Ahora Meghan y Harry deberán "reverenciar" a sus familiares
Cuando dejen de usar sus títulos de altezas reales a partir de la próxima primavera inglesa, los duques de Sussex deberán acostumbrarse a un nuevo protocolo para saludar a la familia real.
Ahora Meghan y Harry deberán "reverenciar" a sus familiares
Sábado 25.1.2020
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Última actualización 21:11
Cuando Meghan y Harry aparezcan en público de nuevo con la familia real británica a partir de la próxima primavera comenzaremos a ver en qué se traducen en términos de royal family el acuerdo al que los duques han llegado con la reina Isabel II para dar un paso atrás en sus papeles dentro de la Corona. Mientras tanto, las preguntas que se suceden son numerosas y una de las últimas que el mundo se ha planteado es a quién tendrá que hacer la reverencia el príncipe Harry y Meghan Markle cuando dejen de usar sus títulos de alteza real.
En principio, tendrán que hacerla a quienes tengan una posición más alta que ellos en la línea de sucesión al trono británico. Por descontado, a la reina Isabel II, que no hay nadie en un lugar más destacado que la longeva monarca. Harry tendrá que hacer esa pequeña inclinación de la cabeza hacia adelante que se le requiere, por tradición, a los hombres y Meghan la clásica flexión llevando un pie por detrás de otro como tan brillantemente hace una y otra vez Kate Middleton.
En ella tuvo que fijarse Meghan después de su primera Navidad en Sandringham cuando se consideró que su reverencia no había sido todo lo pronunciada como habría cabido esperar. En la siguiente (y última) lo resolvió de una forma mucho más intensa con su cuñada, la duquesa de Cambridge, a su lado. A ella tendrá que hacerle Meghan la reverencia en su nueva situación, igual que al príncipe Guillermo y el príncipe Carlos.
Según ha contado a la revista People la experta en protocolo real Myka Meier y autora del libro Modern Etiquette Made Easy, lo que suceda dependerá en buena medida de lo que establezca la monarca y de lo que signifique realmente que Harry y Meghan dejen de usar los títulos de altezas reales porque no está demasiado claro lo que eso implica en este sentido. El comunicado publicado el pasado sábado por Buckingham no es demasiado explícito al respecto, simplemente se limita a apuntar que “no usarán los títulos de RHS”, quizá de manera consciente hasta ver cómo acaba la familia real británica resolviendo una situación tan excepcional como esta.
Para la experta en protocolo es complicado aventurarse a lo que dirá la letra pequeña, pero considera que a partir de la primavera, cuando tendrán “sus títulos pero no los usan, el orden de reverencia seguirá siendo el mismo que cuando Meghan se casó con el príncipe Harry”. En opinión de Meier, Meghan tendrá que hacer una reverencia a cualquiera que la supere. Es decir, a las princesas de sangre (nacidas en la familia real como es el caso de las princesas Beatriz y Eugenia de York), a Kate Middleton y el príncipe Guillermo. A estos últimos, incluso el príncipe Harry deberá mostrarles sus respetos a modo de inclinación.
La experta apunta en People que este tipo de gestos son parte de una tradición no escrita y que corresponden a la sociedad británica o europea en todo caso -de hecho, la web de la familia real informa de que no existen códigos de conducta obligatorios- pero no a la estadounidense de ahí que “si un estadounidense se encuentra con la reina, técnicamente no tiene que hacer una reverencia o inclinarse porque esa no es nuestra costumbre y en su lugar podrían elegir simplemente estrecharle la mano para mostrarle respeto”. Así ha procedido, dándole la mano, en varias ocasiones Donald Trump siendo señalado por ello aunque tampoco le había hecho la reverencia Barack Obama a Isabel II. El caso de Meghan es diferente porque aunque ella nació en Los Ángeles forma parte de la familia real británica y debe proceder según la tradición.
Cuando le preguntan a la experta qué royal hace mejor la reverencia no duda en mencionar a la duquesa de Cambridge. “Es impecable en todo momento, equilibrada y muy amable”, dice de Kate Middleton a quien define como “el epítome de la gracia”. Tras ella, la concesa de Wessex: “Tiene siempre una increíble caída aproximada de 13 pulgadas y siempre es fuerte y estable en sus pies… ¡perfecta una y otra vez! ¡Un buena reverencia requiere músculo y equilibrio!”