Creen que una vidente escondía al prófugo por el millonario robo en la vinoteca
Un diálogo en clave de "adivinación" entre la madre del evadido y una amiga llamada Dora, abona la hipótesis de que Ariel Gonzalo Verón permaneció escondido, al cuidado de una parapsicóloga.
Creen que una vidente escondía al prófugo por el millonario robo en la vinoteca
"Tiene los caminos cerrados" le dijo Dora a la mamá de Ariel Gonzalo Verón (32), el personal trainer que era intensamente buscado desde mediados del año pasado, por su participación en el robo de $ 2.000.000 a la vinoteca CasaCatar de calle San Lorenzo al 2800.
También le contó, a modo de vaticinio, que "le está por salir un trabajo grande, de noche y que no puede volver a su domicilio". Así lo transmitió la fiscal María Lucila Nuzzo ante el juez Jorge Patrizi, en la audiencia realizada el viernes 6 de enero, donde se trató la prisión preventiva del segundo implicado en el golpe.
El diálogo telefónico entre la "vidente" y la madre del buscado, fue interceptado por los investigadores en un nuevo intento por dar con su paradero y fue utilizado por la fiscalía para advertir al juez los riesgos procesales -peligro de fuga- que implicaba dejarlo libre, luego de que se entregara, acompañado por sus abogados defensores -Claudio Torres del Sel y Natalia Giordano-, a comienzos de este año.
Verón está acusado por el delito de "robo doblemente calificado -por escalamiento y en poblado y en banda-", por el atraco cometido la madrugada del 19 de junio de 2022 en la vinoteca; pero además, cuenta con otros dos hechos previos en las inmediaciones de calle San Lorenzo al 2800, cuando junto con su hermano Lucio (22), abrieron dos autos con inhibidores y se llevaron todo lo que encontraron de valor en los habitáculos.
El robo al comercio de San Lorenzo al 2800, el 19 de junio de 2022, quedó registrado por las cámaras de seguridad. Crédito: Archivo El Litoral
Inteligencia previa
Según la teoría fiscal, los hurtos con inhibidores de marzo y abril del año pasado, habrían sido cometidos mientras los delincuentes realizaban tareas de inteligencia par dar el golpe a la vinoteca. Por ende, también se le atribuyeron los delitos de "hurto calificado por el uso de instrumento semejante a llave" y "supresión de objeto registrable", este último porque para llevar a cabo la maniobra utilizaron vehículos a los que les cambiaban las patentes.
Un mes atrás, el 6 de diciembre de 2022, quedó en prisión preventiva José Antonio Benítez (32) por el robo a la vinoteca. El hombre había sido detenido a fines de noviembre, en una casa del barrio Guadalupe residencial y en el allanamiento se secuestró un poderoso equipo inhibidor de señales valuado en medio millón de pesos y una camioneta VW Amarok, entre otros elementos.
Para la fiscalía, Benítez y Verón fueron los que ingresaron al local comercial saltando un tapial de más de dos metros de alto que da a un patio, donde una cámara de seguridad captó el rostro al descubierto del segundo. Una vez dentro de la propiedad, los ladrones tardaron 1 hora 13 minutos para concretar el golpe y escapar por los techos, antes de que llegara la policía.
Punto ciego
La secuencia quedó registrada en el sistema de monitoreo, que fue vulnerado gracias a las tareas previas, que le permitió a los asaltantes hallar el único punto ciego de acceso: un ventiluz de una puerta antigua que no tenía sensor de movimiento.
También se presume que un tercero, aún no identificado, les hacía de campana desde afuera, porque en las filmaciones se los ve manipulando intercomunicadores del tipo handys.
A las 2.36 se produce el ingreso de Benítez, vestido con ropa negra, zapatillas Adidas y con un barbijo que le tapaba el rostro y detrás del cual se podía ver una barba tupida. Seis minutos después, a las 2.41, la misma cámara advierte la presencia de Verón, a cara descubierta, y con unas zapatillas Nike blancas con la 'pipa' negra, las cuales fueron secuestradas cuatro meses después en la casa de la niñera de su hijo de 2 años.
A las 3.05 forzaron el ventiluz de la puerta del patio y entraron al salón de ventas. Sigilosos y atléticos, ambos sortearon por varios minutos los rayos infrarojos que pudieran disparar la alarma. El lugar estaba oscuro, no obstante a las 3.38 puede verse a uno de ellos reptando por el piso en dirección a la escalera, para acceder a la planta alta.
