Martes 12.11.2024
/Última actualización 15:49
Tras el lanzamiento y la presentación en vivo de su primer disco, “Fábula blanca” Amorela en formato quinteto, se prepara ahora para estrenar el videoclip del tema que da nombre al álbum. Una obra audiovisual creada por Cintia Amorela Bertolino junto a un equipo multidisciplinario de artistas plásticos y audiovisuales, rodada en paisajes naturales del Litoral.
Para celebrar el estreno, Amorela compartirá una noche “Acustielectro” con ACB Trío, en un encuentro de lenguajes donde la música dialoga con lo performático, visual y coreográfico, para convidar una experiencia sinestésica.
Bertolino, cantante y compositora, estará acompañada por Jorge Mockert (batería, percusión y coros), Luciano Stizzoli (piano, sintetizadores y coros), Pilar Ferrando (violoncello, bajo eléctrico y coros) y Franco Bongioanni (arreglos, guitarras, programación, coros y producción musical). ACB, por su parte, está integrado por Leandro Cova (alias “Abyssus”, en saxofón y EWI), el antedicho Luciano Stizzoli (en el personaje de “Cultura”, en teclados) y Patricio Druetta (como “Boris”, en teclados y producción).
El encuentro será en la Sala Maggi del Foro Cultural Universitario (9 de Julio 2150), el jueves 14 de noviembre, a las 21. Las anticipadas pueden conseguirse en la boletería del Foro o a través del WhatsApp 3424877660; el valor es $ 6.000, o dos por $ 10.000 (en puerta costarán $ 8.000). El evento contará con barra de comidas y bebidas.
Anticipando el encuentro, El Litoral conversó con Cintia para adentrarse en su búsqueda musical y visual, y sus ganas de seguir haciendo crecer su proyecto más allá de los contextos adversos.
Unidos en la diferencia
-Este show tiene como particularidad (entre otras) que lo van a compartir con el ACB Trío; le pusieron esto de “Acustielectro” como consigna. ¿Cómo salió esto de abrirse a compartir un show con una propuesta bastante diferente, con diferentes lenguajes artísticos?
-Justamente nos parecía una hermosa oportunidad para cruzar diferentes propuestas. Justo el último tiempo, que estuvimos ensayando, estamos preparando canciones nuevas que están virando hacia otro lugar: hacia un híbrido un poco más rockero, con bases electrónicas (porque usamos programación). Entonces nos pareció una linda oportunidad para jugar entre eso: entre lo acústico, lo eléctrico, lo electrónico, lo rockero; que está siempre sobrevolando, pero quizás ahora un poquito más.
También la propuesta audiovisual creo que es un punto de conexión: por más que sean propuestas totalmente diferentes, lo audiovisual es una pata muy importante tanto en ACB como en Amorela.
En esta oportunidad vamos a tener visuales en vivo, con Nenu Art (Aldana Mestre): un poco lo que hizo en el primer tiempo de “Fábula blanca” (vamos a hacer canciones del disco) fue investigar con esa estética que veníamos profundizando con el concepto del disco, con los elementos; y se crearon visuales que se proyectan cuando tocamos, es parte del espectáculo. En esta oportunidad van a estar un poco más atravesadas por otra impronta: por la improvisación en vivo; ella al ser VJ también maneja ese lenguaje.
Así que vamos a estar ahí dialogando entre los dos grupos: nos pareció un lindo desafío, una linda oportunidad para ver qué pasa en ese cruce.
Creación visual
-Nombrás a Aldana Mestre que también ha hecho trabajo de fotografía y video; Mariana Gerosa está en el maquillaje. Hay en el tiempo un trabajo estético sobre la propuesta de Amorela. ¿Cómo se va definiendo esa estética, y también en función de cada canción?
-Justamente para el disco estuvimos investigando con Mariana y con Nenu, en relación a las canciones, a los elementos que están muy presentes en este disco. Fuimos dialogando con lo que aparecía en esas narrativas. También hay un concepto de fábula: de que cada canción forma parte de esa fábula y representa un capítulo de la misma. Entonces cada una de las canciones tenía algo también para contar, o un elemento en particular del cual parte esa poesía o esa narrativa poética.
Fue ir descubriendo el material: encontramos muchas veces para jugar, para dialogar con este material, con los elementos y con imágenes. Y después está la obra “Traje Paisaje”, de Cristina Aimaretti, que también forma parte del equipo: la convocamos para dialogar con su obra. Ella venía trabajando algo que ya venía con su camino, andando solito; y nos pareció interesante poder dialogar con este “Traje Paisaje”: de ponerse ese traje del paisaje que habitamos y traerlo para esta “Fábula blanca”.
De hecho, en el videoclip que vamos a estrenar (porque es también una fecha para celebrar ese estreno) hay un personaje que es la Guerrera, que tiene una armadura, que es justamente esta obra: este paisaje que ella atesora, y lo viste como una armadura para poder salir a defender su territorio.
Convocamos a una obra que ya estaba hecha, resistente, para dialogar también con el espacio que tenemos, con el medio en el que vivimos; que es muy vasto, que tiene muchísima materia disfrutable desde cualquier punto de vista; para poder crear también vestuarios. Es muy plástico todo el medio que nos rodea.
Imágenes nuestras
-¿Cómo fue el proceso creativo las primeras ideas de este videoclip de “Fábula blanca”, con el equipo creativo? El traje tiene que ver con el paisaje, está filmado en paisajes naturales. ¿Cómo influye ese paisaje en la atmósfera de la obra?
