A 6 meses de la explosión en la sede de la Unidad Regional I que dejó a dos oficiales heridos, el Jefe de la Brigada de Explosivos fue imputado por la fiscal a cargo de la investigación. Se trata del subcomisario Martín Parvellotti, a quien se acusa de "haberse desempeñado de forma negligente".
La audiencia imputativa se realizó el viernes en la sede de la Fiscalía de Delitos Complejos, donde la Dra. Mariela Jiménez atribuyó a Parvellotti los delitos de "estrago culposo agravado" e "incumplimiento de los deberes de funcionario público". Del acto también participó el abogado Romeo Díaz Duarte, que asumió la defensa técnica.
Archivo El Litoral D.R
La explosión causó lesiones en dos oficiales -que fueron hospitalizados- así como daños a la estructura del edificio de la URI. Foto: Archivo El Litoral
La explosión en cuestión ocurrió la mañana del 13 de agosto de 2021, alrededor de las 8.45, en la División Brigada de Explosivos ubicada en la sede de la URI (Urquiza al 701). Dos oficiales resultaron heridos y debieron ser internados en el Hospital José María Cullen.
Ese grave suceso fue desencadenado porque los uniformados estaban "realizando maniobras de seccionamiento de cartuchos de pirotecnia sobre la mesa de la sala de guardia", las cuales "no resultan adecuadas ni seguras para la destrucción de pirotecnia". En ese sentido, se endilgó a Parvellotti haber conocido y autorizado esas maniobras "por encontrarse en el lugar y retirarse del mismo minutos antes de que iniciara la explosión".
La fiscal Jiménez atribuyó al Jefe de la Brigada de Explosivos "haberse desempeñado de forma negligente al no adoptar los recaudos necesarios, en tareas propias, tendientes a evitar y/o minimizar los peligros y/o riesgos propios de las tareas en las que se desempeñaba Ud. y el personal a su cargo", desde el 6 de enero de 2020 en adelante.
Es que en el entretecho de la dependencia, donde ocurrió la fuerte explosión en agosto del año pasado, había explosivos almacenados. Más precisamente, "se encontraba gran cantidad de cajas de pirotecnia en estrecho contacto con material explosivo de alto poder rompedor (TNT, ácido pícrico, granadas de mano), más de 40 detonadores y granadas de gas de hostigamiento.
Asimismo había "un gran número de artillería de gran porte" (munición naval, una bomba de aviación aire-tierra, etc.) depositada contra los muros del lugar, al lado del gabinete donde el personal guardaba el material para realizar tareas operativas, "lo que permite inferir que era un sitio de tránsito asiduo".
Este entretecho, repleto de explosivos, era utilizado como dormitorio por el personal de la dependencia, y al subcomisario Parvellotti también se lo acusa de haber permitido que esto sucediera