Ignacio Andreychuk
Entidades proyectaron lo “esperable” para 2018.
Ignacio Andreychuk
iandreychuk@ellitoral.com
El 2017 tuvo quizás dos caras para el comercio santafesino. Un primer semestre que arrastró en su inicio el bajo flujo de ventas de 2016 y sirvió para fijar el nuevo horizonte del sector, a partir fundamentalmente de las políticas del gobierno central que se iban volcando a las pymes comerciales y el ámbito de los servicios.
En contrapartida, la segunda mitad del año contó con nuevos parámetros de ventas y consumo en general, principalmente por el empuje de toda la cadena vinculada al agro. El campo resultó determinante para rescatar una buena parte del movimiento en las economías regionales, pero no fue suficiente ni se dio en todas las regiones.
Para repasar el último ejercicio y proyectar un nuevo año, El Litoral consultó a las instituciones que nuclean los centros comerciales y las entidades empresarias en toda la extensión provincial.
Mejoras y algunas dudas
Adrián Schuck, presidente de la Federación de Centros Comerciales de la Provincia (Fececo), resumió que “fue duro el primer semestre de 2017, con muchos y elevados gastos, además de la marcada inflación producto de las tarifas de servicios, que impactaron e impactan aún, los combustibles y las paritarias del sector. Todo esto acompañó la inflación y se hizo difícil para todas la pymes, con complicaciones en varios sectores. Luego mejoró un poco, a partir del segundo semestre. Aparecieron algunas tibias luces de mejoría en toda la actividad provincial”.
“Esto renovó las esperanzas para 2018 -agregó Schuck-. Sin embargo, hay algunas sombras relacionadas con una posible falta de crédito para este año si se suspenden los subsidios de tasas para las pymes. Eso impactaría directo en el comercio, porque es un sector que se maneja mucho con financiamiento para salir de los ahogos y momentos difíciles. Y por cómo se viene desenvolviendo el mercado financiero, durante 2018 las tasas de créditos para las pymes podrían ser elevadas”.
Sin dudas que sería negativo para nosotros, porque nos manejamos mucho con el financiamiento para escapar de los momentos que no son tan buenos y, con esa herramienta, tratamos de evolucionar y mantener la fuente laboral. Los empleados son los últimos fusibles de la cadena, siempre fue así, además, comercio y servicios es el sector que más empleo privado genera en la provincia y el país.
Respecto de las perspectivas para el sector, el titular de Fececo indicó: “Este año se plantea con algunas dudas. Incluso diciembre no fue tan bueno como otros años. Si bien en la sumatoria del año el consumo creció 1,1%, esto se dio porque hay algunos sectores vinculados con la construcción que han crecido considerablemente y eso ayudó. En el caso del rubro alimenticio, en general hubo una baja en el consumo del 1%, así que también dejamos encendida una luz de alerta para lo que viene”.
Nuevo escenario
Para Beltrán López, presidente de la Asociación de Entidades Empresarias del Sur Santafesino (Adeessa), las expectativas también son moderadas, aunque dice el dirigente sostiene: “En las instituciones siempre somos optimistas, sin la necesidad de darse la cabeza contra la pared. Pero las ganas de trabajar las tenemos intactas”.
López repasó que “en 2017 hablamos de mejoras y eso ya es bueno. Al 2018 también lo vemos con la posibilidad de estar un poco mejor, con menos inflación, con una mejor planificación, con la ilusión de que las tasas de créditos bajen, así como muchos otros puntos que atañen a nuestra actividad”.
Adeessa nuclea la actividad de más de 30 centros comerciales del sur santafesino. Dice su presidente: “Tenemos como motivos existenciales, desde los inicios, el fortalecimiento de estas entidades. Contamos con una red global de servicios, así la denominamos, para de algún modo brindar ayuda y fomentar el desarrollo de cada centro comercial y económico tanto para que surjan como para que se mantengan en sus actividades. Esa es una tarea que nos demanda mucho empeño”.
Otro rol, comenta el dirigente, es “participar activamente de la mesa productiva provincial. El gobierno convocó a distintas mesas de análisis y, en la de comercio, están Fececo, Adeessa, la Asociación Empresaria y la Federación Gremial, ambas de Rosario. Allí tuvimos una fuerte participación y las decisiones se tomaron tras el Consenso Fiscal establecido entre la Nación y las provincias. Durante 2018 y 2019 no habrá incrementos en las alícuotas de ingresos brutos, incluso se producirá la reducción de otros impuestos que nos parecen importantes. Esto generó mucho trabajo previo, con varias semanas de análisis y proyecciones, pero que al final nos parece que tuvo resultados positivos para el sector”.