-Además del equipo de Cris, Mariana y Nenu, también se suman los realizadores, Manu Allende y Lautaro Martínez. Con ellos, más que nada con Manu, estuvimos trabajando el guión; sobre esta idea que yo tenía de esta Guerrera que es un poco el espíritu de la canción. Está inspirada en unas lecturas de Liliana Bodoc: la “Saga de los Confines”, esta trilogía (“Los días del Venado”, “Los días de la Sombra” y “Los días del Fuego”, más el libro de relatos “Oficio de Búhos”) que tiene Liliana y que es muy actual: nos muestra la historia de nuestras invasiones en Latinoamérica. O el ser humano: cómo fue siempre queriendo destruir todo su entorno, y otra gente defenderlo.
En base a todas esas lecturas me imaginé esa canción, “Fábula blanca”; y luego de esa búsqueda de cómo contar esta historia resumidamente, ahí salió el personaje de la Guerrera, que sale a luchar por defender su territorio. Y todo este proceso fue detrás: se lo contaba a Manu, íbamos pensando las escenas, y viendo qué imágenes podrían cuadrar con qué estrofa; porque también es una canción que ya venía con su impronta.
Fue un proceso muy hermoso, muy enriquecedor, por este diálogo entre muchos elementos: no sólo la música, la letra de la canción; aquellas imágenes que quedaban de esas lecturas de Liliana Bodoc; la obra de Cris; y lo que también aportaron Nenu y Mariana desde su hacer. Fue una especie de guiso hermoso (risas), en donde se empezaron a cultivar un montón de ideas.
Sabíamos desde un principio que teníamos que estar mostrando nuestro lugar; así que fue rodado íntegramente en Arroyo Leyes. Y el propio paisaje supo darnos más de lo que queríamos buscar. ¿Necesitábamos niebla? Bueno, pues tuvimos niebla como durante dos horas. Fue un día espectacular, tuvimos una suerte bárbara con el clima del día; hacía muchísimo frío, pero fue una sorpresa encontrarnos que el paisaje, justo el que queríamos mostrar, superó nuestras expectativas, brindó más de lo que pensábamos que íbamos a encontrar allí.
Evolución compartida
-En este tiempo de andadura de las canciones estas han tenido una vida propia: algunas se tocaron en dúo en La Casa de Adelante en La Noche de los Museos, por ejemplo. ¿Sentís que estas canciones han ido creciendo en el vivo?
-Sí, es cierto: me gusta pensar que las canciones van teniendo su propia memoria; como que van atesorando experiencias, o van decantando. Mismo cuando las ensayamos, que seguimos trabajando puertas adentro, después de toda las presentaciones. Van teniendo una vida propia y las vamos contando: su decir va creciendo. Eso es muy lindo: la canción va decantando ciertas cosas, incluso ciertas aristas que antes no descubría, y que al tocarlas mucho van creciendo para otro lugar, o se van asentando en eso que dicen.
Me encanta poder sorprenderme con cosas que, si bien las canciones tienen mucho tiempo, en este formato de quinteto fueron estrenadas el año pasado. Igual las tocamos muchísimo para poder grabarlas en Sonorámica, que las grabamos en tres días a las 11 canciones.
Si bien es cortito el plazo del quinteto, tiene mucha intensidad encima. Y ahí me doy cuenta: “Ah, yo estaba en tal momento cuando hice esta canción; y ahora mirá”. Poder verlas en retrospectiva suma un montón: verlas de diferente manera te sorprenden: “¿Qué habré querido decir con eso?” (risas). Me gusta que vayan por sí solas: uno las cría un poquito y después que vayan creciendo, y que lleguen a las personas que quieran escucharlas y se las quieran apropiar.
-También un año de que siguió estable el quinteto: hay un crecimiento juntos.
-Sí es un crecimiento juntos. Ya ahora en las nuevas canciones, por ejemplo, a diferencia de las primeras, los arreglos (si bien están a cargo de Franco Bongioanni, que es el productor musical) fueron creciendo mucho con aportes grupales. Y eso está buenísimo, porque es conocerse un montón con el grupo, y todas las ideas que se aportan vienen de lugares distintos. Y a la vez empezando a hablar un propio idioma.
Es un proceso muy interesante el que se está dando con el quinteto, más allá de que los arreglos los vayamos trabajando con Franco. Se va consolidando otra veta: eso también es lindo; es una sorpresa poder verlo y poder transitarlo.
Encuentros
¿Qué se viene para el futuro de Amorela, hasta donde sepas?
-Hasta donde sabemos la idea es poder grabar estas nuevas canciones; tenemos muchos videos ahí en puerta también: videoclips y videos de las sesiones de grabación del disco. Y seguir tocando, seguir dándole lugar a las canciones que vayan apareciendo. Vamos a ir viendo con el camino, el momento a momento que nos va tirando la situación.
Por eso también esto de compartir con gente; poder compartir la fecha en este caso con ACB, que nos encanta la propuesta. Empezar a reunirnos más y encontrarnos por la situación que estamos viviendo, que es bastante difícil. Pero la idea es seguir desde las canciones, desde la música, luchando por visibilizar nuestra cultura; la creación original, que es algo que nos convoca mucho: la creación desde nuestro lugar de Santa Fe, desde este paisaje, desde nuestras músicas que nos anteceden. Es una forma de seguir ahí resistiendo-haciendo; así que se vienen muchas cosas más.