Miércoles 30.6.2021
/Última actualización 22:16
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afectado por el torbellino político provocado por los casos de corrupción en la compra de dos vacunas contra el coronavirus, afirmó hoy que tiene el apoyo de las Fuerzas Armadas y que no dejará el cargo por acusaciones de "delincuentes", como llamó a los senadores que investigan el rol del Gobierno en la pandemia.
"Tengo paz y tranquilidad porque sé que, además del pueblo, tengo a las Fuerzas Armadas comprometidas con nuestra democracia y nuestra libertad. Tenemos una misión por delante y vamos a cumplirla de la mejor manera posible", afirmó el mandatario en Ponta Porá, estado do de Mato Grosso do Sul, cerca de la frontera con Paraguay.
El presidente se negó en un discurso a explicar el escándalo de coimas en la negociación para la compra de vacunas por el cual cayó hoy un director del Ministerio de Salud y, además, en otro episodio, se canceló un contrato por la compra del fármaco indio Covaxin, por sobrefacturación.
"No van a lograr pegarnos. No será con mentiras o con esa comisión especial, integrada por siete delincuentes, que nos sacarán", dijo Bolsonaro, quien elogió su alianza con el Poder Legislativo para llevar adelante su agenda económica.
El líder del Gobierno en el Congreso, el diputado Ricardo Barros, del conservador Partido Progresista y exministro de Salud de Michel Temer, fue citado a declarar por la comisión del Senado ya que es el eje del escándalo de corrupción vinculado a la sobrefacturación de una compra finalmente no concretada de vacunas Covaxin.
Este miércoles el escándalo se agigantó porque un representante de una empresa de servicios médicos estadounidense denunció al diario Folha de Sao Paulo que le habían pedido un dólar de coima por cada una de las 400 millones de vacunas AstraZeneca que intentó, sin éxito, venderle a Brasil en febrero.