Mediante el Decreto Nº 1212, el gobernador Omar Perotti declaró el 16 de junio pasado la emergencia sanitaria en materia de atención pediátrica y neonatológica en toda la provincia de Santa Fe, por el término de 90 días.
La frase es de la doctora Fabiana Molina (M.P. Nº 2914), integrante de la Sociedad Argentina de Pediatría. Y tiene que ver con el escenario actual por el que atraviesa el sector de no haber acciones concretas por parte del Estado. En la provincia de Santa Fe, donde recientemente se declaró la Emergencia Pediátrica, hay solamente 1600 médicos especialistas en bebés, niños y adolescentes.
Mediante el Decreto Nº 1212, el gobernador Omar Perotti declaró el 16 de junio pasado la emergencia sanitaria en materia de atención pediátrica y neonatológica en toda la provincia de Santa Fe, por el término de 90 días.
La decisión administrativa se debe a la crisis en que se encuentra el Sistema de Salud Público por la falta de disponibilidad de médicos que cuenten con formación en distintas especializaciones en la atención sanitaria de los menores.
En diálogo con El Litoral, la ministra de Salud, Sonia Martorano, explicó los pormenores del decreto y a qué apunta. En primer lugar señaló que la emergencia pediátrica se declaró por varias razones. La primera tiene que ver con visibilizar una problemática que existe y que, de no intervenir ahora, se va a agudizar con los años: la escasez de pediatras o médicos especialistas en neonatología y/o niños. La segunda para dotar de presupuesto y reforzar el sector con médicos y especialistas de otras áreas.
"La emergencia pediátrica surgió por la necesidad de poner el tema en agenda. No tiene nada que ver con alguna cuestión epidemiológica sino con que hay poco recurso humano en atención pediátrica y ésto se hizo más evidente frente a la alta demanda de médicos por cuadros respiratorios", refirió la ministra de Salud. Y agregó: "Entonces la declaración de la emergencia es para visibilizar una problemática que hay que trabajarla fuertemente desde el Ejecutivo y el Poder Legislativo, con nuevas propuestas y leyes modernas por ejemplo que lleven a los médicos recién recibidos a elegir a la pediatría como especialidad o con la creación de nuevas carreras sanitarias que pongan eje en los niños. Y para tomar del Presupuesto una partida que pueda atender en este momento complejo la demanda pediátrica reforzando las guardias y la internación con más personal por el período de 90 días".
Sonia Martorano dejó en claro que en cuanto a disponibilidad de camas en terapias pediátricas y salas generales y transitorias no hay ningún inconveniente, "porque de hecho hay una disponibilidad del 70 %" pero sí en relación al personal. En números precisó que en toda la bota santafesina hay 1600 pediatras distribuidos mayormente en el Departamento Rosario, con 950 especialistas, y en el Departamento La Capital, con 350. El resto, que son 300, están distribuidos a lo largo y a lo ancho de la provincia.
Frente a la declaración de la Emergencia Pediátrica en Santa Fe, El Litoral consultó la postura de la Sociedad Argentina de Pediatría, donde la doctora Fabiana Molina (M.P. Nº 2914), una reconocida pediatra de la capital provincial, ocupa el cargo de Vicepresidenta Segunda.
Hace más de un año que la Sociedad Argentina de Pediatría informó a Ministerio de Salud de la Nación que el 30% de los cargos para residencias de Pediatría habían quedado vacantes, lo que se repitió en 2022 y seguramente también en el presente año. A la hora que las generaciones jóvenes, recientemente egresadas de medicina, opten por una especialidad, esta crisis dificulta la elección de la Pediatría.
Siguiendo este razonamiento, y considerando que Pediatría y sus especialidades críticas (Neonatología y Terapia Intensiva) son consideradas prioritarias, en palabras de la doctora Fabiana Molina, "si no se toman decisiones profundas, con una mirada que trascienda el corto plazo, en pocos años el derecho a la salud de la población pediátrica y adolescente no va a poder garantizarse".
"Desde la Sociedad Argentina de Pediatría consideramos que hay una profunda crisis del ejercicio profesional de la pediatría que compromete tanto al sector público como privado. La demanda estacional de este año, si bien se adelantó algunas semanas, no superó los niveles prepandemia, es decir lo que está sucediendo en 2023 no es diferente a 2018 o 2019", dijo Molina. Y agregó: "El escenario antecede y continuará luego de finalizado el invierno. Si bien son múltiples los factores que han contribuido a esta situación, hoy hay 3 escenarios claves en los que el estado debe intervenir".
El primero, advirtió la médica santafesina miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría, es la situación laboral de las y los pediatras que trabajan en los servicios de guardia e internación, muchos de ellos en condiciones contractuales precarizadas. Es clave la resolución de estas situaciones porque este recurso humano calificado es escaso.
El segundo es la concentración de la atención en los departamentos La Capital y Rosario con pocos especialistas en las localidades más pequeñas. Este punto también requiere que se ofrezcan condiciones laborales con beneficios diferenciales para quienes opten por trasladarse y residir, modelo que ya han implementado exitosamente otras provincias.
La tercera, son las dificultades en la cobertura de cargos para la formación en pediatría que aumentará, aún más, la dificultad en los próximos años para poder cubrir las demandas asistenciales en todos los niveles. Considerada una especialidad priorizada, garantizar mejores condiciones de salida laboral será clave para el futuro.
"Planteado todo esto es claro que se necesita una discusión profunda, mejoras inmediatas, pero fundamentalmente, políticas de estado que se extiendan en el tiempo. No es suficiente un plazo de 90 días de reasignación de personal y recursos económicos", dijo Molina.
Consultada sobre por qué se llegó a esta situación, la doctora Fabiana Molina fue tajante: "Esta crisis en el ejercicio profesional de la pediatría sin dudas es multifactorial y afecta a toda la Argentina. Esto hace necesario que los distintos actores del estado y la sociedad tomen el tema como prioritario para garantizar la salud de la población. La formación pediátrica es extensa (6 años de carrera de medicina, 3-4 años de residencia o concurrencia en pediatría y 2 a 4 años más si se opta por una subespecialidad)", dijo. Y finalizó: "Este largo trayecto no se condice luego con las condiciones laborales esperables: pluriempleo, contratos precarizados, jornadas diarias extensas y dificultades para el desarrollo de actividades de capacitación, docencia o investigación".
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría aseguran que hay una profunda crisis del ejercicio profesional de la pediatría que compromete tanto al sector público como privado.
El decreto del 16 de junio de 2023 autoriza a la ministra de Salud provincial, Sonia Martorano, a que durante un plazo de 90 días pueda "reubicar al personal de su dependencia perteneciente a los distintos escalafones que revistan en carácter de titular, suplente o contratado, sin afectar el nivel de su remuneración", con el objeto de "reforzar los servicios de salud en materia de atención pediátrica y neonatológica" en la bota santafesina.
La titular de la cartera sanitaria también tendrá la autoridad para crear módulos retributivos de pago correspondientes a servicios extraordinarios, respetando el límite máximo de compatibilidad fijado en el articulo 15º de la Ley N° 9282 (que versa sobre los escalafones para profesionales universitarios de la sanidad oficial), y también por la norma que regula a los Profesionales Universitarios de la Sanidad con especialidad en pediatría o neonatología, y el personal de enfermería y servicios generales.
Es decir que Martorano podrá disponer del traslado y reubicación de estos recursos humanos, y abocarlos a las áreas de pediátrica y neonatológica.