Dos internos muertos y una veintena de heridos fue el saldo de un violento motín registrado en la jornada de este jueves en el pabellón Nº 3 del Servicio Penitenciario de la Unidad Penal 1 del barrio Gorriti de nuestra ciudad.
Dos internos muertos y una veintena de heridos fue el saldo de un violento motín registrado en la jornada de este jueves en el pabellón Nº 3 del Servicio Penitenciario de la Unidad Penal 1 del barrio Gorriti de nuestra ciudad.
El reclamo se dio luego que desde la cúpula del Servicio Penintenciario se informara del caso positivo para coronavirus de un efectivo que presta servicios allí.
Los rumores empezaron a correr en las redes sociales desde la tarde del miércoles pasado, por una supuesta huelga de hambre que con el correr de las horas empezó a tomar fuerza y terminó con todos estos violentos episodios.
Los internos fueron llamados a almorzar y en el comedor, luego de negarse a recibir el plato, también se negaron a abandonar el lugar y regresar al pabellón.
Allí se habría iniciado el primer enfrentamiento, acaso el que terminó con la vida de dos de los internos del pabellón Nº 3 identificados como Marcelo Montenegro y Dardo Vicente Yapura y la veintena de personas entre otros reclusos y guardiacárceles que resultaron con diferentes heridas y algunos de ellos tuvieron que ser trasladados de urgencia a la guardia del hospital "Pablo Soria".
Mientras los efectivos alertaban sobre la situación, algunos internos iniciaron la quema de colchones y se apoderaron del pabellón, destrozaron los techos de chapa y lograron subirse a la azotea, mientras los efectivos disparaban balas de goma.
Los internos improvisaron escudos con retazos de las chapas y repelían los ataques con cascotes de tejas. Mietras se activó el alerta en el Unidad Penal, los otros pabellones fueron puestos al resguardo y los internos permanecieron en sus celdas.
El reclamo de los presos se empezó a gestar primero cuando pidieron hablar con El Tribuno de Jujuy y desde los techos reclamaban ser escuchados y contar con "garantías" para poner fin al motín.
Los internos gritaban desde los techos que había personas muertas pero era imposible constatar a esa hora la cantidad de personas heridas o decesos, ya que acababa de ingresar el Cuerpo Especial de Operaciones Policiales para mediar en el conflicto que parecía desbordarse a cada momento.