Lunes 26.4.2021
/Última actualización 23:11
Dos robos cometidos el 11 y el 19 de abril en el macrocentro de la ciudad terminaron en condena para un delincuente de 23 años, que el lunes pasado fue hallado dormido, debajo de un escritorio y junto a una botella de whisky, en el interior de un estudio jurídico. Una semana antes, había entrado a un jardín de infantes de la misma cuadra y su incursión quedó registrada por las cámaras de seguridad.
Como resultado, Brian Daniel Góngora (23) fue condenado el viernes pasado a la pena de tres años de cumplimiento efectivo. La sentencia la dictó el juez Rodolfo Mingarini, en el marco de un juicio abreviado alcanzado entre el fiscal Ignacio Lascurain y el defensor público Sebastián Amadeo; y contó con el consentimiento del imputado y las víctimas del caso.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA) informó este lunes las circunstancias por las cuales se produjo el acuerdo, en el que se reflejan dos hechos de robo, uno de los cuales pudo ser evitado de manera fortuita, porque el asaltante se quedó dormido.
El Litoral Las instalaciones del jardín contaban con sistema de alarma, el cual fue violentado, pero las cámaras no fueron desconectadas.Las instalaciones del jardín contaban con sistema de alarma, el cual fue violentado, pero las cámaras no fueron desconectadas. Foto: El Litoral
A propósito del imputado, "llevó a cabo su accionar delictivo mientras cumplía una pena de ejecución condicional que se le había impuesto por haber cometido otros ilícitos", dijo el fiscal de la causa. En tal sentido, Lascurain destacó que "esa pena anterior se unificó con la impuesta por los últimos dos hechos que cometió" y añadió que "el magistrado determinó que deberá cumplir una pena única de tres años de prisión efectiva".
Luego, el funcionario relató que "uno de los hechos que investigamos ocurrió durante la madrugada del domingo 11 de abril de este año en un establecimiento de educación inicial localizado en calle San Lorenzo al 2.600". Al respecto, expuso que "con el objetivo de cometer un robo, Gongora rompió la puerta de entrada".
Detalló que "el condenado se apoderó de un equipo de música, una impresora y una notebook". Agregó que "el hombre provocó daños en diferentes espacios del edificio y rompió el sistema de alarmas", y aclaró que "todo fue registrado por cámaras de seguridad".
El Litoral En su huida abandonó un teclado para niños en la ventana del patio del jardín.En su huida abandonó un teclado para niños en la ventana del patio del jardín. Foto: El Litoral
Por otro lado, el fiscal sostuvo que "entre el sábado y el lunes de la semana pasada, Gongora llevó adelante su conducta delictiva en un estudio jurídico ubicado en la misma cuadra que el jardín". En tal sentido, aseguró que "en al menos dos oportunidades, trepó hasta un ventiluz e ingresó tras forzar una reja".
El fiscal mencionó que "el condenado sustrajo $ 25.000 que estaban en una oficina". Sin embargo, "fue aprehendido en el lugar a raíz de que quien trabaja allí advirtió un gran desorden y, antes de entrar, se comunicó con la policía", relató.
El arresto se produjo el lunes a primera hora de la mañana, cuando uno de los abogados del estudio abrió la puerta y vio a una persona tirada debajo de un escritorio, en medio de un gran desorden en el sector de oficinas.
Cerró la puerta con llave, se fue hasta la calle y llamó a la policía. Minutos después, cuando llegaron los uniformados, Góngora seguía durmiendo, abrazado a una botella de whisky que estaba en unos de los armarios del estudio, y según se cree, habría mezclado inhalando pegamento.
"Patinaba en calzoncillos"
Las cámaras de seguridad del Jardín Maternal Michifuz no sólo revelaron que se trataba del mismo delincuente, sino que dejaron en evidencia la libertad y tranquilidad con que actuó Góngora para cometer el hecho.
"Patinaba en medias y en calzoncillos por el piso limpio", dijeron desde el entorno de las víctimas. El extraño entró al jardín en las primeras horas de la madrugada del domingo 11 y "estuvo 4 horas adentro", dejando todo dado vueltas y provocando importantes daños en aberturas y muebles.
"Entró con la linterna del celulares, pero después estaba tan cómodo que prendió todas las luces", manifestaron impotentes porque "se llevó nuestras herramientas de trabajo". Actuó con tanta libertad, que "tenía preparados dos bolsos enormes con juguetes, que se ve que pensaba volver a buscar".
"En un momento andaba en calzoncillos", porque aprovechó la tranquilidad de la noche para hacer sus necesidades. "Se sacó las zapatillas, se quedó en medias y patinaba de un lugar a otro", lamentaron.