Planta alta
Una vez arriba, munidos de una linterna, se dirigen a la central de la alarma, la cual arrancan de la pared y a las 3.44 uno de ellos se pone de pie para abrir un mueble donde sustrae varios fajos de dinero por una suma denunciada de $ 2.000.000. La plata fue colocada en una bolsa de tela roja con la inscripción La Cambicha, que también fue secuestrada en la casa de la niñera, llena de ropa negra y sin un peso.
Tres minutos después, cuando la cámara marcaba las 3.49, emprenden la huida por los techos. Las sirenas de la policía sonaron en la vereda de calle San Lorenzo a las 3.50, pero ya se habían ido. La alarma había sonado a las 3.35, cuando arrancaron la central, pero al decir de la fiscalía, el golpe fue "quirúrgico", casi perfectamente planeado.
Hubiera sido perfecto a no ser porque el rostro de Verón, impactado en el ingreso en una de las cámaras, fue reconocido por el jefe de la investigación policial que lo recordaba del fallido intento de robo al supermercado Kilbel de calle Corrientes, ocurrido cuatro años atrás.
Blancos y negros
Luego de detallar el cúmulo de evidencias y de argumentar sobre los riesgos procesales existentes, las fiscales Nuzzo y María Gabriela Arri, solicitaron la prisión preventiva para el detenido.
En contrapartida, el abogado Claudio Torres del Sel, cuestionó la fidelidad de la imagen que identifica a su pupilo, así como la referencia a las "zapatillas blancas" y la "ropa negra" de la que dijo "debe haber miles en la ciudad". También sostuvo que los teléfonos celulares que utilizaban por entonces sus clientes "no se activaron en antenas de la zona" para la fecha del hecho. Y adelantó que en el caso de Benítez, a quien también representa, "el caso se va a debatir en la Cámara el 23 de febrero", advirtiendo al juez que la prisión impuesta se encuentra bajo trámite de apelación.
Torres del Sel se refirió además a una difícil situación personal que atraviesa Verón, respecto de la tenencia de su hijo de 2 años y que fue eso lo que lo movilizó a entregarse y ponerse a derecho, en busca de que la justicia le conceda alternativas a la prisión.
Entre las medidas propuestas por la defensa, contaba la de resarcir a las víctimas retornándoles el dinero sustraído y la retención del pasaporte en Migraciones para que no pueda salir del país, si es que existe riesgo de fuga.
Más que indicios
En último término, fue el juez Patrizi quien valoró los elementos vertidos en audiencia diciendo que "la materialidad del hecho está clara" y que "hay elementos para poder presumir que se trata de Verón" quien ingresó a CasaCatar la madrugada del 19 de junio de 2022.
También dijo que si bien es cierto "las sospechas del empleado policial (fue) la primera punta para investigar a Verón" (…) "luego surgen otros indicios que aumentan la probabilidad de sospecha". "no es solamente una foto, todos los otros elementos se van agregando para tenerlo a Verón como autor del hecho", señaló.
A propósito de los riesgos procesales, el magistrado respondió a la defensa que "los motivos de la evasión pueden ser muy atendibles -como lo es no querer dejar a su hijo de dos años-, pero el peligro de fuga está presente", cerró.
En definitiva, el juez Patrizi convirtió en prisión preventiva la detención para Ariel Gonzalo Verón y no hizo lugar a las alternativas propuestas por la defensa en esta instancia.
"Miedo, inseguridad e inquietud"
Previo al ingreso del acusado a la sala de audiencias, el juez Jorge Patrizi escuchó a una de las víctimas del robo, Jorgelina D. quien junto a su hermano llevan adelante la empresa CasaCatar.
Primero recordó lo que sucedió esa madrugada, cuando "vimos por las cámaras que había un hombre arrastrándose" por el piso del local. "Fue a la madrugada, y tuvimos que salir a alta velocidad". Una vez en la puerta "queríamos entrar, pero también preservarnos", dado que no sabían si quedaba alguien dentro. "Fue muy doloroso para nosotros", agregó.
"Queremos que se haga Justicia", le reclamó al juez, y le aclaró: "Confiamos en la Justicia". "No queremos vivir así" (con miedo) por eso "desde el primer día decidimos aportar" evidencia y "tuvimos comunicación con la fiscalía".
A propósito de los involucrados, la mujer dijo que "si se cometió delito que paguen de acuerdo a lo que hicieron" y contó que el día previo a la audiencia su hermano recibió un llamado en el que le ofrecían una reparación económica, a cambio de que los detenidos puedan alcanzar un acuerdo que implique su liberación, el cual fue rechazado.
Ante una pregunta acerca de si el llamado fue intimidatorio, la mujer contestó que les produjo "sorpresa" porque "no se lo esperaban" y que les ocasionó "miedo, inseguridad e inquietud".