Miércoles 12.1.2022
/Última actualización 12:18
Si el número de infectados con el nuevo coronavirus subió tan rápidamente en el país en apenas un mes, ¿cuándo podría darse el pico de contagios, con Ómicron avanzando por encima de Delta? Y esa curva tan ascendente, ¿descendería luego de forma abrupta, como ocurrió en Sudáfrica por ejemplo? Las conjeturas sobre los escenarios posibles del discurrir de la pandemia son muchas, y acaso la prudencia y la bibliografía científica sean en estos momentos las dos "fuentes" más confiables.
"No corresponde hacer futurología. Sí hay datos, casuística, que nos van arrojando algunas proyecciones probables", le dice a El Litoral la Dra. Ana Laura Cavatorta, viróloga rosarina e investigadora del Conicet (ver Quién es). La experta no duda en afirmar que Ómicron, si ya no es la variante con predominancia en Santa Fe y el país, lo será en un tiempo breve, y desplazará a Delta.
Pone en contexto: "Estamos viendo que Ómicron va dominando de manera muy importante. En el laboratorio donde trabajo ya detectamos 100% de esta variante, nada de Delta. Y esto ocurrió de una semana a la otra. Lo más esperable es el desplazamiento de una variante sobre otra".
Además, Ómicron se transmite de 2 a 3 veces más que su antecesora. "Tiene una afinidad por los receptores celulares principalmente en el tracto respiratorio superior (nariz y garganta); esto le permite hacer altas cargas virales y poder ser fácilmente transmisible", explica la especialista.
-Con más de 100 mil casos diarios en el país y una altísima circulación viral, ¿puede estimarse cuándo llegará el pico de la tercera ola? Y también, ese pico¿ podría bajar abruptamente (así como subieron los contagios), algo similar a lo que ocurrió en Sudáfrica?, consultó este diario a Cavatorta.
-Nos basamos en la evidencia científica. En primer lugar, hay que tener en cuenta que hablamos de 100 mil casos promedio por día en el país, pero en realidad ese número está subestimado. Se calcula que puede ser 4 a 7 veces más la cantidad de contagios en la Argentina.
Por otra parte, los modelos matemáticos que se están aplicando nos demuestran hoy que habría un pico de aquí a 15 días aproximadamente; y si tomamos como base lo que está ocurriendo en otros países que comenzaron antes con esta ola de Ómicron, también descendería rápidamente.
Esto se explicaría porque al infectarse tanta cantidad de personas y al mismo tiempo, considerando la inmunidad natural que se genera junto con la inmunidad generada por la vacuna, se hace una barrera bastante importante: es decir, existe la probabilidad de que alcancemos una inmunidad de grupo, comunitaria en poco tiempo, pues el virus no encuentra luego chances para seguir replicándose (ya quedaría poco "huésped susceptible" para que Ómicron sigua haciendo su juego). Así se comenzaría a ver una disminución bastante brusca de los contagios.
Entonces, lo que se estima sobre la base de los modelos matemáticos es que principios de febrero podríamos observar alguna mejora a la actual situación epidemiológica. Sin embargo, hay que considerar que también existiría la chance de que aparezca una nueva variante de este virus. Es un elemento a tener en cuenta, por la alta replicación que estamos viendo. Esperemos que no.
Esperemos además, y esto es algo que se habla permanente con los colegas, que podamos pasar a una fase más endémica luego de esta ola de contagios tan álgida. Es decir, que empecemos a hablar del SARS-CoV-2 como un virus respiratorio más con el cual tendremos que aprender a convivir.
Coexistencia de variantes
-Al coexistir dos variantes de muy alta transmisibilidad, Delta y Ómicron, ¿puede una personas infectarse con ambas? Y de ser así, ¿el cuadro clínico de ese paciente podría agravarse?
-En la bibliografía actual hay muy pocos casos documentados de co-infecciones de SARS-CoV-2 con dos variantes diferentes como Delta y Ómicron. Ha habido con Delta y Gamma (Manaos), pero no se evidenció una mayor patogenicidad asociada.
Sin embargo, infectarse con dos virus al mismo tiempo podría llegar a generar una patología clínica de mayor gravedad. Sobre esto último, hubo mucha mala información en los medios respecto de un paciente infectado con Influenza (gripe) y SARS-CoV-2, e inmediatamente se lo denominó "flurona". Esto no fue una nueva variante, sino que ese individuo se había co-infectado con ambos virus, que es algo bastante común cuando, en el invierno, por ejemplo, hay más de un virus respiratorio circulando.
Gentileza D.RAna Laura Cavatorta es viróloga, investigadora del Conicet y docente del Área de Virología de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR. Además integra la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Virología. Cavatorta participa del Grupo Ciencia Rosarina contra el Coronavirus, que reúne a científicos y científicas abocados a la divulgación científica contra la Covid-19.
Vacunas y prevención, juntas a la par
"Se vuelve absolutamente necesario insistir en las medidas de prevención: las vacunas como algo fundamental, pero además acompañar con el correcto uso del barbijo (preferentemente con buena filtración y que esté homologado y validado), la distancia social y la ventilación cruzada", recomienda Cavatorta.
Porque una sola medida, que es la vacunación, no es suficiente para evitar los contagios, sí se evita la patología grave por Covid-19, aclara la experta. "No caben dudas de la gran efectividad de las vacunas que tenemos a disposición para evitar la hospitalización y la muerte. Fomentar la vacunación en todas las edades es clave".
"Las vacunas actuales no fueron diseñadas para evitar el contagio: son vacunas sistémicas, que generan una buena memoria inmunológica y por lo tanto, ante la exposición frente al virus, en unos días se genera esa respuesta tan eficiente que es justamente lo que evita que se complique un cuadro clínico", añade.
Finamente, la viróloga concluye: "Para evitar infecciones debiéramos contar con vacunas diseñadas para estimular lo que se llama inmunidad a nivel de mucosa. Ya hay varios proyectos en fase clínica: hablamos de vacunas nasales, que cuentan con virus atenuados. Se requiere mucho más estudio e investigación en este sentido. Pero hay esperanza".