Lunes 18.11.2019
/Última actualización 11:41
La Policía de Hong Kong detuvo hoy a unas 40 personas junto a la Universidad Politécnica, en Hung Hom, tras haber irrumpido en el campus que se encontraba ocupado por manifestantes desde hacía varios días, mientras la Justicia determinó que las protestas antigubernamentales podrán volver a realizarse con máscaras, algo que el Ejecutivo había prohibido.
La universidad se ha convertido en el escenario de violentos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes, que prendieron fuego el acceso principal del campus, informó la cadena de televisión pública RTHK.
Los arrestos se produjeron junto al hotel Icon, en las inmediaciones del campus mientras que el rector de la universidad, Teng Jin Guang, anunció que había llegado a un acuerdo de alto al fuego con la policía si los manifestantes cesaban los ataques.
Teng expresó que espera que los manifestantes acepten la propuesta para suspender las acciones de forma temporal y abandonar el campus de manera pacífica.
Varias aerolíneas asiáticas cancelaron sus vuelos a Hong Kong en el marco de las fuertes protestas que atraviesa la región administrativa especial china.
La suspensión de los vuelos ocurrió después de que la policía hiciera uso de gas lacrimógeno contra los manifestantes que trataban de escapar de la universidad, mientas otros se armaban con cócteles molotov en un intento de hacer frente a los agentes.
En paralelo, el Tribunal Superior de Justicia determinó hoy que la ley impulsada por el gobierno para prohibir las máscaras en las protestas que afectan a la ciudad desde junio es anticonstitucional, informaron medios locales, citados por las agencias de noticias EFE y Europa Press.
Según la decisión del tribunal, la normativa -que entró en vigor el pasado 5 de octubre- va en contra de la Ley Básica, la carta magna de esta ciudad semiautónoma china.
Un grupo de 25 políticos prodemócratas, en su mayoría diputados, presentaron un recurso contra la ley, al considerar que el Ejecutivo presidido por Carrie Lam había ido demasiado lejos y que estaba socavando libertades fundamentales.
Para ilegalizar el uso de máscaras, el gobierno echó mano de una una ley de la época colonial británica, la de Regulaciones de Emergencia, que no se aplicaba desde 1967, y que puede otorgarle poderes más amplios sin tener que pasar por el Legislativo.
En base a ella, consideró delito el uso de máscaras en las manifestaciones bajo penas de hasta de un año de prisión y multas de hasta 25.000 dólares hongkoneses (3.188 dólares).
Hasta el 7 de noviembre la policía arrestó a 247 hombres y 120 mujeres ante la sospecha de haber infringido la regulación, de los que 24 han sido llevados ante la justicia y sus casos están todavía en curso.
La polémica ley pretende obligar a que los manifestantes dejen de usar máscaras y caretas como forma de ocultar la identidad, y así agilizar la labor policial a la hora de realizar detenciones de aquellos manifestantes violentos.