Se bajan del andamio: las obras en el Monumento a la Bandera a punto de frenarse por falta de pago
Apenas un mes y medio después de que iniciaran los trabajos, y tras casi diez años de idas y venidas, el retraso en el giro de dinero por parte del gobierno nacional vuelve a poner en riesgo la continuidad de la refacción.
Se bajan del andamio: las obras en el Monumento a la Bandera a punto de frenarse por falta de pago
Las obras de restauración del Monumento Nacional a la Bandera de Rosario están a un paso de paralizarse ante la falta de pago por parte de la Nación. Desde la firma Dyscon, a cargo de los trabajos, están a la espera de que esta semana llegue el cobro, de lo contrario, todo podría paralizarse.
Estrictamente lo que está faltando es “el anticipo del 10%, que es lo que está vencido”, contó a este medio el titular de la empresa ganadora de la licitación, Mariano Schor, quien se entusiasma con que el pago haya sido meramente un retraso y se abone en estos días.
En tiempos donde la inflación en el país ronda, en promedio, un 8% mensual y con pagos para este tipo de obras que mantienen plazos de 60 días, Dyscon ya presentó “dos redeterminaciones -que se deben aprobar-” para que los montos puedan estar lo más actualizados posible.
Hace un mes y medio que comenzaron las obras de refacción del Monumento, tras casi diez años de proyectos truncados. Por eso, esta situación, vuelve a poner en estado de incertidumbre el futuro de la reactivación de los trabajos en uno de los íconos de la ciudad de Rosario.
Fue en marzo cuando el gobierno nacional adjudicó la obra a la empresa con un presupuesto de 530 millones de pesos y con un “plazo de ejecución de 12 meses” desde ese momento. “Estimamos que se pueda cumplir el proyecto en tiempo y forma según lo convenido”, había afirmado Schor previo al inicio de obras.
Todo el dinero que se desembolsará para poder culminar con los inconclusos trabajos de refacción y reacondicionamiento del emblemático monumento rosarino, son aportados exclusivamente por parte del Estado Nacional.
Más de siete años de anuncios consecutivos llevaron a que finalmente el gobierno nacional confirmara, en junio del año pasado, la licitación de las obras que faltan para terminar la restauración del Monumento. Esto fue anunciado por el propio intendente de la ciudad, Pablo Javkin, quien se contactó con el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis.
Tras un tortuoso recorrido durante el gobierno de Mauricio Macri en que finalmente las obras encaradas quedaron inconclusas, se rearmó una licitación con las tareas esenciales de conservación y puesta en valor para completar lo que nunca se hizo. Así se llegó al año pasado, con un llamado a licitación que apuntaba a arreglar la fuente de la proa del Monumento, limpiar los mármoles, entre otros trabajos de conservación y puesta en valor.
El lunes 26 de septiembre de 2022, se cumplió el plazo previsto para que las empresas presentaran propuestas y se abrieron los sobres. Dos firmas cotizaron: la rosarina DyScon S.A y la bonaerense Cocivial. En los dos casos, las ofertas casi duplicaban el presupuesto original, que era de $ 527.441.563,13.
El cálculo de Nación era de julio y la inflación disparada explica las ofertas de las dos empresas participantes. En lo económico, DyScon corría con una pequeña ventaja ya que su propuesta, $ 967.531.342,30, es inferior a los $ 1.024.202.864,95 que pidió la firma bonaerense para llevar adelante la obra. Finalmente se cerró en $ 530 M.
Además de postergar una vez más las refacciones que ya eran una deuda de Nación con Rosario y con su principal monumento, la caída de la licitación perjudicaba a la empresa santafesina, mejor posicionada, y eventualmente, a la contratación de mano de obra local.
Hacia finales del año pasado, y ante la demora en adjudicar, tanto el gobernador de la provincia, Omar Perotti, como el intendente de Rosario, Pablo Javkin, mantuvieron conversaciones con el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis. Había un compromiso de adjudicar igual las obras, a pesar de que las ofertas eran altas, entendiendo que la inflación dejaba desfasado completamente el medio millón de pesos del presupuesto oficial.