Independiente Rivadavia no pasa por su mejor momento. Aunque queden chances matemáticas, el equipo no muestra respuestas futbolísticas y el objetivo de ascenso es casi nulo. La última derrota, ante Crucero del Norte, terminó de alterar los nervios y ayer se realizó una convocatoria en la secretaría del club para pedir explicaciones, informó el colega Los Andes de Mendoza.
Allí, el presidente de la institución, Domingo Marzari atendió a los hinchas que le realizaron algunos pedidos. Uno de los temas donde más hicieron hincapié fue por el caso del arquero Josué Ayala. Pero también le pidieron que aclarara los sueldos que reciben los jugadores, que explicara por qué se dejó estar la ciudad deportiva y la situación de las divisiones inferiores.
De a poco los ánimos comenzaron a alterarse y los cánticos en contra de todos se escucharon en la secretaría azul, por calle Boulogne Sur Mer.
Lo cierto es que el presidente atendió a los requerimientos que le hicieron los simpatizantes. “Yo entiendo el enojo de los hinchas. La situación ha llevado a esto, pero les expliqué que esto es un deporte e intentamos hacer las cosas bien para poder lograr el objetivo y no se pudo. La gente está muy caliente con los jugadores” dijo más tarde el presidente.
Mañana el simpatizante podrá ingresar al partido frente a Unión de Santa Fe. No será a puertas cerradas como se manejaba.
Uno de los más apuntados en la tarde de ayer fue el arquero Josué Ayala. Cabe recordar que el ex Boca Juniors no estará presente ante Unión ya que fue expulsado en Misiones, una vez finalizado el encuentro. Ayala será reemplazado por Maximiliano Scapparoni.
Lo cierto es que según los manifestantes el arquero sería uno de los que estaría al frente de los pedidos de premios y sueldos. Es por esto que hay un gran malestar por parte de la gente con el portero leproso. Los convocados le pidieron el presidente Domingo Marzari que se le aplicara al jugador una sanción económica por la expulsión que recibió en tierras misioneras.