Miércoles 11.8.2021
/Última actualización 6:14
Pocas veces -casi nunca en los 33 partidos que lleva dirigidos- el Vasco Azconzábal mantuvo un equipo de un partido al otro. También es cierto que la racha positiva más importante fue en aquél comiendo de la Copa de la Liga Profesional, pero con muchos empates y sin victorias claras como la del sábado pasado. Fue un paso adelante demasiado importante como para suponer que no hay mucho que cambiar. Quizás, el propio técnico se haya convencido de que no es saludable "cambiar por cambiar" y por eso metió apenas uno de Lanús a San Lorenzo (Márquez por García) y que si no surge algún imprevisto, está todo dado para que mantenga a los once que empezaron el encuentro con San Lorenzo. Porque, además, el partido se liquidó en el primer tiempo, con un Unión contundente y oportuno para establecer una ventaja de tres goles, en esa etapa final, que lo llevó a disfrutar de un segundo tiempo en la más absoluta tranquilidad.
Juan Carlos Portillo salió lesionado en la tarde del empate en un gol con Lanús, pero jugó los 90 minutos con San Lorenzo e inclusive pasando a jugar en la mitad de la cancha en los últimos minutos del partido. Si bien terminó algo dolorido, seguramente llegará en buenas condiciones para viajar a Buenos Aires y ser de la partida ante el Globo.
¿Y Blandi?, habrá que esperar lo que resuelva el técnico. Los papeles están en regla, pero el tiempo que lleva sin competencia -jugó poco en Chile- es condicionante para su estado físico y futbolístico. De todos modos, si va a Buenos Aires será para integrar el banco de suplentes. Y esta buena producción ante San Lorenzo le permite al técnico no apurar los tiempos de la puesta a punto de la última de las cuatro caras nuevas (Cordero, Brítez, Gissi y Blandi) que sumó el Vasco a su plantel.
Como el resto de los jugadores terminó con golpes lógicos de un partido pero nada importantes, se puede pensar en algo que pasó muy poco: que el equipo se repita y ante Huracán jueguen los mismos que vencieron a San Lorenzo. En ese caso, Moyano; Vera, Calderón, Portillo, Corvalán y Esquivel; Pittón, Cañete y Zenón; Juárez y Márquez serían los once que jugarían el encuentro ante Huracán en el Tomás Ducó.
Por otra parte, tanto Machuca como Blasi se recuperan de las lesiones que sufrieron y que lo marginarán, a ambos, al menos por un par de partidos más de la consideración del entrenador.
El objetivo de Unión es pelear por ingresar a alguna de las copas internacionales del año que viene. Así lo señalaron varios jugadores y la realidad era, hasta el partido del sábado, que había quedado bastante lejos. El triunfo ante San Lorenzo sirvió para recuperar terreno y está a cuatro puntos del último que está entrando a la Sudamericana, que es River que tiene 28. El Tate acumula 24 puntos en esa tabla anual (contabilizando la Copa Maradona y la actual) que es la que determinará los equipos que clasificarán para Libertadores y Sudamericana.
Hasta el momento, a la Libertadores están entrando Colón (puesto asegurado por ser el último campeón), Vélez, Estudiantes e Independiente. A la Sudamericana, además de Boca y Banfield -que ya tienen el lugar asegurado por la Copa Maradona, por ahora, pero pueden pelear por jugar la Libertadores- están Racing, Lanús, San Lorenzo y River. Arriba de Unión están, además de los equipos mencionados, Talleres, Atlético Tucumán y Argentinos Juniors.
Nicolás Lamolina será el encargado de impartir justicia en Huracán-Unión, secundados por Hernán Maidana y la rafaelina Gisela Trucco.