Agenda
Entre los puntos que se abordaron en el año, López destacó: “Junto a la Secretaría de Comercio Interior y Servicios avanzamos en temas estratégicos del sector comercial. Si la Provincia nos sigue apoyando, seguramente vamos a poder alcanzar un plan estratégico para todo el sector comercial”.
Desde el año pasado, el sector también cuenta las líneas de crédito a tasa subsidiada por parte de la provincia, “algo inédito para las pymes locales porque siempre fueron otros sectores los beneficiados. Entonces, contar con una herramienta de financiación tanto para capital de trabajo como para inversión productiva es sumamente positivo. Así que puede decirse que fue un año en el que se lograron cosas que veníamos trabajando hace varios años”, concluyó el titular de Adeessa.
Panorama complejo
Ricardo Diab es presidente de la Asociación Empresaria de Rosario (AER) y también de la Federación de Centros Comerciales a Cielo Abierto, Cascos Urbanos y Centro Histórico delegación Rosario. También habló recientemente sobre el panorama comercial en la ciudad más poblada de la provincia.
“En líneas generales, 2017 siguió con una tendencia recesiva en cuanto a las ventas. Esto es en términos más amplios, porque hay sectores que anduvieron muy bien, pero el resto no tuvo la velocidad de caída que sí manifestó el año anterior. En 2016, cerramos con un 7% de volumen negativo de venta” y, en 2017, rondó “el 2%”, “pero ya venimos arrastrando un período difícil”, definió en una entrevista con El Litoral.
Diab agregó: “Las ventas en líneas generales no repuntaron. Apenas un 1 y pico por ciento en octubre y, noviembre, un 0,4%. Son cifras que no son muy demostrativas”.
Con respecto a los sectores mejor parados en este contexto, señaló al inmobiliario, la construcción, la obra pública y el campo. Del otro lado están los productos de primera necesidad. “Ha descendido lo que es consumo masivo, o sea alimentos. Se transformó en segundas y terceras marcas en muchos casos, que también es una demostración del poder adquisitivo. En indumentaria, textil, calzado, marroquinería, artefactos para el hogar, electrodomésticos, etcétera, todo ha descendido sensiblemente”, afirmó el titular de la AER.
El recurso de lo informal
Una de las cartas de presentación del gobierno macrista fue el combate a la venta ilegal. Hubo operativos de gran envergadura en Buenos Aires con manteros, vendedores ambulantes y, el más rutilante, la desarticulación de la feria La Salada.
Pese a estos operativos, la venta informal no termina de disminuir, incluso en el territorio santafesino. Este cuadro, sumado a los elevados costos laborales y la presión tributaria, genera que casi por decantación haya venta informal en diferentes ciudades. Sólo en Rosario, en 2017 se incrementó un 40% el número de vendedores ambulantes. Entonces está claro que la solución no es únicamente dejar sin efecto la venta ilegal, sino propiciar un marco de formalidad accesible, aun con valores simbólicos, para que pueda evolucionar en el ámbito de la legalidad.
“Es uno de los puntos que en Mesa Tributaria pedimos incorporar desde Fececo: el control de la actividad informal. Más allá de eso, de la lucha contra el comercio ilegal que tanto afecta a nuestra actividad, el tema son las grandes promesas por reducir los costos tributarios y laborales”, remarcó el dirigente Adrián Schuck.
“Tenemos una presión tributaria récord, pese a que siguen las promesas de reducción impositiva al comercio y los servicios. En la provincia acordamos mantener los mismos valores en ingresos brutos en lo que respecta a mipymes y pymes; también vemos que se ha incrementado el valor de IIBB en los grandes comercios. Si bien no son muchos, esos incrementos van al precio final del producto y, así, sigue subiendo la inflación”, opinó.
“La gran presión tributaria que hay produce que muchos de los pequeños comercios decidan cerrar sus puertas, bajar los costos y volcarse nuevamente a lo ilegal. Ese es nuestro reclamo, para que haya políticas de control y de encuadre. Esto es lo que genera el aumento sistemático de impuestos”, dijo.
Schuck asegura que desde Fececo se advirtió “que toda esta bola produce pérdida de rentabilidad, cierre de comercios y pérdida de puestos de trabajo. Y vemos otra cosa preocupante: muchos comercios han vuelto a pedir moratoria para el pago de los impuestos. Al no poder pagarlos, lo primero que hacen es ir a pedir un plan de pago para seguir con la actividad. Sin dudas, esto es un mal síntoma”.