El Litoral
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Además, los vecinos y municipales rellenan contrareloj el camino de acceso al barrio, a punto de cortarse por la inundación.
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Horas críticas eran las de este martes por la tarde para los vecinos de la zona del Club de Caza y Pesca, en Colastiné Sur, donde el agua de la inundación del río Paraná ya había ganado gran cantidad de patios y algunas viviendas.
Mientras tanto, los vecinos y cuadrillas municipales trabajaban a destajo para rellenar el camino principal de acceso al barrio con bolsas cargadas de arena y además tiraban camionadas de tierra para elevar el nivel y tratar de evitar así quedar aislados.
Hasta el momento la situación está bajo control en este barrio ribereño ubicado en el acceso Este a la ciudad de Santa Fe, a orillas del río Colastiné. Los funcionarios municipales de la zona de la costa recorrían el lugar para monitorear cada situación social de los vecinos, en pos de brindarles la asistencia necesaria, priorizando a aquellas familias con niños y ancianos. Pero para algunos esto es insuficiente y se quejaron por “la falta de asistencia”, dijeron.
A la altura del acceso al Club de Caza y Pesca el agua del bañado ya había cortado el tránsito por la calle principal y sólo se podía acceder a través de la calle interna de la institución que identifica a toda esa zona costera. Cuadrillas municipales colocaban bolsas con arena para evitar que el agua avance y corte también este otro paso, con el objetivo de impedir que los vecinos que viven al fondo del barrio queden aislados en las próximas horas.
Evacuación
Desde el Caza y Pesca informaron que algunos socios decidieron llevarse las embarcaciones deportivas y las casillas rodantes ante la amenaza de que el agua lo tape todo, mientras que algunos pocos decidieron resistir en el predio. “Es que no tienen dónde llevarla”, admitieron desde la garita de vigilancia.
Los funcionarios de la costa, encabezados por la Coordinadora, Belén Verrengia, entrevistaban a los vecinos para brindarles asistencia y le describieron a El Litoral que vienen trabajando desde hace un mes para intentar brindar soluciones ante la presente emergencia, y aclararon que “se defienden las casas, no los patios”, con el bolseado de arena, para efectivizar los esfuerzos.
Si bien algunos vecinos decidieron autoevacuarse en la casa de un familiar —sobre todo los del sector Oeste, contra el bañado—, la Municipalidad habilitó el salón del Movimiento Tierra y Liberación ubicado en el acceso a barrio El Pozo para alojar a aquellas familias que deban abandonar sus hogares en las próximas horas. Pero no se levantaron refugios.
Mientras tanto el río sigue creciendo y amenaza con complicar aun más la situación. Este martes al mediodía el río Paraná se encontraba en 5,05 metros de altura en el hidrómetro del Puerto local (25 cm. por debajo del nivel de alerta).
La Vuelta del Paraguayo, muy complicado por el agua
Un clima tenso se percibía ayer en La Vuelta del Paraguayo, el paraje ribereño ubicado a la vera de la ruta nacional 168, debido al avance de la crecida del río Paraná, que había comenzado a complicar el tránsito por la única calle de acceso al barrio.
“Se llevaron la bomba que sacaba el agua”, alertó el vecino Andrés Rodríguez, que estaba convocando al resto de los vecinos a una reunión urgente en la plaza principal del barrio, para tomar una decisión y reclamar más ayuda al Municipio. Mientras tanto, cuadrillas de trabajadores municipales transportaban tierra y arena en camiones para rellenar la zona con bolsas. Pero a la vista el barrio está muy complicado y en las próximas horas, si crece a los 5,15 metros de altura, podría quedar aislado.