Domingo 4.7.2021
/Última actualización 17:37
Más de 2.500 kilómetros separan Capital Federal de Río Gallegos. Muchísimos menos son los que distan desde la sede del Ministerio de Salud de la Nación hasta el Barrio Carlos Mugica (ex Villa 31), en Capital Federal. En otra dirección pero entre una y otra distancia están Venado Tuerto y Santa Fe.
Todos esos trayectos recorrió Pablo Campagna en el marco del Detectar Federal, el operativo sanitario que tiene al enorme y colorido camión como insignia bien visible pero que involucra un trabajo intenso de logística y actuación territorial para "buscar, testear y cuidar", como expone a modo de slogan y breve descripción, la página web oficial de la cartera sanitaria.
En la práctica se trata de salir a buscar el virus que produce el Covid-19 para evitar su propagación. Y así ocurre desde mayo de 2020, menos de dos meses después de declararse la pandemia por el nuevo coronavirus.
Campagna, Licenciado en Enfermería, es uno de los profesionales que recorrió, en primer lugar, el territorio bonaerense: el primer testeo lo hizo el 5 de mayo del año pasado en el barrio 31. "Ahí empezó para mí la historia del Detectar", cuenta en diálogo con El Litoral.
Aclara que quienes salen en este operativo por el país "integran un grupo diverso de personas, entre profesionales, no profesionales, administrativos, colaboradores, auxiliares. Es mucha gente la que hay detrás de este programa". En definitiva, detrás del camión (o al frente, como se prefiera) "están quienes organizan la tarea, se ocupan del lugar donde vamos a dormir, de nuestra estadía, comida, horarios de descanso. Es una organización muy buena y una experiencia muy linda".
Gentileza. Geografías. El Detectar Federal salió a recorrer el país durante la primera ola de Covid-19. Pablo Campagna en una pausa del operativo.Geografías. El Detectar Federal salió a recorrer el país durante la primera ola de Covid-19. Pablo Campagna en una pausa del operativo.Foto: Gentileza.
-¿Cuántas provincias recorriste?
-Estoy viajando desde septiembre del año pasado: hice Patagonia, Santa Cruz (Río Gallegos, Caleta Olivia, Pico Truncado); después estuve mucho tiempo en Neuquén trabajando en el Hospital Regional como enfermero asistencial en guardia y shock-room, donde el intercambio de conocimientos fue increíble. Hasta el 30 de diciembre de 2020 viajé por diferentes sitios.
Este año estuve en Venado Tuerto y en Santa Fe capital. Recorrimos lugares muy lindos, y conocimos gente que son como hermanos en lugares tan lejanos. Nos atienden tan bien, con tanta calidez... Más allá del dolor de la pandemia, pasás por un montón de emociones.
Campagna va a cumplir 33 años de profesión a fin de año, "pero una experiencia como esta es única. He pasado la Gripe A que también fue dolorosísima, pero hubo otros resultados que tienen que ver con el mismo virus. Esto, en cambio, está azotando al mundo".
La actividad vinculada a Covid-19 se inició desde la Dirección Nacional de Emergencias Sanitarias (Dinesa), que depende del Ministerio de Salud de la Nación, a fines de febrero para el control del pasaje que regresaba a Ezeiza. "Desde ese momento, todos los días fue pandemia, y cuidar en todo, todo. Porque los profesionales que trabajamos en la salud también tenemos miedo a transmitir el virus, a llevarlo a nuestras casas. En el camino perdimos algunos colegas por la pandemia".
-Hubo un reconocimiento de tu profesión, al menos por parte de la gente. ¿Pensás que antes no se valoraba tanto lo que hacían?
-Aquí vuelvo a hablar en primera persona. Cuando se hacían los aplausos de las 9 de la noche (en 2020), era algo muy emocionante porque sentía que la gente nos estaba acompañando. Todo es mejorable siempre y siento que Enfermería no tiene todavía el reconocimiento que merece. Le diría a todos los dirigentes políticos que revean que somos profesionales en constante aprendizaje, porque todos los días nos estamos capacitando. Para la pandemia tuvimos que capacitarnos y casi el 100% de los profesionales nos hemos adaptado y adecuado a las normativas a medida que íbamos atendiendo a los pacientes.
Pero no pasa sólo por un reconocimiento económico; pasa porque se nos dé el lugar que nos corresponde. Entiendo que el gobierno nacional está en eso. Este es momento de atender, de ir para adelante y acompañar; y cuando pase, nos tendríamos que sentar con resultados a la vista y mostrar lo que hicimos y lo que logramos.
