El lote más caro estaba formado por varias docenas de frutos grandes de la variedad satonishiki, que es la más temprana, según informa la asociación local de cooperativas agrícolas.
Una caja de 500 gramos de cerezas recién cosechadas se vendió en la primera subasta de este año en la prefectura japonesa de Yamagata por un millón de yenes (9.800 dólares).
El lote más caro estaba formado por varias docenas de frutos grandes de la variedad satonishiki, que es la más temprana, según informa la asociación local de cooperativas agrícolas.
La satonishiki se cultiva en la ciudad de Tendo, que se enorgullece de tener las cosechas más tempranas de Japón. Generalmente los primeros frutos aparecen a fines de la primavera y el verano, por lo que el lote actual es realmente excepcional.
El precio tan alto también se debe a la tecnología de cultivo. Los árboles crecen en macetas especiales. Desde junio hasta principios de octubre, se colocan en un refrigerador y luego se transfieren a un invernadero, donde se mantienen a 25 grados de temperatura durante el día y a unos 13 grados durante la noche.
La prefectura de Yamagata es responsable del 75% de todas las cerezas producidas en Japón y se considera tradicionalmente como el proveedor de las cerezas más deliciosas del país.