De un tiempo a esta parte las comisarías de la ciudad, en su mayoría colapsadas por la superpoblación de detenidos, se han convertido en verdaderos polvorines.
El penal de la Comisaría 9° tiene lugar para 12 personas y había 42 detenidos.
De un tiempo a esta parte las comisarías de la ciudad, en su mayoría colapsadas por la superpoblación de detenidos, se han convertido en verdaderos polvorines.
Tal como ocurrió hace días en la comisaría 12 de Santo Tomé, esta vez la que estalló fue la seccional 9na donde esta madrugada un grupo de presos quemó colchones y provocó graves disturbios.
Pelea entre alojados
La secuencia se inició a las 4 cuando personal de dicha dependencia se encontraba en el patio y comenzó a escuchar gritos provenientes del penal de alojados.
Al acercarse los uniformados constataron que la zona de ingreso al comedor había un gran tumulto, en lo que a simple vista parecía una pelea a golpes de puño entre los alojados.
Los agentes pidieron que cese el disturbio, aunque los revoltosos lejos de acatar la orden comenzaron a amenazar y a arengar al resto para que quemen colchones.
Ante la firme posibilidad que el conflicto escale en magnitud, los oficiales solicitaron vía radial la presencia de un grupo del Cuerpo Guardia de Infantería.
Al momento de pedir los refuerzos los efectivos de la comisaría dejaron en claro que se veían ampliamente superados en número por la población de detenidos, siendo éstos 42 cuando la capacidad del lugar es para 12.
Fuego y tensión
Para esta altura los presos comenzaron a arrojar colchones y demás elementos en la puerta de ingreso al penal, mientras amenazaban con prenderles fuego.
Como último recurso para intentar impedir lo peor, los agentes realizaron disparos al aire con munición AT (Anti Tumulto), en una acción que no surtió efecto por cuanto los reclusos iniciaron la quema de colchones.
Así las cosas los llamados de los oficiales fueron ahora hacia los Bomberos Zapadores, a quienes se los convocó de urgencia, mientras el resto del personal intentaba apagar las llamas con baldes con agua.
Poco después se produjo la llegada de los bomberos que, al cabo de varios minutos, lograron la extinción del fuego.
Clima "caliente"
Si bien el incendio se apagó, el clima quedó "caliente", por cuanto algunos alojados se encerraron en el sector de camas, mientras el resto continuaba en el patio vociferando todo tipo de insultos y quejas.
El mayor reclamo de los internos apuntaba a que los "organizadores" de la revuelta sean trasladados, hecho que finalmente ocurrió en el cuso de la mañana.
Por último, una vez que los agentes de la Infantería aseguraron el lugar, se realizó la correspondiente requisa con el secuestro de elementos de interés para la causa.