Gentileza. Los equipos de profesionales que salen a testear en territorio tienen una rotación semanal.Los equipos de profesionales que salen a testear en territorio tienen una rotación semanal.Foto: Gentileza.
-¿Conocías la Patagonia antes de la pandemia?
-La verdad que no. Conocí muchos lugares en este contexto. Había estado en Paraná donde hace algunos años visitaba hospitales maternos infantiles, pero a lo mejor iba por pocos días y no tenía tiempo para recorrer. Ahora pude hacerlo, pude salir por Santa Fe para recorrer el centro de la ciudad que me encantó, y Venado Tuerto también.
Hacemos un gran trabajo de lunes a lunes y a veces 24 horas; este es un gran sacrificio. Pero también tenemos nuestros momentos para estar un poco relajados y distendernos.
-¿Supiste qué pasó con aquel primer paciente que hisopaste en el Barrio 31?
-Cuando empezó la pandemia la necesidad nuestra era saber qué pasaba; teníamos entre un 60 y un 70% de positividad en el barrio; después me pasaron al 1-11-14 y al 21-24. En todos, cuando comenzamos el operativo, el porcentaje de positividad era altísimo. Y cuando preguntabas y te enterabas de que un paciente que habías hisopado había muerto, te quedabas mal.
No es que nunca vi morir a nadie. En estos años de profesión estuve en terapia pediátrica y me tocó pasar por momentos muy duros, al igual que en terapia de adultos. Pero quizás en otro contexto y por otras patologías, lo resolvés emocionalmente de otra manera. En cambio, hoy estás muy lábil a todo porque esto es entregarse todos los días y hacer lo mejor posible.
-Se está poniendo el foco en la salud mental de la población en general y del personal de salud que estuvo expuesto a esta experiencia, en particular.
-Trabajé 9 años en el Hospital Neuripsiquiátrico Moyano, y cuando empezó todo esto decía: "Vamos a tener que buscar un psicólogo porque acá se mezcla todo". No es que por ser profesional sos diferente de la sociedad. Mi trabajo es ser enfermero pero en mi vida soy como cualquier transeúnte: tengo una familia, vivo en una casa, viajo en transporte público. Me pasa lo mismo que a cualquiera. Desde el 25 de febrero del año pasado no comparto un mate con nadie, ni siquiera con mi madre a quien tampoco abrazo desde entonces y está por cumplir (este sábado) 80 años.
Me parece que hay que trabajar rápidamente en esa contención de lo psicoemocional. Más allá del patrón que puede tener cada ser humano, hay situaciones que se agudizaron con esta pandemia. La salud mental es importantísima y en el período post pandemia va a tener que trabajarse mucho este tema.
-A las personas que son reacias a cuidarse y se están relajando en la prevención, ¿qué le decís?
-No nos tenemos que olvidar de la responsabilidad individual. Creo que hay mucha gente que se cuida muchísimo pero otra que no lo hace. Hay que cuidarse por uno y por el otro. Si no querés hacerlo en tu intimidad ya es tu problema, pero cuando salís al encuentro de la sociedad y a compartir actividades hay que tener distanciamiento, utilizar el barbijo, lavarse las manos.
Son hábitos que hasta los niños tienen incorporados, porque estamos en un momento crítico de la pandemia por más que los números estén acompañando en el descenso. Y se espera un momento más crítico aún por estas nuevas cepas. Lo importante es cuidarse: si no lo hacemos cada uno podemos, literalmente, matar a otro. Si ese otro es añoso o tiene comorbilidades, la va a pasar mal.
-Algunos hábitos tendrían que incorporarse más allá de la pandemia; estornudar en el pliegue del codo previene otros contagios, no sólo Covid.
-Mucha gente, más allá de la pandemia, va a usar tapabocas en invierno porque previene hasta un resfrío. El 5 de mayo es el Día Mundial del Lavado de Manos (N de la R: el 15 de octubre también, pero orientado a toda la comunidad). Tenemos que volver a esas campañas para promover medidas básicas de higiene y prevención. Son muchas las cosas que tenemos que reforzar y cada uno tiene su responsabilidad en esto.
-¿La vas a abrazar a tu mamá este sábado?
-Lo más probable es que no lo haga, que hable con sus nietos y bisnietos sobre cómo va a ser el saludo. Creo que ya vamos a tener tiempo, confío en que nos vamos a poder abrazar todos nuevamente. Mientras tanto nos tenemos que respetar.