buscar hielo en las casas de familiares o amigos que vivían a varios kilómetros de distancia.
Finalmente, Gabriela Uviedo expresó su agradecimiento a la asociación civil que llevó a cabo las gestiones para hacer posible la llegada de la electricidad a su hogar. También manifestó su esperanza de que pronto puedan hacer realidad su sueño de tener acceso constante a este servicio básico, que les brindará mejores condiciones de vida y nuevas oportunidades para su familia.