Una mujer fue condenada por haber intentado matar a su propio hijo de 4 años, ahogándolo en el río Neuquén. Deberá ir 6 años a prisión. La pena fue acordada por las partes, evitando así ir a un juicio.
Un transeúnte la vio sumergiéndole la cabeza en el río y alertó a la policía.
Una mujer fue condenada por haber intentado matar a su propio hijo de 4 años, ahogándolo en el río Neuquén. Deberá ir 6 años a prisión. La pena fue acordada por las partes, evitando así ir a un juicio.
El truculento hecho ocurrió el 9 de marzo, alrededor de las 16:15, debajo del puente carretero que une Neuquén con Cipolletti. Un transeúnte que pasaban por la zona escuchó gritos y al asomarse por el puente, vio a la mujer sumergiendo a su hijo en el río, apretándole la cabeza e impidiendo que el menor saliera. El testigo bajó y comenzó a gritarle para que depusiera su actitud y luego dio aviso a la Policía Caminera. La rápida reacción del testigo y de la Policía impidieron que se concretara el plan filicida.
La mujer, cuando llegó la Policía, simuló que estaba secando al nene y quiso retirarse del lugar con él. El chico manifestó a los efectivos que su madre le había sumergido la cabeza en el río para matarlo y mostró la mecánica utilizada por ella para tala fin. Se cree que la madre le había dado también algún tipo sedante o somnífero para facilitar su tarea criminal.
La mujer fue condenada por el delito de homicidio agravado por el vínculo, en grado de tentativa, en circunstancias extraordinarias de atenuación. En relación a los atenuantes, desde el Ministerio Público Fiscal, que en la audiencia de procedimiento abreviado estuvo representado por la asistente letrada Lucrecia Sola, explicaron que la mujer tenía serios trastornos psiquiátricos y que en el momento de intentar asesinar a su propio hijo estaba atravesando una severa depresión. Las pericias psiquiátricas y psicológicas también determinaron que tenía trastorno de bipolaridad y tendencias suicidas.
Además, entre los atenuantes, Sola enumeró que la condenada asumió su responsabilidad, no tiene antecedentes y su comportamiento procesal fue el adecuado, estando siempre a derecho.
Mientras que entre las circunstancias agravantes, señaló la naturaleza del hecho, que haya atentado contra la vida de un niño, con una evidente asimetría física y de edad, que para el menor era imposible defenderse y que, además, fuera cometido por su madre, con quien tenía confianza y de quien no sospechaba que pudiera hacerle algo de tal magnitud. También contempló las consecuencias que padeció el nene, quien se tuvo que mudar y necesitó un tratamiento psicológico prolongado por las secuelas que le quedaron. El chico, después de eso, quedó al resguardo de su tío, hermano de su madre.
La propia mujer, que admitió haber intentado matar a su hijo, dijo que ese día había consumido un explosivo cóctel de pastillas y alcohol y que su objetivo era quitarse la vida. Mientras que para que su madre no se viera en la obligación de criar al nieto, es que también tomó la decisión de matar al pequeño, que tenía tan solo 4 años.
De la pericia médica realizada en el niño, surgió que estuvo muy cerca de la muerte y que pudo salvarse gracias al testigo que vio la escena a tiempo y a las intervenciones policial y médica. El menor sufrió hipotermia, tenía el ritmo cardíaco muy bajo y se encontraba medio somnoliento. Esto último se cree que fue a causa de drogas que le habría suministrado su madre para que no opusiera mucha resistencia cuando intentara ahogarlo.
El acuerdo
La fiscalía y la defensa, representada por el doctor Gustavo Barroso, llegaron a un acuerdo por el cual se fijó una pena de 6 años de prisión de cumplimiento efectivo. La mujer admitió haber intentado ahogar a su hijo en el río Neuquén y renunció a los plazos de impugnación.
Luego de un breve cuarto intermedio, el tribunal colegiado integrado por los jueces Mauricio Zabala, Cristian Piana y Dardo Bordón, homologó el acuerdo en todos sus términos y de manera unánime.