(Enviado Especial a Buenos Aires)
Pierotti no fue convocado, esta vez, para entrenarse con la selección sub 23. ¿Tiene algún grado de asidero el proyecto de bajar un descenso?
(Enviado Especial a Buenos Aires)
Es llamativa la estadística entre Colón y Barracas Central. Por empezar, es un enfrentamiento que tiene 74 años de historia, aunque no se enfrentaron en muchas ocasiones porque en la mayor parte del tiempo no compartieron divisional. De todos modos, jugaron en la B, también en la C y naturalmente en Primera. La primera vez que jugaron, fue en 1949. Y en la máxima categoría del fútbol argentino, el historial indica que se midieron, con este partido, en cuatro ocasiones. ¿Cuál es la particularidad?, que lo hicieron en cuatro canchas distintas. Jugaron en Paraná (Colón estaba reacondicionando su campo de juego), en el Brigadier López, en la cancha de Barracas (el estadio Chiqui Tapia) y ahora en cancha de Huracán, que queda a tres cuadras de la de Barracas Central, vía de por medio.
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El de este lunes, en la calurosa tarde-noche porteña, es el décimocuarto enfrentamiento entre estos dos clubes. Por eso se dice que hay choques con otros clubes que, en cantidad de enfrentamientos, supera ampliamente a éste con Barracas Central. Pero son las particularidades, las propias curiosidades, las que lo hacen llamativo.
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Esta vez, Santiago Pierotti no fue convocado por Javier Mascherano para entrenarse con la sub 23 de Argentina, que jugará el viernes y sábado dos partidos amistosos contra el combinado de Venezuela, preparándose para el Preolímpico que se jugará a principios del año que viene y que será clasificatorio para los Juegos Olímpicos de París del año que viene, competencia que se iniciará apenas finalice la Copa América de Estados Unidos.
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A ese grupo del sub 23 se sumará Facundo Farías, quien viajó desde Estados Unidos junto a Lionel Messi en su avión particular. Farías fue convocado por Scaloni para la mayor, pero la realidad es que lo hizo para que el ex delantero de Colón pueda sumarse al trabajo de la sub 23, algo que se hizo con otros futbolistas cuyos clubes (del extranjero) no tienen la obligación de ceder.
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Desde muy temprano, los colegas santafesinos llegamos al Tomás Ducó para aguardar la apertura del estadio. Como ocurre cada vez que juega Colón, nos encontramos con un santafesino que desde hace tiempo presta servicio en la policía capitalina. Se trata de Gabriel Galarza, un colonista que forma parte del grupo de seguridad que se designa para custodiar la llegada del micro con el plantel y, además, de los dirigentes y las personas que se suman al protocolo visitante. Como siempre, nos encontramos con él en cada partido de Colón y aprovechamos para cruzar algunas sensaciones con alguien que vive a 500 kilómetros, pero que en cada partido de Colón que es destinado a cumplir funciones laborales, se siente más cerca de su querida Santa Fe.
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La Agrupación Ricardo Magdalena sigue trabajando activamente y organiza para el viernes 20 una cena exclusiva para socios, sin cargo, en la cuál se aprovechará la ocasión para charlar con quiénes deberán elegir nuevas autoridades a fin de año, ya que ése será el momento de la renovación dirigencial en la institución. La proximidad del acto eleccionario permite suponer que en breve se procederá al llamado formal correspondiente, de acuerdo a lo que establece el estatuto del club. La invitación de la Agrupación Magdalena tendrá lugar en el club Liverpool y los interesados pueden comunicarse al 342-5253333.
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“Hay 20 clubes de los 28, que están de acuerdo con bajar un ascenso. Pero si se da, debería ser esta semana, porque si no, los tiempos no le dan. A nadie puede sorprender que haya una primera con 30 equipos el año que viene. ¿Qué opino yo?, que sería un mamarracho. Pero, ¿qué le hace una mancha más al tigre?... Lo que les importa, de verdad, a los dirigentes es no descender. No se bancan pararse frente a sus socios con el club descendido. Además, ya el dinero de la TV no les alcanza como antes, no es lo que significaba antes para los clubes, entonces tampoco les importa demasiado que sigan abriendo el juego y dividiendo la torta por más equipos. Todos se miran su propio ombligo, esa es la realidad. Y no me sorprendería que no necesiten de una asamblea extraordinaria. Dentro de poco tienen que aprobar balance, seguro que meten una solución ad-hoc y clavan la aprobación en esa asamblea”, confió a El Litoral el colega Alejandro Casar González, muy metido en los temas de Afa. Estas declaraciones se dan por la propuesta que se ha presentado ante el comité ejecutivo para que se suprima el descenso por la tabla anual, que sólo haya uno por promedio y que asciendan tres de la B, con lo cuál se podría llegar a 30 equipos en 2024, una cuestión que dejó Grondona como “herencia” fuertemente criticada hace casi diez años cuando se produjo el deceso del ex presidente de la Afa. Sin embargo, pasaron diez años y todo sigue igual. ¿Y el proyecto de bajar escalonadamente de clubes hasta llegar a 22, aprobado en una asamblea?... Al tacho de basura.
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El más exigido en el calentamiento precompetitivo fue Rubén Botta, que fue duda durante la semana por una molestia en la zona intercostal. Cuando los jugadores regresaron al vestuario después del trabajo previo, Botta se quedó un par de minutos más haciendo algunos piques y movimientos de reacción.