En el marco del Foro “¿Llegó para quedarse? Hablemos de Dengue”, organizado por el Concejo Municipal por iniciativa de la concejala Laura Mondino, la invitada especial fue la Dra. Andrea Uboldi, actual secretaria de Salud provincial y experta en epidemiología. La médica dio algunos aportes que nutrieron todos los datos arrojados durante las ponencias.
Primero, dio una definición contundente: “El dengue vino para quedarse entre nosotros. Y por las experiencias en Brasil y Paraguay, estoy convencida de que cada nueva epidemia de dengue será peor y, que con ello, cada epidemia arrastrará más casos positivos y más muertes, porque habrá distintas variedades de dengue que estarán circulando”, declaró en el recinto.
Pero además, “aquellos sectores sociales que tienen más vulnerabilidad, con menos acceso al sistema de salud, la pasarán peor. Por eso, debemos establecer una planificación en este sentido”, pidió la especialista.
Las “tres saludes”
“Estamos absolutamente convencidos de que todo el impacto que generan las acciones del hombre condicionan la salud animal, humana y medio ambiental. Si no entendemos esta lógica de integralidad, y hacemos sólo intervenciones focalizadas, no vamos a resolver el problema del dengue”, manifestó Uboldi.
Y luego se expresó sobre la necesidad de que la sociedad entienda algo central: el dengue no es un problema exclusivo de salud. “Creer que repartiendo repelentes o que la vacuna contra esta enfermedad será la salvadora, es un error. Debemos comprender que esta problemática necesita mesas de acuerdos y de trabajo interdisciplinario”, enfatizó.
El Concejo distinguió a las investigadoras que participaron del relevante estudio: “Relación entre variables climáticas e incidencia del dengue en Argentina”, publicado en la revista Environmental Health Perspectives. Crédito: Gentileza Concejo
Entonces, hay un rol del Estado, otro de las organizaciones sociales pero también, hay un rol del ciudadano. Para la médica pediatra, recae excesivamente toda la atención social en la respuesta del Estado frente al dengue: “‘No me fumigan, no me dan repelente…’, reclama la gente. Esa es una pata del asunto”.
“Pero -completó Uboldi-, debemos comprender que el aedes aegypti es un mosquito de puertas adentro de los domicilios. Aquí aparece el rol fundamental de cada ciudadano en materia de autocuidado preventivo”.
Cambio cultural y comunicación
Para la secretaria de Salud provincial, la pregunta central a responder es cómo se podría lograr un cambio cultural que permita la autoprotección y que esto tenga un efecto solidario para las familias, los vecinos del barrio y, en definitiva, para la comunidad toda.
“Por otro lado, debemos repensar la comunicación, que debe ser segmentada. No es lo mismo decir que hay que limpiar los ‘bebederos de mascotas’ en la ciudad, porque la gente entiende qué es ese recipiente, que decirlo en un área rural, donde ese ‘bebedero’ no es tal: en el campo, las mascotas toman agua desde una cubierta vieja, por ejemplo.
“Entonces, la palabra bebedero no se entiende en un contexto de ruralidad; aquí la estrategia preventiva ante el dengue falla”, contó Uboldi, sobre la base de una experiencia en territorio donde pudo verificar lo que dijo.
Limpiar los recipientes donde se acumula agua (y que es un criadero del aedes aegypti) y cepillarlos sobre un lugar seco para eliminar los huevos es parte del autocuidado preventivo domiciliario. Crédito: Mauricio Garín
Y el lugar de comunicación no sólo es en la escuela: “Debemos llegar al hogar, a los adultos. Por ahí vendrá el cambio cultural, y la pandemia de coronavirus mostró que somos capaces de instalar nuevos hábitos de autoprotección. Entonces, hay que encontrar la forma de lograr mensajes comunicacionales focalizados de acuerdo a las regiones de la provincia, y de sus idiosincrasias”, concluyó la Dra. Uboldi.
Tips sencillos para el cambio cultural
-Sanear las casas y los jardines, eliminando el agua acumulada cualquiera sea el recipiente donde se encuentre, y desmalezar. Con las bajas temperaturas que se registran en estos días, es un buen momento para eliminar las larvas que pueda haber;
-Luego, cepillar esos recipientes. Ocurre que los huevos del aedes aegypti se adhieren a superficies rugosas. De lo contrario, esos huevos seguirán vivos, luego serán mosquitos adultos que podrán transmitir la enfermedad;
-No cepillar estos recipientes sobre la bacha de la cocina, porque los huevos allí quedarán, probablemente en las tuberías. Se deben cepillar en lugares secos, sobre la tierra, donde no haya agua;
-Agudizar la vista dentro del hogar: aún persiste la costumbre de tener potus en agua, floreros y otros recipientes donde puede acumularse agua de lluvia (el aedes aegypti necesita de este líquido para vivir), por ejemplo.
-Eliminar microbasurales, que también son potenciales criaderos del mosquito vector.