Nicolás Loyarte
nloyarte@ellitoral.com
@nicoloyarte
Los fondos deben ser girados por la Nación, en el marco del programa federal Incluir Salud. Las autoridades de la institución denuncian que no reciben el dinero desde principio de año. Los empleados no cobraron su sueldo ni cuentan con los insumos para brindar el servicio. Las autoridades amenazan con cerrar el centro.
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Una angustia profunda invadió a los familiares de las 31 personas con discapacidad cerebral profunda o severa que en las últimas horas se enteraron que el Centro de Día Burburinho, de Blas Parera al 9500 en esta capital, podría cerrar sus puertas y dejarlos sin la asistencia necesaria, debido a la grave situación financiera que atraviesa por la falta de pago de los fondos que reciben del Programa Federal Incluir Salud —ex ProFe—, del Estado Nacional.
Todas las personas con discapacidad tienen derecho al acceso a la asistencia que necesitan para subsistir, es decir, que las obras sociales y/o el Estado les cubra el cien por cien de sus necesidades. Para ello deben contar con un certificado de discapacidad. Con ese certificado reciben una pensión nacional no contributiva, a través de la cual son incluidos en el Programa Federal Incluir Salud, que les brinda la posibilidad de acceso a centros de día como el Burburinho. El problema reside en que la Nación dejó de abonar ese dinero de la cobertura contemplado en el programa y la institución se desfinanció.
¿Y los empleados?
Además, la preocupación alcanza a los 35 empleados de la institución que no cobraron su sueldo debido al mismo motivo.
El Centro de Día Burburinho es una institución abocada al trabajo con personas con discapacidades severas y profundas que funciona en la zona norte de la ciudad. Actualmente cuenta con 31 concurrentes de distintos barrios de la ciudad, como también de Santo Tomé y Recreo; y un grupo laboral de 35 personas que se desempeñan en diferentes tareas como profesionales, orientadores encargados de salas, mantenimiento, auxiliares de salas, auxiliares de higiene, terapistas ocupacionales, profesores de música y plástica administración y coordinación.
Las personas que allí concurren reciben la atención necesaria de lunes a viernes de 8.30 a 16.30 horas, con diferentes actividades ocupacionales, artísticas, expresivas, deportivas y recreativas acordes a los intereses y posibilidades de cada niño, joven o adulto con discapacidad; estimulando y fortaleciendo sus habilidades, capacidades y potencialidades, y para lograr un desenvolvimiento activo que ayude a generar una plena inclusión familiar y social, según explicaron los trabajadores de la institución.
“Los chicos reciben el desayuno, colación y almuerzo. Nos encargamos también del cambiado de pañales, ya que 28 de los 31 asistentes lo precisan, al igual que la asistencia para realizar las actividades de la vida diaria como la alimentación, higiene y vestido”, detalló la Trabajadora Social María José Damianovich.
Desfinanciados
“En estos momentos la institución se encuentra frente a la complejidad que provoca no contar con los recursos económicos necesarios para el sostenimiento institucional —dijo Damianovich—. Esto se debe al retraso de los pagos del Programa Federal Incluir Salud, del que dependen 22 de los 31 concurrentes (los 9 restantes dependen de Iapos y Osecac)”, agregó.
La trabajadora social a cargo de la Coordinación mencionó además que los fondos del programa nacional comprenden “el mayor ingreso con el que cuenta el centro de día y con el cual se cubren la mayoría de los gastos de sueldos, alquiler, servicios, alimentación, servicios de recolección de residuos patológicos, agua, entre otros”, enumeró.
Desde principio de año
Para dar a conocer a la sociedad la grave situación que atraviesan se realizó esta mañana una convocatoria a la prensa de la que participaron los trabajadores junto a las autoridades del Burburinho, los familiares y personas con discapacidad que allí reciben la asistencia necesaria. En los jardines del centro hubo una bulliciosa protesta con redoblantes.
Damianovich indicó que el último pago de fondos del programa Incluir Salud fue depositado el 11 de enero pasado. “Ese dinero recibido correspondiente al mes de septiembre de 2015”, dijo, y agregó que no es la única deuda, ya que “Osecac adeuda desde julio de 2015 y el Iapos, desde octubre de 2015”.
¿Problema político?
“Queremos pensar de que este problema no es político, que no tiene nada que ver con el cambio de gobierno, pero lo asociamos a que se están haciendo tantas auditorías a nivel nacional, que esto puede haber trabado administrativamente el pago”, opinó Damianovich, quien agregó: “Sabemos que hay otras instituciones a nivel nacional que están en la misma situación”.
—¿Cómo pueden subsistir?
—Hasta el mes pasado los empleados cobramos gracias a que nos fían los servicios, pero este mes el personal no recibió su sueldo; además se ven imposibilitados otros gastos como el de los traslados, ya que los transportistas tampoco recibieron su pago.
—¿Qué respuesta reciben?
—Convivimos con la falta de información e incertidumbre. Contamos con expedientes y avisos de pago, pero cuando llamamos no hay información sobre la fecha en la que nos realizarán el depósito. Como depende la Nación, no podemos ir a reclamar a una oficina en Santa Fe. Llamamos por teléfono tres veces al día y la respuesta siempre es la misma: que no ingresan fondos.
6 años brindando servicio a la comunidad
El Centro de Día Burburinho comenzó a funcionar en el norte de nuestra ciudad en 2010, con cuatro personas con discapacidad cerebral profunda, y hoy son 31 las personas que allí reciben asistencia.