Las condenas en la causa por la explotación sexual a Mónica Aquino dejaron un sabor amargo a la familia, que tenía la esperanza de que surgiera algún dato para encontrarla. La mujer permanece desaparecida desde mayo de 2023.
La búsqueda de la santafesina continúa. Su expareja, excuñado y exsuegra fueron sentenciados por explotarla sexualmente.
Las condenas en la causa por la explotación sexual a Mónica Aquino dejaron un sabor amargo a la familia, que tenía la esperanza de que surgiera algún dato para encontrarla. La mujer permanece desaparecida desde mayo de 2023.
Hugo Jesús Pérez, expareja de Mónica y padre de tres de sus cuatro hijos, fue condenado a 15 años de prisión. Su hermano, Mario Pérez, y la madre de ambos, María Rosa Aguirre, recibieron penas de 8 años de prisión.
Los jueces Rosana Carrara, Susana Luna y Leandro Lazzarini hallaron a los tres condenados responsables de los delitos de explotación y promoción de la prostitución ajena, ambos agravados.
La familia de la víctima quedó con un "sabor agridulce", ya que por un lado ven positivamente que los tres hayan sido condenados a penas altas y permanezcan tras las rejas, pero por el otro su lucha está lejos de acabar. Mónica sigue sin aparecer, y del juicio no surgió ningún dato que pueda apuntar a los investigadores hacia ella.
Mónica fue vista por última vez en el barrio Varadero Sarsotti a principios de mayo del año pasado. Desde entonces, su paradero es desconocido, pese a los diversos allanamientos y la recompensa millonaria ofrecida a quienes puedan aportar información clave.
La investigación destapó el contexto en el que había vivido la mujer durante años. En el juicio, se destacó que la explotación sexual sufrida por Aquino fue sistemática y agravada por el maltrato físico y psicológico que padeció.
La búsqueda sigue activa y las investigaciones continuarán hasta esclarecer qué ocurrió con la mujer. La familia esperaba que los condenados se refirieran a la desaparición y quedó con un profundo "sentimiento de dolor porque no hablaron", señaló Solange, quien desde la Casa de las Mujeres Libres acompaña a los familiares desde 2023.
"Es muy doloroso para la familia no tener un testimonio, algo concreto", sobre todo "para los hijos, que ya se dan cuenta de las cosas". Si bien al principio les brindaron información de forma dosificada, actualmente los chicos están al tanto de la causa judicial y de cómo avanza la búsqueda, ya que tienen acceso a internet.
Los cuatro están viviendo con su abuela materna, quien dejó su trabajo para hacerse cargo de los nietos. El más chiquito tenía dos años cuando se quedó sin su mamá. "Se está haciendo difícil sostener el cuidado de ellos, a la mamá de Mónica esto le cambió la vida rotundamente", explicó Solange.
Desde Niñez están brindando acompañamiento a los chicos a través de una psicóloga, y también es "muy importante el acompañamiento desde la escuela". Ellos "están muy contenidos por el ámbito escolar, es algo muy lindo que se dio. La escuela está jugando un rol muy importante". Aun así, "los chicos extrañan a su mamá y piden por ella".
Hace un año y siete meses que la familia de Mónica sigue buscándola. El quinto día de cada mes es una nueva espina en una herida que no puede cicatrizar. Ellos no dejaron de publicar y compartir fotos con el rostro de la mujer, e intentan sostener la búsqueda con todos los recursos que tienen a disposición.
Las condenas suponen una nueva esperanza, fueron "un paso en la dirección correcta". Ahora, esperan que el hecho de que quienes explotaron a Mónica estén presos permita que surja el testimonio de alguna persona que anteriormente haya tenido miedo de declarar, y que pueda aportar un dato novedoso.
"En todo este tiempo no hubo ni una pista, ni un rastro. Es increíble pensar que no haya nada", pero "vamos a seguir buscando", resaltó Solange. A la par, "vamos a pelear por que las condenas queden firmes y no bajen las penas".