Una fiesta de cumpleaños en marzo en Sao Paulo marcó a una familia para siempre: 14 de sus miembros se enfermaron y tres hermanos fallecieron poco más de dos semanas después.
Una fiesta de cumpleaños en marzo en Sao Paulo marcó a una familia para siempre: 14 de sus miembros se enfermaron y tres hermanos fallecieron poco más de dos semanas después.
Según los resultados de los análisis de una de las fallecidas (se espera el de los demás) y la opinión de los médicos, podrían ser nuevos casos de coronavirus .
El día de la fiesta se confirmaron 98 casos de coronavirus en el país, de los cuales 56 estaban en Sao Paulo, según el Ministerio de Salud.
La fiesta se llevo a cabo en el patio trasero de la casa de Lúcia Pereira,organizadora del evento, quien cumplía 59 años. Concurrieron a la fiesta 28 personas, “eran simplemente los parientes más cercanos, para evitar que viniera mucha gente", afirma Pereira.
En los días posteriores al evento, los miembros de la familia comenzaron a mostrar síntomas como tos, fiebre, dificultad para respirar, todos asociados al covid-19. En el grupo familiar en WhatsApp, muchos compartieron sus síntomas.
La semana pasada, tres hermanos de la misma familia murieron con sospecha de haber contraído el nuevo coronavirus. Esta semana se recibió el resultado de una de ellos: María Salete Vieira, de 60 años, dio positivo al covid-19.
"Ahora estamos seguros de que fue realmente el virus el que causó la muerte de mi madre", le dijo a BBC Brasil la hija de la mujer, Rafaela Hanae, de 33 años. "Es una gran tristeza. Esto solo muestra cuán agresiva es esta enfermedad, porque a pesar de que tuvo acceso al hospital y a respiradores mecánicos, no pudieron salvarla".
La familia espera los resultados de los otros dos fallecidos, pero aseguran que será solo confirmar lo que ya saben. "Los médicos que los acompañaron dijeron que estaban 99% seguros de que era covid-19, debido a su condición clínica y la forma en que ocurrió toda la situación", señala Pereira, la homenajeada en la fiesta.
Ella, al igual que su hijo, también presentaron síntomas del virus, pero ya se recuperaron. "Físicamente estoy bien, solo con un poco de tos. Pero ha sido un periodo muy difícil. Hemos estado viviendo días de terror. Todo esto es una tragedia", dice.
"Los casos comenzaron a aumentar en todo el país, principalmente en Sao Paulo, y nos dimos cuenta de que no era algo tan distante. Y como los síntomas que tenían eran muy similares a los del coronavirus, llegamos a comprender que mis hermanos, sobrinos y los miembros de la familia de Vera podrían haberse infectado", dice Vieira.
El final
En la mañana del 1 de abril, Salete tuvo un paro cardiopulmonar y no lo superó. Al otro día, Clovis Vieira también murió de un paro cardíaco y la noche siguiente falleció el otro hermano, Paulo.
Salete y Paulo fueron enterrados en un ataúd sellado, según lo recomendado por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria para casos sospechosos o confirmados de covid-19. Clovis fue incinerado, un deseo que había expresado a la familia.
Las tres ceremonias se celebraron por separado, en los días posteriores a cada una de las muertes. Los funerales fueron breves, duraron unos minutos y reunieron un máximo de 10 personas, según la guía de las autoridades de Brasil.
Al principio, los miembros de la familia no creían que pudieran tener coronavirus. "Todavía había pocos casos en Brasil, así que pensamos que era algo muy lejano", dice Vieira.
Según cuenta, ningún miembro de la familia tuvo síntomas durante la fiesta, por lo que no estaba claro quién pudo haber sido el primer contagiado. "Descubrir eso ahora no va a cambiar nada para nosotros", dice.