En Argentina, una de cada 2.000 personas tienen lupus, una enfermedad autoinmune que se produce cuando el sistema inmunológico ataca por error los tejidos sanos del cuerpo, provocando inflamación y daño en distintos órganos.
Una de cada 2.000 personas en Argentina padecen la enfermedad. Aunque su causa aún es desconocida, existen tratamientos que permiten prevenir complicaciones.
En Argentina, una de cada 2.000 personas tienen lupus, una enfermedad autoinmune que se produce cuando el sistema inmunológico ataca por error los tejidos sanos del cuerpo, provocando inflamación y daño en distintos órganos.
La reumatóloga, Gabriela Bortolotto, explicó a El Litoral que “aunque se desconoce su causa, existen factores genéticos y ambientales que la predisponen y activan, como las hormonas femeninas, el estrés, las infecciones, la exposición solar y algunos medicamentos”.
“Los primeros síntomas del lupus pueden ser similares a los de una infección viral, como cansancio, pérdida de peso, fiebre, dolores y llagas. También pueden aparecer caída del cabello, manchas en la piel (especialmente en la zona de las mejillas), dolores e hinchazones articulares, y afectación de órganos como el corazón, los pulmones y los riñones”, informó la profesional.
A pesar de que no existe una cura para el lupus, los tratamientos actuales permiten controlar los síntomas y prevenir complicaciones. Entre ellos, indicó Bortolotto, se encuentran los corticoides, los antimaláricos y las drogas que regulan el sistema inmunológico.
Es importante que los pacientes con lupus se informen sobre su enfermedad, acudan a los controles periódicos y sigan las indicaciones médicas, que incluyen protegerse del sol, no fumar, ni consumir alcohol, evitar el estrés, hacer actividad física y llevar una alimentación saludable.
“Los pacientes deben tratar de conocer las señales de alarma y mantener los controles periódicos, no solamente con el reumatólogo, sino con otros especialistas que estén involucrados en su enfermedad. Como puede ser el nefrólogo, hematólogo, cardiólogo”, sostuvo Bortolotto. Además, aclaró que "esta enfermedad puede activarse con la luz del sol, por eso siempre le indicamos protegerse y trabajamos con los dermatólogos, también es importante no fumar, ni consumir alcohol, evitar el estrés, hacer actividad física y tener una alimentación saludable”.
El pronóstico del lupus ha mejorado en los últimos años, permitiendo a las mujeres con la enfermedad planificar su embarazo de forma segura y tener hijos sanos. “Durante muchos años prohibimos el embarazo en estas mujeres porque había un alto riesgo de que murieran ellas o el bebé”, resaltó la profesional..
Según la Asociación Lupus Argentina (ALUA), más de cinco millones de personas en el mundo, enfrentan un futuro incierto mientras conviven a diario con las consecuencias del lupus en su salud. El 90% de ellas son mujeres en la plenitud de la vida, pero también puede afectar a niños, niñas, adolescentes y hombres.
En Argentina, si bien no existen datos oficiales, se estima que una persona cada 2.000 padece de Lupus, por lo que integra el colectivo de las EPOF- Enfermedades Poco Frecuentes.
ALUA se une al llamado conjunto internacional de las organizaciones de pacientes de lupus con sede en países de todo el mundo para lograr una mayor concientización y sensibilización social sobre esta enfermedad crónica, inflamatoria y autoinmune, de difícil diagnóstico, fomentar la investigación de las causas y su eventual cura, mejorar el acceso a tratamientos más seguros y eficaces y promover políticas de salud más inclusivas.
En una encuesta global realizada el año pasado por la Federación Mundial de Lupus-WLF en la que participaron más de 6.700 personas con lupus de más de 100 países, se señala que el 87% de dichos encuestados tiene afectado uno o más órganos, y el 89% refirió como consecuencia de esos compromisos orgánicos, un impacto significativo en su calidad de vida, en lo social, laboral, económico y movilidad.
Dicho sondeo también reveló que existe un bajo conocimiento sobre el lupus a nivel de la sociedad en general, lo que conlleva ideas erróneas y contribuye a la estigmatización de las personas afectadas. El lupus no es una enfermedad contagiosa, ni tiene relación con el cáncer ni con el VIH-Sida.
La enfermedad no está valorada aún como un problema de salud global ni por la sociedad, ni la comunidad médica en general, ni por los gobiernos.