Condenaron a cinco gendarmes por reprimir a una murga en Bajo Flores
Durante los incidentes los agentes dispararon balas de goma. Un niño de 8 años resultó herido cerca de su ojo y otros cuatro vecinos recibieron entre 14 y 16 impactos.
Condenaron a cinco gendarmes por reprimir a una murga en Bajo Flores
Sábado 6.5.2023
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Última actualización 13:44
En enero de 2016, varios integrantes de una murga y vecinos del Bajo Flores porteño fueron víctimas de vejaciones y lesiones leves causadas por cinco gendarmes. Recientemente, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°12 los condenó a penas de hasta 3 años y 6 meses de prisión por estos hechos.
Se los consideró responsables de los delitos de "vejaciones en concurso ideal con lesiones de importancia leve agravadas por mediar abuso de las funciones de miembros integrantes de una fuerza de seguridad y ambas figuras agravadas por el uso de un arma de fuego".
El Ministerio Público Fiscal de la Nación informó que cuatro de los gendarmes recibieron una condena de 3 años y 6 meses de prisión, junto con una inhabilitación especial para ejercer funciones públicas durante siete años, según lo determinado por el tribunal.
Mientras que la quinta oficial fue condenada a tres años de prisión de ejecución condicional más la inhabilitación por seis años al considerarla también responsable de las vejaciones y las lesiones.
En su alegato, la fiscalía pidió 4 años de prisión y 8 años de inhabilitación para los acusados, además de su detención inmediata. El Tribunal rechazó estas solicitudes y en su lugar le impuso la obligación de abstenerse de acercarse a un radio de 500 metros del barrio hasta que la condena quede firme.
Los hechos
La Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) inició una causa tras una denuncia que tuvo lugar el viernes 29 de enero de 2016 en el barrio 1-11-14 del Bajo Flores.
En ese día, tres efectivos de Gendarmería se encontraban custodiando dos autos, uno de ellos con pedido de secuestro y otro aparentemente robado. Momento en el que la murga "Los Reyes del Ritmo" comenzó sus ensayos, de los que participaban niños y niñas, mientras que las familias y los vecinos bailaban a pocos metros en los preparativos para el carnaval que comenzaría unos días después.
Cerca de las 21 horas, una grúa de la Policía Federal ingresó al barrio, y aunque los gendarmes comunicaron que la murga se encontraba en el camino, avanzaron hacia ella junto con dos efectivos más y algunos móviles adicionales.
Al toparse con los chicos, la patrulla comenzó a empujarlos, pese al pedido del director de la murga de un poco de tiempo para correr a la gente. Los gendarmes comenzaron a disparar con balas de goma contra el grupo a muy corta distancia, hiriendo a cinco personas, incluyendo a un niño de 8 años a un centímetro de su ojo y otros vecinos que recibieron entre 14 y 16 impactos.
En la causa, los imputados negaron haber disparado municiones anti-tumulto y sostuvieron que habían sido víctimas de un ataque con armas de fuego, pero los peritajes balísticos y las marcas en los cuerpos de las personas demostraron que las víctimas habían sufrido heridas a causa de las postas de goma.
Además, durante los disparos, los integrantes de la fuerza de seguridad les profirieron expresiones denigrantes y humillantes durante la balacera. Los gendarmes fueron condenados por los cinco casos de heridos que llegaron a juicio oral.