Por Jorge Pavia
Hace cuatro meses tienen una habitación acondicionada para ellos, con todas las comodidades, que es su nidito de amor. Se casaron recientemente y gracias a toda la gente que los rodea, tuvieron su fiesta.
Por Jorge Pavia
La primavera llegó al sur-sur de Santa Fe con una gran historia de amor, casi sacada de un libreto cinematográfico de esas películas que emocionan hasta las lágrimas, como una confirmación de que el amor cura, sana y transforma.
Los protagonistas son Fabiana y Daniel. A ellos, el destino les brindó una nueva oportunidad y decidieron tomarla y aprovecharla al máximo. Ambos viven en María Teresa (departamento General López), en la Residencia de Adultos Mayores (RAM) de la comuna y si bien ella no es una adulta mayor, las circunstancias en las que se encontraba hace cuatro años atrás, cuando se puso en marcha la institución, hicieron que ese sea su hogar.
Ese fue el escenario donde Fabiana y Daniel se conocieron, se enamoraron y se casaron, felices; con vestido, torta, ramo y rodeados de gente que los quieren bien.
Ahora, la feliz pareja convive en una especie de "loft" construido en una de las habitaciones de la residencia para ellos dos, donde cuentan con todas las comodidades, como en su casa, y donde el resto de los residentes van a visitarlos y a pasar las tardes.
La historia de Fabiana es dura, atravesada en gran parte por la violencia de género. Cada vez que ella sufría un caso de violencia, terminaba en el hospital hasta que se recuperaba y se iba nuevamente a su casa; "tenía muy bajo peso (pesaba alrededor de 40 kilos) y su pareja era alcohólico", contaron a El Litoral desde la Residencia de Adultos Mayores.
En el 2018, cuando se inauguró la residencia, "ella justo estaba en el hospital, entonces la llevamos a este nuevo espacio y desde ese día no se fue más", afirman, añadiendo que Fabiana hoy está muy bien, con buen peso y que la vida le cambió para siempre. "Además trabaja y es muy querida por todos", apuntaron.
Por su parte, Daniel ingresó a la residencia hace un año aproximadamente. "Tiene 68 años y sufre de Epoc, por lo que necesita oxígeno permanentemente. Él se hizo cargo de un sobrino con discapacidad y estaba solo. No podía seguir viviendo en las condiciones que vivía porque estaba mucho tiempo internado y en situación de vulnerabilidad", comentaron desde la residencia de María Teresa.
"El casamiento fue muy emotivo", aseguraron, además de aclarar que "se hizo dentro de la residencia porque Daniel está todo el tiempo conectado al oxígeno y no puede salir".
Todo el personal de la residencia colaboró para que esto sea posible. Desde el hogar subrayaron que tanto sus compañeros como las personas que trabajan allí se encargaron de hacer la torta con el detalle de las cintitas y el vestido fue recuperado por una señora que trabaja en la Planta de Reciclado.
"Ella junta los vestidos que la gente tira cuando ya no usa, y ese estaba impecable. Es un vestido divino, que una modista ajustó solo unos detalles, porque le quedaba perfecto a Fabi", argumentaron. Tampoco faltó la ceremonia del ramo, tradicional cada vez que una pareja contrae enlace.
Además, y como si algo faltara, el artista Hernán Grimaldi ofreció un show para los asistentes, desinteresadamente y de manera gratuita. "Tuvimos música en vivo, bailamos y todo fue felicidad", sostuvieron.