Un pescador admitió haber matado a puñaladas a decenas de tortugas marinas verdes, una especie protegida, mientras se hallaban atrapadas en sus redes cerca de una isla del sur de Japón.
El hecho ocurrió en la isla de Kumejima, donde el agresor habría intentado liberal a las tortugas marinas verdes de una red y las terminó asesinando.
Un pescador admitió haber matado a puñaladas a decenas de tortugas marinas verdes, una especie protegida, mientras se hallaban atrapadas en sus redes cerca de una isla del sur de Japón.
Entre 30 y 50 tortugas marinas verdes fueron encontradas el pasado jueves muertas o en estado agónico, con marcas de arma blanca concretamente en el cuello, en una playa de la isla de Kumejima, a 1.600 kilómetros al suroeste de Tokio.
"Fue una escena dantesca", declaró a la agencia de noticias AFP Yoshimitsu Tsukakoshi, miembro de una organización de conservación de tortugas marinas en Kumejima.
“Las tortugas marinas son criaturas gentiles y huyen cuando los humanos se acercan demasiado”, afirmó y agregó: "No puedo creer que tal cosa pueda suceder en nuestro tiempo".
Yuji Tabata, director de la cooperativa pesquera local, señaló este martes a la AFP que un pescador había confesado haber apuñalado a las tortugas.
Según Tabata, el pescador, cuya identidad no fue revelada, afirmó haber liberado muchas de las tortugas atrapadas en sus redes, pero luego empezó a apuñalarlas en un intento de debilitarlas y liberarlas más fácilmente.
"Dijo que nunca había visto tantas tortugas en sus redes. Ahora se arrepiente" de su acto, precisó Tabata. El pescador declaró que se sintió en peligro.