La salida de los boliches ubicados a la vera de la ruta nacional 168 sigue siendo un momento crítico. El último de los hechos ocurrió durante la madrugada del domingo y tuvo como víctima a una adolescente, de 17 años. La menor fue abordada por un delincuente que la arrastró por la calle y le sustrajo su teléfono celular.
El ataque se produjo en momentos que la jovencita, junto a un grupo de amigas, se retiraba de un conocido local bailable de la zona.
"Ella sacó su celular para llamar un taxi. Fue entonces cuando se vio sorprendida por un muchacho que apareció corriendo y de un empujón la tiró al piso", según narró la madre de la víctima a El Litoral.
La menor se defendió como pudo y agarró al agresor de la capucha de un buzo. Pero eso no hizo más que empeorar las cosas. El atacante comenzó a forcejear y en esa lucha arrastró a la chica varios metros por el pavimento.
Una vez que logró su objetivo (apoderarse del celular de la menor) el malviviente se alejó corriendo y se subió a una moto donde otro compinche lo estaba esperando.
"Todo lo que pasó provoca indignación. Pero también que el ataque se perpetró delante de un montón de personas, de las cuales ninguna reaccionó", agregó la madre.
El grave suceso ocurrió a la salida de unos boliches ubicados a la vera de la ruta nacional 168.
"Mi hija me contó que pese a que mucha gente presenció el ataque nadie hizo nada. Tampoco había patrulleros ni personal policial, ni inspectores municipales. Las únicas que asistieron a mi hija fueron sus amigas, con quienes se quedó llorando".
Como consecuencia del "revolvón" la víctima resultó con lesiones por raspaduras en la zona de la espalda, cintura y piernas.
Después de lo ocurrido la jovencita fue hasta la casa de una amiga donde se alojó hasta que pasó un poco el estado de shock por lo ocurrido. Luego se comunicó con su familia con quien hizo la denuncia pertinente. También fue hasta un sanatorio privado para que constate las lesiones.
Por último la madre de la damnificada comentó que inició las averiguaciones del caso, tomó contacto con algunos "bolicheros" de la zona, para poder tener acceso a las cámaras de seguridad.