A mediados de septiembre, Mauricio Pochettino fue presentado oficialmente como entrenador de la selección nacional masculina de fútbol de Estados Unidos (USMNT).
El santafesino de Murphy señaló que el objetivo es tener una selección competitiva y protagonista en la Copa del Mundo de 2026.
A mediados de septiembre, Mauricio Pochettino fue presentado oficialmente como entrenador de la selección nacional masculina de fútbol de Estados Unidos (USMNT).
El oriundo de Murphy representa una adquisición importante para el seleccionado de las barras y las estrellas al aportar experiencia como entrenador de alto nivel al equipo.
Su principal objetivo, explica Pochettino, es tener una selección competitiva y protagonista en la Copa del Mundo de 2026, que tendrá al país de coanfitrión junto a México y Canadá.
-¿Siente mucha presión o más bien responsabilidad?
-No, presión no. Al final, en nuestra carrera, primero como jugador y después como entrenador, en todos los proyectos, siempre está la expectación. La expectativa, la presión, siempre por resultados porque vivimos de los resultados, ¿no?
Lo tomamos, por supuesto, con la responsabilidad de no defraudar en lo que es el trabajo, el compromiso, y crear una buena comunicación con nuestra gente. También con la gente que nos da la oportunidad de poder estar en este proyecto. Esa es la responsabilidad de no fallar en el aspecto humano, en el aspecto profesional. Después los resultados dependen de muchos factores. Bueno, tenemos que lograr, hacer, construir un equipo en el cual se sueñe en grande porque talento hay. Tenemos que lograr creer que podemos competir de la mejor manera con los grandes equipos del mundo y hay una gran oportunidad de construir algo en los próximos casi dos años por delante hasta la Copa del Mundo, en la que Estados Unidos es organizador junto con Canadá y México.
Creo que se presenta un desafío enorme, que más que presión, es un sueño. Una motivación grande de construir algo importante todos juntos para generar y para crear historia.
-¿Qué tenía este equipo nacional masculino de Estados Unidos que te cautivó para cruzar el Atlántico?
-Bueno, yo creo un poco todo. También nuestra circunstancia como cuerpo técnico después de haber estado en diferentes clubes. Creo que también las circunstancias se dieron, los tiempos. La llegada de una persona que nosotros conocemos, como Matt Crocker, y que habíamos trabajado en Southampton. El talento también por desarrollar gente joven. Yo creo que también un país con lo que ya estamos viendo, con la MLS, con la llegada de Leo Messi, que está en plena ebullición y desarrollo. Un poco nos cautivó todo.
No hubo algo en especial, sino que el conjunto de muchas cosas que nos hicieron aceptar este desafío pensando que es un lugar que nos sacaba de nuestra zona de confort y que, lógicamente, genera nuevas emociones, diferentes emociones de la que ya estamos acostumbrados a vivir.
Creo que es un desafío por descubrir cosas que no conocemos y encontrarnos situaciones que nos van a hacer crecer conjuntamente con todas las personas que nos vamos a encontrar ahí. Un camino diferente y una forma, seguramente, de vida diferente y una forma de competir que vamos a descubrir juntos.
-¿Cuál consideras qué es la principal diferencia entre entrenar un equipo de primer nivel como el Chelsea y como el PSG en comparación a una selección nacional?
-Yo creo que la principal diferencia es la más fácil, el día a día. Tú no tienes a los jugadores en el día a día para poder seguir esa evolución constante. En esta experiencia, creo que hemos puesto mucho, en todos estos meses, de cómo veíamos a las selecciones cuando éramos entrenadores de clubes como París Saint-Germain, Chelsea, Tottenham, Southampton, Espanyol. Cómo nos habría gustado que se comunicara el cuerpo técnico donde teníamos jugadores envueltos.
Entonces, bueno, todo eso hemos desarrollado: una forma de poner en práctica, de trabajar para nuestros jugadores, de ayudar a los equipos que están envueltos con nuestros jugadores para que puedan llegar a las competiciones importantes en el mejor estado posible. Y bueno, entrenar para ellos y estar a disposición de los jugadores para que lleguen en las mejores condiciones de competir.
Creo que también la experiencia de haber jugado un Mundial, de haber estado envuelto también en la selección, en mi selección Argentina, también tener esa experiencia yo creo que la vamos a usar y va a ser beneficiosa y positiva para para los jugadores y para toda la estructura. Para poder entender cómo tenemos que adaptar nuestra filosofía o nuestro método de trabajo en el presente y en el futuro para llegar de la mejor manera con el objetivo lógicamente puesto en el Mundial de 2026.
-¿Tienen ya un plan de trabajo diseñado a largo plazo?
-Está claro que ahora que llega la primera convocatoria, es conocer a los jugadores. Los conocemos a nivel profesional, los conocemos a través de lo que desarrollan en su juego, pero ahora es la parte personal, donde tenemos que estar involucrados. Y también descubrir cómo son de carácter, de personalidad, la forma que compiten, la forma en que conviven, la forma que vamos a crear y a sentar las bases de convivencia para el futuro. Pero está claro que ahora vamos, a partir de que nos conozcamos todos, a desarrollar ese plan futuro que termina en el 2026.