Un hombre identificado como E.A., de entre 30 y 35 años, fue detenido este viernes por la noche en el marco de la investigación por el femicidio de Liliana Sala, ocurrido la madrugada del 20 de diciembre en su vivienda de Sauce Viejo.
El dispositivo fue restablecido a los valores de fábrica, pero igualmente será peritado. El aprehendido durante el allanamiento de este viernes a la noche será imputado por encubrimiento agravado el lunes.
Un hombre identificado como E.A., de entre 30 y 35 años, fue detenido este viernes por la noche en el marco de la investigación por el femicidio de Liliana Sala, ocurrido la madrugada del 20 de diciembre en su vivienda de Sauce Viejo.
Según informaron fuentes judiciales a El Litoral, fue la fiscal María Celeste Minniti de la Unidad de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas) quien ordenó la detención de E.A., que se efectuó durante el allanamiento de su vivienda de barrio Loyola, Santo Tomé. Sería la persona que tuvo en su poder el celular de la víctima, se encargó de eliminar los datos que tenía y venderlo a alguien más.
Lo imputarán por "encubrimiento agravado" el próximo lunes y en la misma audiencia la fiscal Alejandra Del Río Ayala, quien estuvo al frente de la causa desde sus inicios, solicitará la prisión preventiva.
Una de las cuestiones importantes dentro de la investigación era dar con el teléfono de Liliana, que no se encontraba en su casa ni fue hallado en la vivienda del adolescente acusado por su femicidio, Pablo Emanuel Flatt (18). A través de entrecruzamientos de datos, se pudo saber que el imei (código que identifica a cada celular) del móvil de la víctima continuaba activo y había sido asociado con un nuevo número.
La compañía telefónica precisó la identidad del usuario, y tras ser entrevistado este señaló que había comprado el móvil recientemente y que cuando lo recibió ya había sido restablecido a sus valores de fábrica, proceso que eliminó todos los datos preexistentes. Aun así, el dispositivo fue secuestrado y será peritado.
Algunas averiguaciones más llevaron a los investigadores de la Brigada de Femicidios a dar con el vendedor, que comerciaba con teléfonos de dudosa procedencia, tras lo cual la Dra. Minniti hizo el pedido de allanamiento. El juez de turno, José Luis García Troiano, autorizó el operativo en el que, entre otras cosas, se esperaba encontrar el chip o la tarjeta de memoria que estaban en el teléfono de Liliana. Aún no se ha informado si efectivamente fueron hallados.
Liliana Sala (57) fue atacada la madrugada del lunes 20 de diciembre, primero con un cuchillo, luego a golpes de puño, y ultimada con una barreta de hierro. La teoría que maneja la fiscalía es que se trató de un "femicidio sexual no íntimo", ya que se encontraron restos de ADN que sugieren un posible abuso sexual.
Por el momento, el único imputado por el "homicidio doblemente agravado, por alevosía y por haber sido cometido en un contexto de violencia de género (femicidio)" es el joven Flatt. Permanece en prisión preventiva desde el 3 de enero, según lo dispuesto por el juez García Troiano. En esa audiencia el adolescente dijo no conocer a la víctima y aseguró que no había estado en la casa de Avenida de la Bandera y Magnolias donde fue asesinada.
El vínculo de confianza que existía entre la víctima y la familia del chico, que además de ser vecinos tenían acceso a la casa de Liliana porque realizaban distintos trabajos para ella, fue uno de los puntos fuertes a la hora de vincularlo con el crimen. También fue reconocido por testigos e identificado a través de una cámara de seguridad, durante el recorrido que realizó con la camioneta Jeep Renegade blanca de la víctima momentos posteriores al crimen.