Miércoles 18.10.2023
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La historia de María Eugenia Belín Sarmiento tiene ciertos paralelismos con la de la santafesina sor Josefa Díaz y Clucellas. Fue una pionera en las artes plásticas argentinas, pero su faceta de artista multifacética, capaz de desafiar ciertos estereotipos de género de su época, se reveló muchas décadas después de su muerte. Es que en vida, quedó fuertemente atada a la figura de su abuelo.
Nacida en la provincia de San Juan en 1860 y fallecida en Buenos Aires en 1952, Eugenia Belín Sarmiento fue mucho más que la “nieta del gran prócer” Domingo Faustino Sarmiento, a pesar de que el ex presidente argentino resultó una influencia significativa en su vida. Vale la pena repasar la trayectoria y los intereses artísticos de esta pintora que quedó en la sombra de la historia.
Museo Histórico SarmientoEugenia inició su formación artística con su tía abuela, Procesa Sarmiento de Lenoir, una de las primeras pintoras argentinas con un taller propio. Aunque se la conoce principalmente por sus retratos de su abuelo Domingo Faustino Sarmiento, Eugenia fue una artista de carácter profesional y en el desarrollo de su obra abarcó una amplia gama de géneros. Además de los mencionados retratos, pintó miniaturas, cuadros de flores, aves y naturalezas muertas, que vistas en conjunto permiten poner de relieve su versatilidad y destreza en diversas técnicas.
Residió en varios lugares de Europa, como Holanda, Bélgica, Italia y Francia, junto a su hermano Augusto. Durante su estancia en Holanda, continuó su formación artística, especialmente en el estudio del modelo vivo. Este contacto con el arte europeo y su apertura a diversas influencias enriquecieron su trabajo y perspectiva artística, sobre todo a partir de la posibilidad de conocer museos y galerías. El portal Arte de la Argentina da cuenta de su especialización en el retrato, con particular énfasis en la iconografía del prócer, que no sólo se enfocó en la figura de su abuelo, sino también en otras personalidades como Vélez Sarsfield, Francisco Muñiz, José María Estrada.
Museo Histórico SarmientoParticipó en diversas exposiciones: desde el Salón de Pintura en San Juan en 1884 hasta la Exposición del Centenario en 1910. De hecho, fue la primera artista sanjuanina en exponer en el Salón Nacional en 1912. Un evento destacado que arroja luz sobre su legado artístico fue la exhibición “El Canon Accidental: Mujeres artistas en Argentina (1890-1950)” en el Museo Nacional de Bellas Artes en 2021, curada por Georgina Gluzman. En esta muestra, se presentó el retrato de María Amelia Sánchez de Loria, obra de Belín Sarmiento que se había encontrado en un volquete de basura de Buenos Aires. El gesto de mostrar la obra sin restauración sirvió en este caso para mostrar la “accidentada historia material de las obras ejecutadas por mujeres” y subrayar la importancia del trabajo de las artistas olvidadas.
Pero lo que más se destaca de Eugenia Belín Sarmiento es que, a pesar de ser conocida como la nieta de Sarmiento, su obra va más allá de esta simple caracterización. Con la perspectiva de estos tiempos, es posible cuestionar y hasta invalidar la premisa de que Eugenia fue simplemente una extensión de la figura de su abuelo y destacar su maestría para la elaboración de retratos, para adentrarse en los detalles de la naturaleza muerta y para aplicar las técnicas aprendidas en sus desnudos.
ArchivoGeorgina Gluzman, en un artículo de su autoría publicado por la Revista Ñ señala una arista interesante: “escribir sobre Eugenia Belín Sarmiento ha sido siempre escribir sobre su abuelo, nunca reflexionar sobre ella, sus circunstancias de trabajo y su recepción. La bibliografía sarmientina ha destacado el enorme impacto de Domingo Faustino Sarmiento sobre Eugenia Belín Sarmiento en su vocación por la pintura, una dimensión siempre apoyada por el propio Domingo. Julia Ottolenghi señalaba en la década de 1930 que “debió su maestría en el arte de retratista a la dirección y críticas de su abuelo”. Augusto contribuyó decisivamente a esta leyenda: “Hubo de ser el único maestro de pintura de su nieta Eugenia, no sabiendo gran cosa de artes gráficas, pero sabiendo enseñar”. De este modo, se borraba la existencia de Procesa y su rol en la formación de Eugenia a favor de una genealogía masculina”.
Museo SarmientoBelín Sarmiento, a pesar de haber sido durante mucho tiempo eclipsada por la figura de su abuelo, se revela entonces como una figura destacada en la historia de las artes visuales de Argentina. Así, su obra merece un lugar destacado en la rica historia del arte argentino.