"A pesar de que realmente merecen apoyo, no hemos otorgado fondos a las organizaciones que están bajo ataque", afirmó DiCaprio, de 45 años, quien también es un activista de la defensa ambiental.
El actor estadounidense Leonardo DiCaprio rebatió las acusaciones del presidente Jair Bolsonaro de patrocinar incendios en la Amazonía en un comunicado difundido este sábado por la prensa brasileña.
"A pesar de que realmente merecen apoyo, no hemos otorgado fondos a las organizaciones que están bajo ataque", afirmó DiCaprio, de 45 años, quien también es un activista de la defensa ambiental.
DiCaprio hace referencia a la Brigada de incendios Alter do Chão que desde 2018 auxilia a los bomberos en el combate de incendios forestales en Pará (norte), que según la policía regional podría haber iniciado incendios en la región para conseguir donaciones.
Cuatro voluntarios de la brigada fueron detenidos el martes.
El jueves en su transmisión semanal, Bolsonaro fue aún más lejos y acusó a DiCaprio de "estar colaborando con los incendios en la Amazonía, así no se puede". Bolsonaro afirmó que la estrella de Hollywood había donado 500.000 dólares a la brigada, destacando una parte "para la gente que estaba prendiendo fuego". Al día siguiente reiteró las acusaciones.
Además de negar tal donación, DiCaprio afirmó que "el futuro de estos ecosistemas irreemplazables está en riesgo y estoy orgulloso de ser parte de grupos que los protegen". El actor felicitó "al pueblo de Brasil que trabaja para salvar su patrimonio natural y cultural".
El fuego en la región de Alter do Chão -un balneario de arena blanca y agua dulce del río Tapajós- consumió el equivalente a 1.600 campos de fútbol y demoró cuatro días en ser extinguido.
Los investigadores afirman que los voluntarios crearon focos de incendio para luego vender las imágenes al Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que las habría usado en campañas para recaudar donaciones internacionales, entre ellas una de DiCaprio.
WWF-Brasil niega estas alegaciones y explica que transfirió más de 70.000 reales (unos 16.800 dólares) a la organización local, como parte de un contrato firmado de forma transparente para comprar nuevos insumos de combate a las llamas.
Bolsonaro y su ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, que se han expresado a favor de la explotación comercial de la Amazonía, difundieron la información el martes en sus redes sociales y, tal como habían hecho durante el punto más crítico del aumento de incendios forestales en agosto, culparon a las oenegés que actúan en la región.
La ONG Instituto Aquífero Alter do Chão, encargada de la brigada, afirma que la acusación es infundada.
La prisión de los voluntarios también fue condenada por Amnistía Internacional y Greenpeace, que acusan al gobierno de debilitar los controles ambientales y favorecer, también con su discurso antiambientalista, el avance de la deforestación ilegal en la selva Amazónica.
Los voluntarios de la Brigada responderán en libertad al proceso, tras ser excarcelados el jueves por decisión judicial.