16 de Junio de 2012. La cancha de Colón es un hervidero. River Plate quiere ganar para volver a Primera, tras esa pesadilla de tener que jugar en el ascenso, en la B Nacional.
Acaso el delantero, marcó en cancha del Sabalero, el gol más importante de su vida. Fue en 2012 por la penúltima fecha de la B Nacional. De cabeza anotó el triunfo 1 a 0 de Patronato. En setiembre 2023, con 34 años, asumió como presidente de su club de origen, Universitario, en Barrio Corrales.
16 de Junio de 2012. La cancha de Colón es un hervidero. River Plate quiere ganar para volver a Primera, tras esa pesadilla de tener que jugar en el ascenso, en la B Nacional.
Pero en la penúltima fecha debe visitar a Patronato de Paraná. Al Santo lo sacan de su cancha por dos motivos. Tanto para Rosario Central como el Millonario, el estadio Grella incomodaba. Lograron bajo el pretexto de la recaudación pasar la localía al estadio Sabalero.
Pero el karma se hizo presente. El Canalla fue el primero en caer (1 a 0 gol de Gabriel Bustos) y una semana después le pasaría lo mismo al equipo del Pelado Almeyda. También 1 a 0 y de cabeza, pero esta vez la conquista sería de Leonardo Acosta.
Sobre el final el árbitro Lunati, le dio un polémico penal al Millo, y echó al defensor Boggino, por las dudas. Igual no era la tarde de River. Domínguez lanzó, peor Bértoli atajó. El Patrón, vivió una de sus jornadas históricas, quedando en la memoria de los hinchas, como su título en la Copa Argentina y su paso por la Copa Libertadores y Copa Sudamericana.
¿Y Leonardo Acosta? Siguió su camino por el ascenso, actuando en clubes como San Martín de Tucumán, Atlético Rafaela, Almagro y otros, hasta que llegó la hora de colgar los botines en 2022.
Pero su amor deportivo, casi sanguíneo, siempre estuvo depositado en un club. Allí en Barrio Corrales de Paraná. El Club Universitario. La U como se lo conoce. Alguna vez jugó Regional y se hizo famoso por sus bailes y la vida social en un sector del este paranaense.
Pero, como muchas instituciones de barrio, el club fue perdiendo su glamour. Los ladrillos se humedecieron, la pintura se descascaró. La pileta se cerró. Hubo que vender un terreno donde estaba la cancha auxiliar para pagar juicios. La bandera de remate convivía en el día a día.
Una dirigencia que complicaba el ingreso de socios y muchos socios que querían levantar el club.
Pero, con un trabajo silencioso, con proyectos, ideas, un grupo de ex deportistas del club, se empezaron a juntar y a diagramar el regreso a la institución donde pasaron la infancia, adolescencia, y se hicieron en su mayoría, jugadores de Primera. Y uno de ellos, superó barreras y saltó tan alto que un día, en la cancha de Colón, dejó mudó a los hinchas de River.
Pero Leo jamás perdió la humildad. Vivió siempre en el mismo barrio, y sus amigos siempre fueron los mismos. Ayudó en merenderos hasta que el llamado de Universitario, su club, lo hizo regresar adonde todo empezó.
El 9 de setiembre de 2023 asumió como presidente en lo que declaró ser "un día histórico para él y para el club".
Y en 4 meses los cambios son importantes. Ayer se inició la colonia de vacaciones Municipal en la pileta que por años solamente fue depósito de escombros. Las actividades deportivas suman cada vez mas adeptos (hockey, fútbol, boxeo, patín artístico, basquetbol y otros). Las mejoras edilicias se perciben día a día (cantina, cancha de bochas, baños, vestuarios y próximamente la cancha de fútbol).
"Estamos muy contentos, con mucho trabajo por hacer, pero era lo que queríamos", dice Leo Acosta sin separarse (al estilo Juan Román Riquelme en Boca) del termo y el mate.
Es así que un club pudo superar las sombras del olvido, los años de desidia y en tiempos donde se habla de Sociedades Anónimas, anónimos dirigentes le prestan sus horas y sus sueños a la entidad del barrio. Un sueño romántico para los tiempos que corren. Pero el barrio los necesitaba. Los chicos y los grandes recobraron su sentido de pertenencia. Sin el sacrificio de ellos, no sería posible. Ahora Universitario, tiene quien le escriba nuevas páginas doradas.
Un grupo de jóvenes dirigentes que llegó para quedarse. Encabezados por Leonardo Acosta. Si. Aquel que, en 2012, en cancha de Colón, inmortalizó la camiseta 7 del Patrón, en un cabezazo memorable.
"Es un gran desafío y estamos contentos con la posibilidad, sabemos que es un club grande y hay muchísimas cosas por hacer".
"Vamos a necesitar la ayuda de todos los socios. Quiero invitar a la gente y a la comunidad para que vuelva al club, el club que tanto queremos y que tanta contención le da a los chicos".
"Los chicos me propusieron esta oportunidad de ser dirigente del club, yo había colgado los botines, tenía otros proyectos y se dio. También el presidente anterior, Raúl Moyano, me manifestó su intención de no continuar en el club y decidí aceptar porque creo que la gente que tiene sentido de pertenencia tiene que involucrarse. Es la única manera de que los clubes crezcan".