Luciano Andreychuk
landreychuk@ellitoral.com
@landreychuk
Son las que están en los barrios del norte de esa localidad, ubicadas fuera del anillo de defensa.
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Todo comenzó a la medianoche, y el alerta levantó de golpe a los vecinos de sus camas. El agua comenzó a ingresar por calle Zapata Gollán de Rincón, porque un grupo de personas rompió un sector de la defensa para “derivar” el agua hacia otro lado, según confirmó este medio. Es decir, se derramó hacia otros vecinos. “La ley del sálvese quien pueda”, dijo alguien de pasada, con bronca.
Hay 125 familias rinconeras que están fuera del anillo defensa y se vieron afectadas por el ingreso del agua. “Hicimos un cordón de contención precario, con bolsas y maquinarias como prevención. Este cordón aguanta hasta los 6 metros de crecida del Paraná”, dijo a El Litoral Carlos Sánchez, intendente de Rincón. Pero el río ya superó los 6 metros. Si la altura del río supera los 6,30 metros, “esta defensa no va a resistir. Ingresará por otros sectores y será incontrolable”, dijo preocupado el mandatario.
Lo más grave es que si el río supera esa marca -de 6,30-, “más de mil familias podrían inundarse, porque están fuera del anillo de defensa. Hablamos de todo el sector norte de Rincón, del lado oeste, y de Arroyo Leyes hasta el km 16”, pronosticó Sánchez.
De todos modos, llamó a no desesperar y mantenerse alertas.
“Vamos a resistir, a reforzar todo para demorar el ingreso del agua. Venimos peticionando la ampliación del terraplén, desde el km 8 al 16, para tener más protección hídrica”, aseguró Sánchez. Y pidió al Gobierno provincial más bolsas: “Solicitamos 10 mil, sólo nos mandaron 4.500”, se quejó en intendente.
Sánchez confirmó que un grupo de personas rompió un tramo de defensa. “Es algo que ocurre siempre: la gente se quiere salvar individualmente y provoca riesgos colectivos. Esa rotura provocó que entrara el agua anoche”.
Consultado sobre la basura que hay en el terraplén de defensa, aseguró que allí se están arrojando ramas, “lo cual ayuda en el caso de que haya viento y oleaje. Y en cuanto a los residuos, se están arrojando en una zona alejada hasta tanto baje el río. Luego se hacen cavas y se tira la basura ahí, porque no hay otro lugar”, aseguró.
Cercado por el agua
Mientras tanto, un numeroso grupo de vecinos rinconeros y operarios trabajaba a destajo colocando bolsas con arena. Había maquinaria pesada. Pero Guido Spano todavía no podía dar crédito de lo que veía. Su casa había quedado cercada por el agua que ingresó anoche, a 600 metros hacia adentro sobre calle Zapata Gollán.
Spano hizo un caminito de bolsas para poder llegar a la puerta. “¿Sabés lo que me costó hacer mi casa? Años de esfuerzo. No te imaginás. Estoy preocupado”, dijo a El Litoral el vecino. El agua no ingresó a su vivienda, pero la rodea. El riesgo de que se inunde depende de la crecida del río y de que no llueva.
Hasta ayer a la noche no pasaba nada. “Pero vimos cómo el agua empezaba a acercarse. Nos juntamos todos los vecinos para ver qué podíamos hacer. Pero el agua era imparable. Sólo atinamos a poner bolsas de contención. Hasta ahora está controlado, pero seguimos con la incertidumbre de cómo sigue la altura del río”, dijo el joven.