Lunes 27.9.2021
/Última actualización 18:58
En 2019, de media, una española vivía hasta los 86 años y seis meses. En 2020, este dato se hundió un año y medio. La caída es aún mayor en Estados Unidos (un año y ocho meses) y parecida a la de Lituania (15 meses). Son algunos de los 29 países cuya caída en la esperanza de vida por el golpe del coronavirus ha sido analizada por la Universidad de Oxford en un estudio publicado este lunes. La conclusión principal es catastrófica: la crisis sanitaria ha supuesto la mayor contracción de la esperanza de vida en los países occidentales desde la Segunda Guerra Mundial.
El estudio Cuantificación de los impactos de la pandemia de covid-19 a través de las pérdidas de esperanza de vida: un estudio a nivel de población de 29 países compara los datos de Estados Unidos, Chile y la mayoría de países europeos. Analiza la esperanza de vida de cada país, es decir, la edad media de todas las personas fallecidas en un periodo concreto. En este caso, a lo largo de 2019, el año en el empezó la pandemia. “El hecho de que nuestros resultados destaquen un impacto tan grande directamente atribuible a la pandemia muestra lo devastadora que ha sido la covid para muchos países”, ha dicho a Reuters Ridhi Kashyap, coautora del estudio publicado en la revista Journal of Epidemiology. “La magnitud de las pérdidas observadas en 2020 no se han visto desde la Segunda Guerra Mundial en muchos países de Europa Occidental como España, Inglaterra y Gales, Italia, Bélgica, Francia, Países Bajos, Suecia, Suiza y Portugal, con datos disponibles para el siglo XX”, explica el estudio de la Universidad de Oxford.
Entre los países analizados, el que más sufre la pandemia en términos de esperanza de vida es Estados Unidos. Este índice cayó en 2020 entre los hombres a 74 años y medio (dos años y tres meses menos que en 2019) y entre las mujeres, hasta 80 años (un año y ocho meses menos). Precisamente Estados Unidos —cuya esperanza de vida está entre las más bajas de los 29 analizados— es el país que más muertes registra desde el inicio de la pandemia (casi 700.000).
En Estados Unidos, la caída de la esperanza de vida fue mucho más pronunciada entre los hombres que entre las mujeres, unos siete meses. Este patrón se repite, aunque no tan pronunciado, en la mayoría de los países analizados. Diversos estudios han demostrado que los varones son más sensibles a las peores consecuencias del virus. Una de las excepciones es España, donde el análisis de la Universidad de Oxford muestra que la esperanza de vida cayó ligeramente más entre las mujeres que entre los hombres.
Así, después de Estados Unidos, el país en el que más decreció la esperanza de vida entre las mujeres fue España (de 86 y medio en 2019 a 85 en 2020), seguido de Lituania y Bulgaria. Entre los hombres, España es el quinto más afectado, con una caída de un año y medio (de 81 años en 2019 a algo más de 79 y siete meses en 2020), superado por EE UU, Lituania, Bulgaria y Polonia.
La bajada de la esperanza de vida en España, reducida a niveles de 2012, es el mayor descenso registrado en la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística, que empieza en 1975, un conjunto de datos que crece cuesta arriba casi ininterrumpidamente hasta que llegó 2020.
España, a la cabeza en la caída del índice en mujeres
A pesar de estos datos, España es el que mayor esperanza de vida tiene entre las mujeres de los 29 analizados por la Universidad de Oxford. Sin embargo, el liderazgo ha sufrido durante la pandemia: en 2019 las españolas adelantaban en 11 meses a las suizas, pero la diferencia se ha reducido a solo dos semanas. Entre los hombres, sin embargo, España cae hasta la séptima posición, superado por Noruega, Suiza o Islandia. En 2019 estaba en la sexta plaza. A nivel global, atendiendo a las cifras de Our World in Data en 2019, España es uno de los países con mayor esperanza de vida del mundo, solo superado por Mónaco, San Marino, Hong Kong, Japón, Macao, Islas Caimán, Suiza, Andorra y Singapur.
Este análisis de la Universidad de Oxford es limitado para conocer el efecto de la pandemia en la esperanza de vida global. No incluye cifras de Brasil, el segundo país más golpeado por el coronavirus (600.000 fallecidos), o de la India (450.000), el tercero. En total, según la Universidad Johns Hopkins, han muerto 4,7 millones de personas por covid desde el inicio de la crisis. En España han muerto más de 86.000 personas por coronavirus, según el Ministerio de Sanidad —este cálculo no incluye miles de decesos sin prueba diagnóstica en el inicio de la pandemia—.
Es posible que la esperanza de vida siga empeorando a nivel mundial una vez se conozca el dato de 2021. A pesar de que las vacunas han mejorado sustancialmente la situación (especialmente en los países ricos, con mayores coberturas de inmunización), a lo largo de lo que llevamos de año se han registrado muchas más muertes (2,88 millones) que en todo 2020 (1,88).
Diego Ramiro, director del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), cree que, aunque han muerto muchas personas por coronavirus en España a lo largo de 2021, el golpe a la esperanza de vida no va a ser tan acusado como en 2020. Considera que “lo normal” es que la esperanza de vida vuelva pronto a los niveles de 2019, pero “esto dependerá de los efectos colaterales que nos haya dejado la covid, que podrían conducir a un incremento más ralentizado de la esperanza de vida”. “España sufrió la peor parte de la pandemia a principios de 2020, durante la primera ola. De ahí que la esperanza de vida haya bajado tanto. Otros países, que sufrieron más en la segunda parte de 2020 o principios de 2021, y con un mayor rechazo a las vacunas, aún pueden sufrir bajadas importantes”, añade Ramiro.
El estudio de la Universidad de Oxford no solo disgrega por sexos. También estima cómo ha afectado la mortalidad en cada grupo de edad a la variación en la esperanza de vida de cada país. El virus se ha cebado especialmente con los mayores de 80 años, de ahí que en España, del año y seis meses que ha empeorado la esperanza de vida de las mujeres, independientemente de su edad, un año corresponda a la mortalidad en el grupo de los mayores de 80, más de cinco meses al tramo de 60 a 80 y en torno a un mes a los menores de 60. Entre los hombres, la caída de un año y cinco meses se reparte de forma más equilibrada en la tercera edad: ocho meses en mayores de 80, otros ocho en las personas de 60 a 80 años y un mes entre los menores de 60.
Estos datos no son sustancialmente distintos en el resto de países europeos, pero sí es llamativa la diferencia respecto a Estados Unidos. Entre los hombres, la esperanza de vida —que ha caído un año y ocho meses— ha empeorado en mayor medida por la mortalidad entre menores de 60 años (un año) que entre mayores de 80 (seis meses).